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9. El proyecto de la bruja de Blair (The Blair Witch Project, 1999), de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez
Tres jóvenes viajan hasta Maryland para adentrarse en el bosque y confirmar la leyenda que se escucha desde hace años: la llamada bruja de Blair. Lo que en un principio iba a ser una pequeña excusión de dos días para encontrar a la bruja de Blair se acabó convirtiendo en su peor pesadilla. Jamás regresarían. Un año después de buscar pruebas acerca de tan extraño suceso, la policía encuentra el material que los tres estudiantes habían grabado. En la cinta se pueden ver los terribles cinco días que estos jóvenes pasaron en el bosque y todo lo que ocurrió cuando descubrieron la verdad… El material fue recopilado y llevado al cine. Es conocido como El proyecto de la bruja de Blair.
Nos encanta enloquecer en el cine. Pero esta vez, por alguna razón, habiamos cogido un DVD de la película de terror de metraje encontrado de la que todo el mundo hablaba, sobre tres campistas en un bosque encantado. En aquella época vivíamos en la habitación, en la planta baja de un edificio que daba a un jardín. Para entrar en ambiente, y provocar el miedo más efectivo, abrimos la ventana de par en par, en plena noche, claro. Colocamos el sofá cama de espaldas a la ventana. Apagamos todas las luces. Incluso antes de empezar El proyecto de la bruja de Blair, podíamos oír el viento entre los árboles, los cantos de los pájaros. Estabamos de humor. Listo para enfrentarnos a los monstruos. ¡Aquí vamos! No duramos más de cinco minutos antes de cerrar la maldita ventana y volver a encender la lámpara de la mesita de noche.
10. El sexto sentido (The Sixth Sense, 2000), de M. Night Shyamalan (1999)
El doctor Malcom Crowe es un conocido psicólogo infantil de Philadelphia que vive obsesionado por el doloroso recuerdo de un joven paciente desequilibrado al que fue incapaz de ayudar. Cuando conoce a Cole Sear, un aterrorizado y confuso niño de ocho años que necesita tratamiento, ve que se le presenta la oportunidad de redimirse haciendo todo lo posible por ayudarlo. Sin embargo, el doctor Crowe no está preparado para conocer la terrible verdad acerca del don sobrenatural de su paciente: recibe visitas no deseadas de espíritus atormentados.
Un niño de 8 años ve fantasmas por todas partes. Un psicólogo – Bruce Willis – intenta ayudarlo... Ya está, Ya está..., no podemos decir más si por casualidad algunas personas aún no han visto esta película histórica que, cuatro años después de Sospechosos habituales (The Usual Suspects), de Bryan Singer, dobló el juego de esta subcategoría de thriller donde todo depende de un giro. Hay que decir que ésta era fuerte, casi indetectable (salvo un detalle que luego se disipó en gran medida), pero que evidentemente prohíbe volver a ver la película: “Está bien, lo sabemos…”. A menos, precisamente, una vez pasado el placer de la enorme sorpresa final, decidamos mirar todo con atención y preguntarnos cómo el señor Night Shyamalan consiguió engañarnos tan bien.
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