El 23 de diciembre de 1924 se estrenó la película alemana El último (Der Letzte Mann), dirigida por F. W. Murnau e interpretada por Emil Jannings, Maly Delschaft, Max Hiller, Emilie Kurz, Hans Unterkircher, Georg John, Olaf Storm, Hermann Vallentin, Georg John, Emmy Wyda. Productora: Universum Film AG (U.F.A). Duración: 90 minutos.
Sinopsis argumental: La historia nos lleva a la entrada de un lujoso hotel en cualquier ciudad del mundo occidental. En ella nos encontramos al portero (Emil Jannings), un robusto y respetado hombre que no solo carga con las maletas de los clientes, sino que es el nexo de unión entre la entrada y salida de dos mundos muy diferentes. Los huéspedes le admiran, los trabajadores le idolatran, pero una vez en su barrio de clase media-baja, allí se convierte en un Dios. Saluda a todo el mundo portando aún su uniforme de portero de corte militar y siendo saludado (por no decir venerado) por la vecindad. Su orgullosa sobrina está a punto de casarse y habrá una celebración por todo lo alto. Mas el día de la boda por la mañana, cuando nuestro protagonista marcha hacia su trabajo, se encuentra que debido a su edad ha sido sustituido por un hombre mucho más joven y fuerte, mientras que a él le destinan al baño de hombres para trabajar como mozo. Toda una vida de orgullo y respeto se marcha por la taza del retrete que ha de dejar impoluta cada vez que es usada. El hombre, desmoralizado, decide ocultar la verdad a su sobrina por lo que vuelve a casa con el uniforme, el cual deja en una taquilla de la estación de tren antes de entrar, y vuelve a recoger al salir.
Comentario: Décimo quinto largometraje y primera con la UFA de F. W. Murnau. con guion de Carl Mayer, está inspirado en el cuento El capote, de Nikolái Gógol. Este clásico del cine mudo fue la primera película que explotó el movimiento de cámara.
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