Demonios familiares es el título de la novela que Ana María Matute dejó inconclusa al fallecer. Publicada por Destino, se trata de una historia de amor y culpabilidad, de traiciones y amistad, que no decepcionará a los seguidores de la autora. Su protagonista es Eva, postulante a novicia en el convento donde había estudiado interna desde los siete años, y la acción transcurre en una pequeña ciudad del interior de España en 1936. El final, por tratarse de una obra inacabada, queda en manos del lector.
El relato está dividido en dos partes: en la primera se presenta el pequeño mundo de Eva; en la segunda aparece una historia paralela al tiempo que avanza cierto conflicto ético en la protagonista. En el prólogo, Pere Gimferrer habla sobre las conexiones de Demonios familiares con otras novelas de Ana María Matute.
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