Al querer decir demasiado sobre el extraordinario destino del cantante, los directores Mehdi Idir y Grand Corps Malade caen en todas las trampas de la película biográfica.
El maquillaje y los gestos recuerdan en en cada plano que el actor es Tahar Rahim imitando a Aznavour |
Su proliferación vuelve a poner sobre la mesa constantemente la pregunta: ¿para qué sirven las películas biográficas? La respuesta más obvia –contar la historia de la vida de alguien– es también la menos interesante, porque es la que generalmente produce menos cine. Así, Monsieur Aznavour (2024), ideada con admiración por el tándem Grand Corps Malade y Mehdi Idir, que ya había trabajado en Patients (2016) y Los profesores de Saint-Denis (La vie scolaire, 2019). Ricamente dotada, aprobada por los herederos, esta biografía filmada del cantante y letrista franco-armenio Charles Aznavour (1924-2018) narra con detalle un destino edificante, o cómo triunfar en Francia cuando eres hijo de inmigrantes, pobres, no guapos pero talentosos, también implacable.
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