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Terminator 2
En Terminator 2: el juicio final (T2 - Terminator 2: Judgment Day, 1991), diez años después de los sucesos ocurridos en la primera película, dos cyborgs llegan del futuro esta vez: uno para matar a John (interpretado por Edward Furlong) y otro para rescatarlo. Esta vez, el personaje de Schwarzenegger (otro T-800) es el salvador, siendo reprogramado por el propio Connor en el futuro, para protegerse a sí mismo contra el prototipo más avanzado T-1000 (Robert Patrick) que fue enviado por Skynet para matarle. La nueva construcción de metal líquido del T-1000 le da la capacidad de deformarse, una capacidad que era el foco de muchos de los efectos especiales que le valió el premio Óscar a la película. De alguna manera, Terminator 2: el juicio final es un estudio del personaje de Sarah Connor. Ella es una persona absolutamente distinta de la mujer frágil en la primera película; su perspectiva ha sido alterada por los acontecimientos ocurridos anteriormente en su vida. El conocimiento que ella tiene sobre el futuro de la humanidad ha hecho de sí una persona siempre vigilante y que se entrena constantemente, un rasgo que es percibido por muchos como paranoia y psicosis; en el principio de esta película, Sarah está en una institución mental, su misión era la de bombardear la construcción de los sistemas de Cyberdyne. Su conocimiento del futuro es también una fuente de pesadillas que se repiten, así como el antagonismo, que da lugar a los doctores que supervisan su "recuperación" para colocarla bajo seguridad máxima. Sin embargo, ella no puede ser contenida mucho tiempo y realiza varios intentos para escaparse; su última estrategia coincide con la del segundo T-800 y su hijo John que llega para rescatarla del hospital. Durante su escape, los doctores descubren a ambos Terminators y se dan cuenta de que las predicciones de Sarah eran verdad. Sarah encuentra casi imposible aceptar que el T-800 es benévolo (debido a que es creación de Skynet, y físicamente es idéntico al T-800 que intentó asesinarla en 1984); a través de la película, ella sigue siendo hostil hacia él y lo que representa, mientras que su propio hijo desarrolla un enlace con él, asemejándose a una relación de padre-hijo.
Linda Hamilton en Terminator 2: el juicio final (1991) |
En una escena eliminada, el Terminator les da a ella y a John instrucciones necesarias para abrir su cráneo, desactivarlo, retirar el CPU y configurarlo para que pueda procesar información ajena a su programación y aprender de ella. Aunque logran retirar el dispositivo, Sarah intenta destruirlo por su miedo, odio y desconfianza hacia la máquina; sin embargo, su hijo no se lo permite.
En un momento de desesperación, Sarah intenta asesinar a Miles Dyson, el científico que está destinado a construir el microprocesador revolucionario que se convierte en el eventual Skynet. Al hacer esto, ella pierde tacto con su humanidad, llegando a parecerse a un Terminator. Pero en última instancia, Sarah se percata de que no puede matar a una persona. Instantes después, John y el T-800 llegan a la casa de Dyson, y juntos persuaden al científico para parar su investigación y para destruir todos los vestigios recuperados del primer Terminator. El T-800 entonces, con la ayuda de Sarah Connor, se autodestruye, a pesar de las protestas de John. En la primera película, se menciona que Sarah era una leyenda entre los miembros de la resistencia, enseñando a su hijo a luchar y a organizar mientras estaban en guerra. El epílogo alternativo de Terminator 2: el juicio final muestra su vida convertida en abuela. Este final de la película, sin embargo, no fue incluido en el estreno.
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