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"Lynchiano", nuevo término
Dos años más tarde, Lynch rompió con lo experimental para lanzar su primera obra maestra, El hombre elefante (The Elephant Man, 1980). Ocho nominaciones al Oscar coronaron esta película absolutamente conmovedora sobre el destino de Joseph Merrick (John Hurt, en el papel de su vida), convertido en una bestia en la Inglaterra victoriana debido a sus deformidades físicas. Sin pretender nunca pontificar, esta película es una admirable lección de humanismo y empatía, donde el autor quiere decir que lo horrible no está en “el hombre elefante” sino en lo que está hecho para soportar: el monstruo está escondido aquí en cada uno de nosotros. Esta película, un clásico desde su estreno, sigue siendo sin duda la más accesible en la actualidad. Porque posteriormente, David Lynch nunca se lo tomó con calma.
Aparte de Una historia verdadera (The Straight Story, 1999), una directa y luminosa odisea de un abuelo al volante de su cortadora de césped, sus historias son de lo más tortuosas posible. Encriptado y caótico, violento y oscuro, profundamente misterioso, su universo dio origen a un nuevo término: “Lynchiano”.
En 1990, el cineasta de América y sus pesadillas ganó en el Festival de Cannes la Palma de Oro con Corazón salvaje (Wild at Heart), lo que provocó mucha discusión. Esta loca y sulfurosa escapada, protagonizada por una pareja atronadora (Laura Dern y Nicolas Cage, con su inolvidable chaqueta de piel de serpiente), es un electroshock a base de rock y heavy metal abrasivo, una completa voladura de los códigos del thriller y un abrazo de honor al conservadurismo americano. La película fue un gran éxito, pero mucha gente la rechazó como parte de la crítica.
Humor de ultratumba
No fue hasta su serie, Twin Peaks (1990-1991) que el cineasta fue finalmente reconocido plenamente como uno de los grandes. Y hay algo que decir a su favor. Revolucionando totalmente la pantalla chica, entre saga surrealista y viaje alucinógeno, esta investigación del FBI sobre la muerte de Laura Palmer inventa una especie de narración laberíntica, donde nos topamos con adolescentes soñadoras, policías, fantasmas, ángeles, demonios, extraterrestres. A partir de ahora, la historia de la serie ya no será la misma.
Kyle MacLachlan en Twin Peaks (1990-1991) |
En el ámbito cinematográfico, fue con Mulholland Drive (2001) que el creador dejó su huella en los espectadores para siempre. Un emocionante homenaje al cine de Hollywood y a la ciudad de Los Ángeles, una historia de amor muy voluptuosa, un viaje vertiginoso a través de espejos, esta obra maestra es un viaje sedoso y cautivador. Donde Naomi Watts y Elena Harring aparecen o desaparecen como semidiosas inolvidables.
Naomi Watts y Laura Elena Harring en Mulholland Drive (2001) |
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