El 26 de enero de 1911, en el Semperoper de Dresde (Alemania) se estrena la ópera El caballero de la rosa, de Richard Strauss. El caballero de la rosa (título original en alemán, Der Rosenkavalier, Op. 59) es una ópera cómica en tres actos con música de Richard Strauss y libreto en alemán de Hugo von Hofmannsthal y el mismo compositor. El libretista optó en un primer momento por titularla Vetter
von Land (el Primo del Campo) que luego cambió por Quinquin,
mientras que Strauss prefería el título de Ochs auf Lechernau;
finalmente coincidieron en el título actual. La historia transcurre en Viena, en el siglo XVIII, en los primeros años del reinado de la emperatriz María Teresa I.
Después de componer óperas como Salomé (1905) y Elektra (1909) -antes de éstas, había escrito Guntram y Feuersnot, pero fueron dos sonoros fracasos, y de las mismas no ha vuelto a tenerse noticia alguna)-, en donde asomaba la politonalidad, la atonalidad y el paroxismo expresionista, con un texto dramático influido por el vocabulario freudiano
de las pasiones humanas, Strauss comunicó a Von Hofmannsthal su deseo
de componer una ópera distinta, al estilo de la ópera mozartiana,
ligera, humorística y ambientada en la sociedad del siglo XVIII (Las bodas de Fígaro).
A diferencia de las óperas anteriores, el libreto de Von Hofmannsthal
es original; es decir, que no está basado en obras literarias
existentes. En el bosquejo inicial, los protagonistas iban a ser el barón
Ochs y Octavian. Sin embargo, a medida que fue avanzando la escritura
de la obra, el personaje de la Mariscala fue creciendo y afirmándose
hasta transformarse en un rol protagónico.
El título de la ópera alude a una costumbre inexistente inventada por
Von Hofmannsthal, que sirve de excusa para el desarrollo argumental.
El estreno en España tuvo lugar el 2 de abril de 1921, en el Gran Teatro del Liceo, de Barcelona.
El caballero de la rosa sigue siendo una de las óperas más populares; en las estadísticas de Operabase aparece la n.º 37 de las cien óperas más representadas en el período 2005-2010, siendo la 7.ª en alemán y la segunda de Richard Strauss, después de Salomé.
Argumento
La
historia transcurre en Viena, en el siglo XVIII, en los primeros años del
reinado de la emperatriz María Teresa I.
Acto I: Dormitorio de la
Mariscala
Amanece
mientras la Mariscala y su joven amante, Octavian, intercambian palabras de
amor tras haber pasado una noche juntos.
Entra
Mohamed, el criado negro de la princesa, con el desayuno y Octavian se esconde.
Sale de su escondite cuando Mohamed se retira y la pareja sigue con su diálogo
mientras toman el desayuno.
Se
oyen ruidos fuera de la habitación. La Mariscala teme que su marido, que se
halla de cacería lejos de Viena, haya regresado de improviso, por lo que
Octavian se esconde y se disfraza de criada.
Robert Sterl: Ernst Edler von Schuch dirige El caballero de la rosa (Escena del Primer Acto, Ochs/Notario) (1912) |
Apartando
a los lacayos, el barón Ochs, primo de la Mariscala, irrumpe en la habitación y
comienza a hablar de su próximo matrimonio con Sophie, la hija del acaudalado
burgués Faninal. Le pide a su prima que le recomiende a un noble que le
entregue a Sophie una rosa de plata en señal de compromiso, de acuerdo a la
costumbre. Durante la conversación, Ochs coquetea con “Mariandel”, la supuesta
criada en que se disfrazó Octavian. Ochs se justifica ante la Mariscala
diciendo que aún estando casado seguiría persiguiendo a campesinas y criadas.
Viendo
la situación, la Mariscala propone a Octavian como portador de la rosa.
Es
la hora en que la Mariscala recibe a las visitas y la habitación se llena de
gente que acude a solicitar algún favor. Un tenor italiano ofrece un aria
sentimental, mientras el barón discute con un notario sobre la dote de Sophie.
Entre los visitantes se encuentra una pareja de intrigantes italianos, Annina y
Valzacchi, que ofrece sus servicios al barón, quien los contrata para que
localicen a Mariandel.
Todos
se marchan y la Mariscala, en su soledad, piensa en el futuro de la prometida,
entregada a un ser tan desagradable como su primo, y recuerda cómo fue obligada
en su juventud a casarse con un hombre mayor al que no amaba. Estos recuerdos
la llenan de melancolía, y le hacen reflexionar sobre el paso del tiempo y la
vejez que se acerca irremediablemente.
Cuando
Octavian regresa, la Mariscala le asegura que tarde o temprano encontrará una
muchacha de su edad de la que se enamorará, y la abandonará para siempre. Esto
enfurece al muchacho, que le asegura que nunca dejará de amarle. Cuando
Octavian se marcha, la Mariscala repara en que no se ha despedido con un beso
como era habitual y manda a sus criados a buscarle, pero ya no le encuentran.
Entonces, le envía la rosa que ha de presentar a la prometida del barón.
Acto II: Sala de visitas en
la casa de Faninal
En
la mansión de Faninal se espera la llegada del caballero que entregará la rosa
de plata. Faninal, muy nervioso, trata de calmar a su hija, mientras Marianne,
el aya de Sophie, mira por la ventana la llegada de Octavian.
Richard Mayr como el Barón Ochs. |
Anunciado
por una multitud de lacayos, Octavian entra lujosamente vestido, y presenta la
rosa de plata a Sophie, quien la acepta extasiada; cuando ambos cruzan sus
miradas, comienzan a sentirse irresistiblemente atraídos.
Cuando
la escolta se retira, ambos jóvenes se sientan a conversar, pero son
interrumpidos por la entrada del barón Ochs, escandalizando a Sophie con sus
groseros elogios. Luego, Ochs se retira a discutir el contrato de matrimonio
con el padre de la joven.
La
pareja se queda a solas. Sophie afirma que no se casará con el barón y ambos se
abrazan declarándose su amor. Valzacchi y Annina los sorprenden y llaman a
Ochs, pero este no da importancia a lo sucedido. Octavian dice al barón que
Sofía jamás se casará con él y le reta a duelo. El barón se muestra inexperto
con la espada y Octavian le hiere levemente.
En
medio de la confusión, Sophie le dice a su padre que nunca se casará con Ochs,
y Faninal amenaza con hacerle ingresar a un convento si no accede a casarse.
Entre tanto, Octavian contrata los servicios de Annina y Valzacchi para salvar
a Sophie de esta situación.
El
barón, a quién los criados han dejado solo, se recupera del susto bebiendo
vino. Annina entra con una carta de “Mariandel” en la que le pide una cita con
ella, y Ochs vislumbra una conquista amorosa.
Acto III: Una habitación en
una posada
Instigados
por Octavian, Annina y Valzacchi preparan la trampa que le han tendido al
barón. Poco después, entran Ochs y Mariandel para cenar en privado, mientras la
falsa doncella se muestra tímida y nerviosa.
De
repente unas extrañas apariciones se ven en distintos lugares de la habitación,
dejando perplejo al culpable barón. Luego, Annina disfrazada de viuda, aparece
con varios niños gritando que Ochs es su padre. Llega la policía, y Ochs en su
defensa presenta a Mariandel como su prometida llamándola Sophie de Faninal,
pero en ese momento aparece Faninal, quien llama a Sophie para que refute la
absurda pretensión del barón.
Cuando
Octavian susurra a la policía la verdad sobre su disfraz, entra la Mariscala y
comprende rápidamente todo lo ocurrido, haciendo desistir a Ochs de su
pretensión de casarse con Sophie.
La
Mariscala se queda a solas con los jóvenes amantes y renuncia generosamente a
Octavian a favor de Sophie. Luego abandona el lugar junto al padre de Sophie, quién
se siente feliz por haber cumplido su deseo de ingresar en la nobleza.
Octavian
y Sophie quedan solos, y llenos de dicha repiten su declaración de amor.
El caballero de la rosa combina una farsa de enredos al estilo de las comedias del siglo XVIII, centrada en el barón Ochs, con una profunda reflexión sobre el paso del tiempo, a cargo de la Mariscala.
Estos dos temas destacan la oposición entre estos dos roles. El barón es un personaje burdo, lujurioso y pedante, mientras la Mariscala representa el pensamiento moderno, refinado e inteligente.
Si bien la trama está ambientada en el siglo XVIII, los temas tratados son enfocados desde las ideas del siglo XX. No hay censura alguna respecto del hecho que la Mariscala sea infiel a su marido con un joven adolescente, sino que por el contrario este personaje es tratado con respeto y afecto. Por otra parte, la intención del barón de casarse con Sophie se muestra en todo momento con sarcasmo e ironía, resaltando las aristas más viles y cínicas de esta unión. Finalmente, cuando Sophie descubre el tipo de persona que es el barón Ochs, decide no casarse con él, actitud que difícilmente sería tolerada en el momento en que transcurre la obra.
Los roles de Octavian y la Mariscala se corresponden con los de Cherubino y la Condesa en Las bodas de Fígaro de Mozart, pero mientras en ésta el amor de Cherubino hacia la Condesa no es correspondido, Strauss los presenta como amantes desde el comienzo de la ópera.
Al igual que en la citada ópera de Mozart, una mujer asume el papel de un joven, en este caso Octavian, pero en la obra de Strauss se acentúa la confusión sexual que esto provoca. En las primeras funciones a partir del estreno de esta obra, muchos espectadores se escandalizaron por el hecho de que la obra comience con una escena de alcoba entre dos mujeres, donde una de ellas toma el rol de un joven. Esta confusión se acentúa cuando el barón persigue a una criada que en realidad es un joven disfrazado de mujer, pero cuyo rol es representado por una mujer. Si bien una situación similar se presenta en Las bodas de Fígaro, no tiene un papel central dentro de la trama, como en esta ópera.
Una diferencia significativa respecto de Las bodas de Fígaro es que el libreto de Von Hofmannsthal carece del contenido social que subyace en la obra de Mozart. Mientras en la ópera de Mozart la trama pone en evidencia conflictos entre la aristocracia y las clases bajas (lo que motivó que la obra teatral en la que se basa estuviera prohibida en varias ciudades de Europa), en la obra de Strauss los conflictos se dirimen entre la aristocracia y la burguesía acomodada.
El libreto de Von Hofmannsthal evoca la ironía y el tono moralista de la obra Marriage à-la-mode (Matrimonio la moda), del pintor inglés William Hogarth. Esta obra relata a través de seis pinturas las nefastas consecuencias de un contrato matrimonial entre el hijo de un aristócrata en decadencia y la hija de un burgués millonario. La cuarta pintura de esta serie inspiró la escena del primer acto en la que la Mariscala recibe a las visitas, al notario, al peluquero y al cantante con el flautista.
Matrimonio a la moda de W. Hogarth |
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