miércoles, 23 de octubre de 2024

“El hombre que amaba los platos voladores”, en Netflix: la verdadera historia de un despilfarro extra (terrestre)

En 1986, tres años después del fin de la dictadura militar, un periodista argentino despertó el entusiasmo popular al “documentar” fenómenos extraterrestres. La ficción de Diego Lerman regresa a esta historia con mirada cómplice.
Leonardo Sbaraglia, irreconocible, en el papel del periodista José de Zer
Inspirándose en hechos auténticos, el nuevo largometraje del argentino Diego Lerman se desarrolla en 1986, el periodista José de Zer junto al Chango, su camarógrafo, emprenden el viaje hacia La Candelaria (Córdoba) tras recibir una propuesta extraña por parte de dos personajes sospechosos. Al llegar al pueblo no hay mucho que valga la pena, tan solo un pastizal quemado en medio de los cerros. Lo que vino a continuación fue la labor de un genio mitómano con un talento oculto: la creación audiovisual de presencia alienígena más recordada de la historia de la televisión argentina. 
De entrada, asistimos a la oposición entre José de Zer (Leonardo Sbaraglia, irreconocible) y su jefe de redacción, que no dudó en “embellecer la realidad” con fines propagandísticos durante la dictadura militar, enferma terminal a principios de los años 1980. Reflexionando sobre cuestiones de imaginación, realidad y el estatus de la verdad en el mundo de los medios pre-digitales, esta caprichosa comedia dramática de Netflix se aleja claramente del realismo más duro de la anterior película de Lerman. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario