Kokoro
Natsume SosekiTraducción de Yoko Ogihara y Fernando Cordobés
Impedimenta.
Madrid
2014
304 págs.
Coincidiendo con el centenario de su aparición, Impedimenta publica una nueva traducción de la obra maestra de Sōseki, que prefiguraría la de autores de la importancia de Akutagawa, Kawabata o Murakami. Kokoro narra la historia de una amistad sutil y conmovedora entre dos personajes sin nombre, un joven y un enigmático anciano al que conocemos como Sensei. Atormentado por trágicos secretos que han proyectado una larga sombra sobre su vida, Sensei se abre lentamente a su joven discípulo, confesando indiscreciones de sus días de estudiante que han dejado en él un rastro de culpa, y que revelan, en el abismo aparentemente insalvable de su angustia moral y su lucha por entender los misterios del amor y el destino, el profundo cambio cultural de una generación a la siguiente que caracterizó el Japón de principios del siglo XX.
El título, Kokoro, es una palabra intraducible pues significa muchas cosas a la vez: corazón, espíritu, alma, voluntad, sensibilidad… Con ella, el autor indica su voluntad de mostrar y contrastar los mundos interiores del narrador y de Sensei.
Natsume Sōseki (1867-1916), seudónimo literario de Natsume Kinnosuke, nació cerca de Edo (la actual Tokio). Descendiente de una familia de samuráis venida a menos, fue el menor de seis hermanos.
Cuando tenía dos años, sus padres lo entregaron en adopción a uno de sus sirvientes y a su mujer, con quienes viviría hasta los nueve años. En 1884, instado por su familia, se matricula en la Universidad Imperial de Tokio para cursar Arquitectura, aunque acaba estudiando Lengua Inglesa. En 1886 traba amistad con el poeta Masaoka Shiki, que le inicia en el arte de la composición de haikus. Será entonces cuando adopte el nom de plume de Sōseki (que en chino significa «terco»). Tras graduarse en 1893, Sōseki empieza a trabajar como profesor en la Escuela Normal de Tokio, pero pronto, en 1895, es destinado a la lejana Escuela Secundaria de Matsuyama, en la isla de Shikoku. Parte de sus experiencias en esta remota escuela rural serán recogidas en su novela Botchan, que publicará en 1906. Apenas un año después de haber llegado a Matsuyama, dimite de su puesto y comienza a enseñar en un instituto de la ciudad de Kumamoto, en donde conocerá a su mujer. En 1900 se le concede a Sōseki una exigua beca del gobierno japonés y se le envía a Inglaterra. En este país pasará los años más tristes de su vida, leyendo libros sin parar, deambulando por las calles y pasando miserias sin cuento. Parte de sus sombrías reflexiones sobre la vida inglesa serán publicadas años después en el diario japonés Asahi. Regresa a Japón en 1902, con un contrato para enseñar en la Universidad Imperial de Tokio, donde sucederá al escritor Lafcadio Hearn como profesor de Literatura Inglesa. La carrera literaria de Sōseki se abre propiamente en 1903, cuando comienza a publicar haikus y pequeñas piezas literarias en revistas como Hototogisu. Pero la fama le llegará con la publicación en 1905 de Soy un gato (Impedimenta, 2010). En 1906 aparecerá Botchan (publicada por Impedimenta y galardonada con el Premi Llibreter 2008), que le catapulta al éxito y que se convierte automáticamente en un best-seller y en una de las novelas más leídas por los japoneses durante décadas. Sōseki escribió catorce novelas a lo largo de su vida, culminando en Kokoro, su obra maestra, publicada en 1914. Sanshiro (1908, publicada por Impedimenta en 2009) está considerada la novela puente entre sus dos obras capitales, y forma parte de una trilogía que se completa con Daisuke (1909, Impedimenta, 2011) y La puerta (1910, Impedimenta, 2012). Natsume Sōseki murió en Tokio en 1916 a los 49 años de edad a causa de una úlcera de estómago. En 1984, y en homenaje a su fama y trascendencia, el gobierno japonés decidió poner su efigie en los billetes de mil yenes.
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