El 20 de enero de 1804, nace Eugène Sue, escritor francés nacido en París. Autor de Los misterios de París y El judío errante, novelas por entregas publicadas en diversos periódicos de la época.
Este autor fue en la década de 1840 uno de los autores más leídos y más influyentes de Francia. Ha entrado en la historia de la literatura como uno de los creadores de la novela por entregas, publicada en los diarios, y como autor de la novela quizá de mayor éxito publicada en un periódico: Los misterios de París. Su experiencia naval le sirvió de inspiración en narraciones como Kernock el pirata (1830), Atar-Gull (1831), La Salamandra (2 vols., 1832), La Coucaratcha (4 vols., 1832-1834), y otros, los cuales fueron compuestos en el punto álgido del movimiento romántico de 1830. Estuvo fuertemente influenciado de la ideas socialistas, y en especial del socialismo utópico, que emergían en aquella época en el escenario político europeo, dejándolas plasmadas en su gran obra Los misterios de París y también en El judío errante; estos dos libros fueron dramatizados por el propio Sue. Los misterios de París influenciaron posteriormente a Léo Malet para su serie de novelas titulada Los nuevos misterios de París. Sus ideas socialistas le llevaron a contribuir usualmente en el Journal des Débats, periódico creado en 1789 en el que se plasmaban diferentes debates políticos y literarios del agitado ambiente de la vieja Europa de la Santa Alianza. Siguió su carrera con libros singulares como Los siete pecados capitales y Los misterios del pueblo (1849-1856) el cual fue reprimido por el censor en 1857 y puesto en el Índice de Libros Prohibidos de la religión Católica. Su período de gran éxito y popularidad coincidió con el de Alejandro Dumas, siendo comparados por los contenidos de sus obras y su militancia política. Escribió también Venganza africana, publicada en español en la colección "La novela ilustrada. Y Los hijos de família, publicada en versión española de Olegario Carmona en 1865 por Joan Pons. editor de Barcelona.
Este autor fue en la década de 1840 uno de los autores más leídos y más influyentes de Francia. Ha entrado en la historia de la literatura como uno de los creadores de la novela por entregas, publicada en los diarios, y como autor de la novela quizá de mayor éxito publicada en un periódico: Los misterios de París. Su experiencia naval le sirvió de inspiración en narraciones como Kernock el pirata (1830), Atar-Gull (1831), La Salamandra (2 vols., 1832), La Coucaratcha (4 vols., 1832-1834), y otros, los cuales fueron compuestos en el punto álgido del movimiento romántico de 1830. Estuvo fuertemente influenciado de la ideas socialistas, y en especial del socialismo utópico, que emergían en aquella época en el escenario político europeo, dejándolas plasmadas en su gran obra Los misterios de París y también en El judío errante; estos dos libros fueron dramatizados por el propio Sue. Los misterios de París influenciaron posteriormente a Léo Malet para su serie de novelas titulada Los nuevos misterios de París. Sus ideas socialistas le llevaron a contribuir usualmente en el Journal des Débats, periódico creado en 1789 en el que se plasmaban diferentes debates políticos y literarios del agitado ambiente de la vieja Europa de la Santa Alianza. Siguió su carrera con libros singulares como Los siete pecados capitales y Los misterios del pueblo (1849-1856) el cual fue reprimido por el censor en 1857 y puesto en el Índice de Libros Prohibidos de la religión Católica. Su período de gran éxito y popularidad coincidió con el de Alejandro Dumas, siendo comparados por los contenidos de sus obras y su militancia política. Escribió también Venganza africana, publicada en español en la colección "La novela ilustrada. Y Los hijos de família, publicada en versión española de Olegario Carmona en 1865 por Joan Pons. editor de Barcelona.
Los misterios de Paris, su obra más famosa y ejemplo del folletin por excelencia, fue escrito por Eugene Sue y publicado por entregas por el periódico Le Courrier Française, en torno a 1845, pretendía describir con toda veracidad los bajos fondos del París de la época. Llevar de la mano al lector al mundo sórdido de la pobreza, de la miseria física y moral, donde a veces pervive la honradez pero casi siempre triunfa la maldad, el crimen y el deshonor.
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