El 18 de septiembre de 1998 se estrenó la película británica La hija de un soldado nunca llora (A Soldier's Daughter Never Cries), dirigida por James Ivory. Protagonizada por Kris Kristofferson, Barbara Hershey, Leelee Sobieski, Jane Birkin, Dominique Blanc, Jesse Bradford, Anthony Roth Constanzo, Virginie Ledoyen. Productora: Merchant Ivory/October Films/British Screen. Distribución: Capitol Films.
Sinopsis argumental: Un matrimonio americano -los Willis- se traslada a vivir a París con su hija. Allí, la familia adoptará un niño francés abandonado por su madre adolescente. La vida de los Willis es como la de tantas familias, aunque con la peculiaridad de que son americanos en el extranjero.
Nominaciones y premios: Independent Spirit Awards: 2 nominaciones incluyendo Mejor película. Críticos de Chicago: Nominada a Mejor actriz revelación (Leelee Sobieski).
Comentario: El mayor mérito de James Ivory es atrapar al espectador en una historia normal. Desde el punto de vista de Channe –suya es la mirada que domina el metraje–, se describen cosas muy corrientes: la enfermedad cardíaca del padre, que cuelga cual espada de Damocles sobre la familia; el cariño de los esposos, de los hermanos, entre padres e hijos, con la tata; un pequeño trauma en el despertar a la sexualidad; la amistad de Channe con un compañero de temperamento artístico; los miedos del hijo adoptivo a enfrentarse a su pasado; el primer noviazgo formal de Channe… Estos puntos cotidianos adquieren un relieve insospechado. Retazos de vida auténtica, transmiten el amor de un hogar. Nadie en la familia es perfecto, todos cometen errores; pero se quieren, y existe una preocupación real por los otros.
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