El director franco-japonés del multipremiado cortometraje Homesick realiza una ópera prima muy bella y lograda con Hiver à Sokcho, actualmente en cines. En Sokcho, un pequeño pueblo costero de Corea del Sur, Soo-Ha, de 25 años, lleva una vida algo aburrida cuyo ritmo marcan las visitas de su madre, una pescadera, y su relación con su novio, Jun-Ho. Cuando un francés, Yan Kerrand, llega a la pensión en la que Soo-Ha trabaja, la muchacha empieza a cuestionarse su identidad y la de su padre francés, del que apenas sabe nada. Mientras el invierno se apodera del pueblo, Soo Ha y Kerrand se observarán y analizarán mutuamente, intentando comunicarse.
Si la grácil y madura Hiver à Sokcho no parece un primer largometraje, quizá sea porque su director, Koya Kamura, "ya" tiene 41 años y un rico currículum. Nacido en París, creció con un padre japonés aficionado al cine de Kitano y una madre “que lee revistas cinematográfica. El pequeño Koya quería hacer películas desde que tenía 10 años, cuando frecuentaba los platós de su padre, productor publicitario, y seguía un programa de televisión que analizaba los efectos especiales: "Es curioso, desde el principio mi dilema es: me gusta grandes películas de entretenimiento y, sin embargo, sólo escribo películas muy personales y contemplativas" -comenta el director-.
Si la grácil y madura Hiver à Sokcho no parece un primer largometraje, quizá sea porque su director, Koya Kamura, "ya" tiene 41 años y un rico currículum. Nacido en París, creció con un padre japonés aficionado al cine de Kitano y una madre “que lee revistas cinematográfica. El pequeño Koya quería hacer películas desde que tenía 10 años, cuando frecuentaba los platós de su padre, productor publicitario, y seguía un programa de televisión que analizaba los efectos especiales: "Es curioso, desde el principio mi dilema es: me gusta grandes películas de entretenimiento y, sin embargo, sólo escribo películas muy personales y contemplativas" -comenta el director-.
Después de estudiar cine en París y trabajar en MTV, el canal de vídeos musicales, pasó quince años en el departamento creativo de Disney, mientras producía anuncios. El deseo de adentrarse de "una vez en la ficción" surgió sin duda el día en que, frente a su primer cortometraje, su padre decretó: "Quizás triunfes donde yo fracasé…" No se podía haber dicho mejor: el tercer corto de Koya, la bella Homesick sobre el tema del duelo, ganó alrededor de cuarenta premios en todo el mundo. Después de Hiver à Sokcho, está en proceso de financiación su segundo largometraje, sobre el fenómeno de la “gente evaporada” en Japón. Koya Kamura está aquí, y desde hace mucho tiempo.
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