Stendhal, retrato de Johan Olaf Sodemark (1840). |
23 de enero de 1783 nace Henri Beyle, conocido por el seudónimo de Stendhal, escritor francés. del siglo XIX. Valorado por su agudo análisis de la psicología de sus personajes y
la concisión de su estilo, es considerado uno de los primeros y más
importantes literatos del Realismo. Es conocido sobre todo por sus novelas Rojo y negro (Le Rouge et le Noir, 1830) y La cartuja de Parma (La chartreuse de Parme, 1839).
Los principales temas de su producción literaria fueron su
marcadísima sensibilidad romántica y un poderoso sentido crítico, que
dieron vida a su filosofía de caza de la felicidad, egotismo (1)
típico de todos sus personajes. El análisis de las pasiones, de los
comportamientos sociales, el amor por el arte y por la música, además de
la búsqueda epicúrea
del placer, se expresaban con un modo de escribir personalísimo, en el
que el realismo de la observación objetiva y el carácter individual de
su expresión se fundían de modo armónico.
Por todas estas razones, Stendhal tuvo que sufrir el vacío que le
hicieron sus contemporáneos, con excepción, como se dijo anteriormente,
de Honoré de Balzac,
pero alcanzó una enorme fama después. Mezclando con acierto la
ambientación histórica y el análisis psicológico, sus novelas describen
el clima moral e intelectual de Francia.
Stendhal ha sido considerado el creador de la novela moderna, que dio
paso a la gran narrativa del siglo XIX. Se dice que es el escritor del
XIX que menos ha envejecido. Su positivismo, sin contaminarse de ideologías, muestra al lector un lenguaje muy moderno. Una curiosidad: Por su causa, en Medicina se describe el llamado síndrome de Stendhal,
que es una especie de éxtasis y mareo que se produce al contemplar una
acumulación de arte y belleza en muy poco espacio y tiempo. Stendhal lo
experimentó al contemplar la basílica de Santa Croce de Florencia.
(1)El término egotismo, de origen inglés (Egotism),
puede ser identificado con el concepto de excesiva importancia
concedida a sí mismos y a las propias experiencias vitales. Se trata, en
suma, de la tendencia a hablar o escribir de modo excesivo sobre sí.
(2) Derivado del filósofo griego Epicuro, procurar el placer y evadir el dolor, pero siempre de una manera racional, evitando los excesos, pues estos provocan un posterior sufrimiento.
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