domingo, 17 de agosto de 2014

Efemérides de cine: Los mares de China

El 16 de agosto de 1935 se estrenó la película estadounidense Los mares de China (China Seas), dirigida por Tay Garnett. Protagonizada por Clark Gable, Jean Harlow, Wallace Beery, Lewis Stone, Rosalind Russell, Dudley Digges, G. Aubrey Smith, Robert Benchley, William Henry. Productora y distribuidora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM).
Sinopsis argumental: Alan Gaskell (Clark Gable) es el capitán de un barco experto en cruzar los mares de China. Es un hombre experimentado, fuerte y aguerrido, al parecer de vuelta de todo. En cierta ocasión, el barco debe transportar un importante cargamento de oro desde Hong Kong hasta Singapur. Gaskell teme algo más peligroso que un tifón; el ataque, frecuente en la zona, de los piratas para hacerse con el botín. 
Comentario: Adaptación la novela China Seas (1930), de Crosbie Garstin (1887-1930). 
Desarrolla una historia disparatada, pero encantadora, que combina exotismo, bromas picantes, sensualidad y erotismo, variedad de personajes y subtramas dramáticas, un ambiente lujoso, un escenario único y cerrado, un vestuario espléndido y, sobre todo, una historia salpicada de acontecimientos transgresores, infrecuentes en las producciones habituales del estudio. En éstos se basa el éxito del film en su momento y gran parte del interés del mismo tras el tiempo transcurrido desde su estreno.
La sensualidad, acompañada de un erotismo sólo sugerido, pero intenso y potente, corre a cargo de las intervenciones de una rubia enamoradísima, espontánea, enojada y descontrolada emocionalmente y de su oponente una dama británica de sobria, espléndida y sugerente belleza clásica. El conflicto entre las dos protagonistas inunda la cinta de una atractiva y seductora carnalidad sugerida. A ella se añade la réplica que les da un Clark Gable en estado de gracia a cargo de un papel de galán apuesto, valiente y elegante, pensado para cautivar al público femenino. Sitúan la historia en los límites de las infracciones transgresoras (por crueldad o por mostrar la eficaz pulsación del mal) hechos como el comportamiento traicionero e hipócrita de un pasajero ambicioso, la reacción de despecho unida a hechos dolosos de Dolly, la cobardía de un oficial, la visualización prolongada de la tortura de la “bota malaya”, el suicidio explícito del pasajero Jamesy, los dobles o triples manejos exitosos de una bella muchacha dedicada a la prostitución, la entrega a traición del arsenal de armas de la nave a los asaltantes, el duelo alcohólico entre Jamesy y Dolly, la chica frívola que se lleva el gato al agua, etc.

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