jueves, 28 de febrero de 2013

Biografías cinematográficas y literarias: John Steinbeck

John Steinbeck 

Nació en Salinas, California, el 28 de febrero de 1902. Su padre, John Steinbeck (1863-1935), era tesorero; su madre, Olivia Hamilton (1867-1934), maestra. John Steinbeck tuvo tres hermanas. Estudió en Salinas y luego en la Universidad de Stanford, pero nunca se graduó. Desempeñó distintos oficios, entre ellos el de trabajador durante la construcción del Madison Square Garden. En 1925 se marchó a Nueva York, donde trabajó como freelance para el New York American, pero fue despedido. El resultado de esta experiencia sería el ensayo Making of a New Yorker publicado en 1946 en The New York Times. Steinbeck regresó a California un año después y trabajó de guía turístico en el acuario de Tahoe City, donde conoció a Carol Henning, su primera esposa.
En 1929 escribió su primera novela, La Copa de Oro (Cup of gold: A life of Sir Henry Morgan, Buccaneer, with Ocasional Reference to History), una obra de ficción histórica basada en la vida de Henry Morgan, que no tuvo éxito. En enero de 1930 se casó con Carol Henning y se trasladó a Pacific Grove. Allí conoció a Edward Ricketts, un marino biólogo, con quien mantuvo una gran amistad.
En 1932 publicó The Pastures of Heaven, un conjunto de historias situadas en la ciudad de Monterrey. Al año siguiente publicó The Red Pony y To a God Unknown. En 1935 escribió Tortilla Flat, novela por el cual recibió su primer premio literario, La Medalla de Oro, galardón concedido por el Commonwealth Club of California a la mejor novela escrita por un californiano. Con este compendio de historias humorísticas, Steinbeck obtuvo cierto éxito.
En In Dubious Battle (1936) y De ratones y hombres (1937), Steinbeck realiza un retrato de la clase trabajadora durante la Gran Depresión. En De ratones y hombres se narra la vida y sueños de dos trabajadores que van de un sitio a otro en California buscando trabajo en granjas. Esta obra tuvo un gran éxito entre la crítica y Steinbeck fue galardonado con el New York Drama Critics Award. La novela fue llevada al teatro, donde también gozó de gran popularidad. En los años siguientes, Steinbeck escribió dos obras de teatro: The Long Valley (1937) y Their Blood is Strong (1938).
En 1939 publicó Las uvas de la ira, considerada su mejor obra. Basada en artículos periodísticos que había escrito él mismo en San Francisco, está considerada por muchos como su obra más lograda. En 1940, recibió el premio Pulitzer pero su éxito no estuvo libre de controversia: las ideas políticas de Steinbeck, crítico con el capitalismo y a favor de las reformas llevadas a cabo por Franklin D. Roosevelt con el New Deal para favorecer a la clase trabajadora, le conllevaron la condena del sector tradicionalista, sobre todo en su propio estado.
En 1940, Steinbeck se embarca en una expedición alrededor del Golfo de California junto a su amigo el biólogo Ed Ricketts. Las experiencias vividas durante esta expedición las recoge Steinbeck en su obra The Log from the Sea of Cortez. Carol Hening, la esposa de Steinbeck, los acompañó en el viaje; sin embargo, la relación matrimonial comenzó a deteriorarse y la pareja terminó divorciándose en 1942. Ese mismo año, Steinbeck se casó con Gwyndolyn "Gwyn" Conger, con quien tuvo dos hijos: Thomas Steinbeck y John Steinbeck IV.
En 1952 publicó Al este del Edén, que sería llevada al cine por Elia Kazan y cuyo protagonista sería el malogrado James Dean. Está considerada una de sus obras más importantes y fue la favorita del propio autor. Narra la historia de dos familias, los Trasks y los Hamilton, en el periodo que va desde el fin de la Guerra de Secesión hasta la Primera Guerra Mundial. El relato está concebido como una monumental alegoría sobre el problema del libre albedrío y la predestinación en relación al Mal.
John Steinbeck recibió el premio Nobel de Literatura en 1962. Murió el 20 de diciembre de 1968 en Nueva York.
A lo largo de su vida, Steinbeck usó el símbolo Pigasus (de pig, cerdo en inglés y Pegasus), un cerdo volador, «atado a la tierra pero aspirando a volar».

Obra

  • Cup of Gold: A life of Sir Henry Morgan, Buccaneer, with occasional reference to history (La taza de oro,  1927)
  • The Pastures of Heaven(Las praderas del cielo, 1932 )
  • The Red Pony (El poni rojo, , 1933)
  • To a God Unknown, (A un dios desconocido, 1933) 
  • Tortilla Flat (1935)
  • In Dubious Battle (En lucha incierta, 1936)
  • Of Mice and Men (De ratones y hombres, 1937, también traducido como La fuerza bruta)
  • The Long Valley (El valle largo, 1938)
  • The Grapes of Wrath  (Las uvas de la ira, 1939)
  • The Forgotten Village (1941)
  • Sea of Cortez: A Leisurely Journal of Travel and Research (1941)
  • The Moon Is Down (La luna se ha puesto, 1942 )
  • Bombs Away: The Story of a Bomber Team (1942)
  • Cannery Row (Los arrabales de Cannery, 1945)
  • The Wayward Bus (1947)
  • The Pearl (La perla, 1947)
  • A Russian Journal (Un diario ruso, 1948 )
  • Burning Bright, 1950
  • The Log from the Sea of Cortez (Por el mar de Cortéz, 1951)
  • East of Eden (Al este del Edén, 1952 )
  • Sweet Thursday (1954)
  • The Short Reign of Pippin IV: A Fabrication (El Breve Reinado de Pipino IV, 1957)
  • Once There Was A War (Hubo una vez una guerra, 1958 )
  • The Winter of Our Discontent (El invierno de mi desazón, 1961)
  • Travels with Charley: In Search of America (Viajes con Charley en busca de América, 1962)
  • America and Americans (Norteamérica y los norteamericanos, 1966 )
  • Journal of a Novel: The East of Eden Letters (1969)
  • Viva Zapata!, 1975
  • The Acts of King Arthur and His Noble Knights (Los hechos del Rey Arturo y sus nobles caballeros, 1976)
  • Working Days: The Journals of The Grapes of Wrath, 1989
Steinbeck describió en su obra la eterna lucha de las gentes que dependen de la tierra para sobrevivir. Convirtió la dignidad de los pobres y los oprimidos en el tema central de su obra. Sus personajes, atrapados en un mundo injusto, siguen siendo seres humanos agradables y heroicos, a pesar de su derrota.

John Steinbeck y el cine

A nuestro autor le interesó el cine y como se puede comprobar escribió algunos guiones y propuso historias para que fueran realizadas por otros guionistas. Pero, sobre todo, hay que destacar las numerosas adaptaciones de sus obras. He aquí una muestra.
  • La fuerza bruta (De ratones y hombres) (Of Mince and Men, 1939) de Lewia Milestones. Años 30. Sobre la América de la Gran Depresión. Los protagonistas son dos amigos en paro, uno de ellos un retrasado mental, que son contratados para trabajar en un rancho. Con Burgess Meredith, Betty Field, Lon Chaney Jr., Charles Bickford, Bob Steele, Noah Beery Jr., Roman Bohnen. Cuatro nominaciones a los Oscar, entre los que se encuentra, mejor película, mejor banda sonora original.


  • Las uvas de la ira (The Grapes of de Wrath, 1940) dirigida por John Ford y protagonizada por Henry Fonda. Ya comentada en la entrada John Ford. 
  • La vida es así (Tortilla Flat, 1942) de Victor Fleming, con Spencer Tracy, Hedy Lamarr, John Garfield, Frank Morgan, Akim Tamiroff, Sheldon Leonard, John Qualen, Donald Meek. La acción dramática se sitúa en 1os primeros años 30, durante la Gran Depresión, en Monterrey, Redwood Forrest y Tortilla Flat (Llano de la tortilla), zona de las colinas de California, próxima al puerto de Monterrey, poblada mayoritariamente por “paisanos”, descendientes de los primeros colonos españoles y mejicanos, que como vaqueros se establecen en el lugar antes de la independencia de California (1846). Los “paisanos” forman una comunidad de desheredados, desarraigados e inadaptados que sobreviven como pícaros. Danny (Garfield) hereda dos viviendas de madera, hecho que le convierte en foco de atención de los vividores, oportunistas y holgazanes Pilón (Tracy) y Pablo (Tamiroff). Al grupo se une posteriormente un solitario vendedor de madera, que convive con 5 perros, llamado El pirata (Morgan), del que se sospecha que tiene una fortuna escondida en algún lugar. Pilón es manipulador, cínico, embrollón y malintencionado, pero encantador. Pablo es el mejor amigo de Pilón, del que hace las veces de colaborador y ayudante. El pirata, tratado de loco, es ingenuo y devoto admirador de San Francisco de Asís. Danny se enamora de la joven portuguesa Dolores Ramírez (Lamarr), que trabaja como peón en una planta de manipulación y tratamiento de pescado fresco. Nominada al Oscar al mejor actor seundario (Frank Morgan).


  • Naufrágos (Lifeboat, 1944) de Alfred Hitchcock. con un guión de Jo Swerling sobre una historia de John Steinbeck. Tres nominaciones al Oscar: mejor director, fotografía (B&N), historia; Círculo de críticos de Nueva York: mejor actriz (Tallulah Bankhead).Durante la Segunda Guerra Mundial, ocho supervivientes de un barco que ha sido torpedeado comparten un bote salvavidas. También recogerán a un nazi que está a punto de ahogarse, lo que provocará diversas tensiones entre los tripulantes.
  • Donde nacen los héroes (A Medal for Benny, 1945) de Irving Pichel, con un guión de   Frank Butler sobre una historia de John Steinbeck y Jack Wagner. Drama bélico en el marco de la II Guerra Mundial. Dos nominaciones al Oscar: mejor actor secundario (J. Carrol Naish) y mejor historia. Globo de Oro: mejor actor secundario (J. Carrol Naish).
  • La perla (1947) de Emilia Fernández, con Pedro Armendáriz. producción mejicana.  Nominada a seis premios Ariel (el Oscar o Goya mexicano) y ganadora de cuatro; entre ellos mejor director (Emilio “El indio” Fernandez), mejor actor (Pedro Armendáriz) y evidentemente mejor fotografía. La película es un despliegue de luces y sombras, paisajes majestuosos, primeros planos y secuencias dramáticas de primer nivel. Un guión inteligente, de pocos diálogos pero contundentes, además de una actuación bien lograda. Por otra parte es un buen retrato de la pobreza humana, tanto material como existencial, y a su vez una apología de la lucha por la igualdad de oportunidades y la esperanza de los de abajo de poder vivir una vida plena. En resumen, el contraste entre los sueños y la dura realidad. Venecia: mejor fotografía.
  • El poni rojo (The Red Pony, 1949) de Lewia Milestone con Robert Mitchum y Mirna Loy. Película familiar, donde un niño pasa su infancia en un rancho bajo las diferencias entre sus padres y su abuelo.
  • ¡Viva Zapata! (1952) de Elia Kazan, con Marlon Brando y Anthony Quinn. Biografía de Emiliano Zapata (1879-1919), famoso revolucionario mejicano que sublevó a todo el país contra el gobierno dictatorial del Presidente Porfirio Díaz. Kazan intenta mostrar cómo los líderes revolucionarios se corrompen en cuanto alcanzan el poder. El guión de John Steinbeck, sobre una novela de  Edgcumb Pichon. Oscar: mejor actor secundario (Anthony Quinn) y 5 nominaciones; Festival de Cannes, mejor actor (Marlon Brando). Nominada a mejor película;  Premios BAFTA: mejor actor extranjero (Marlon Brando). Nominada a mejor película.
  • Lagrimas y risas (AKA Cuatro páginas de la vida) (O. Henry's Full House, 1952). Película basada en relatos del escritor inglés O. Henry. Consta de varios episodios independientes ambientados en Nueva York, a finales del siglo XIX, y presentados por John Steinbeck. Fue rodada por cinco de los mejores directores del momento: Henry Hathaway, Howard Hawks, Henry King, Henry Koster y Jean Negulesco.
  • Al este del Edé (East of Eden, 1955) de Elia Kazan. Ver entrada de James Dean.
  • The Wayward Bus (1957) de Victor Vicas, con Joan Collins y Jane Mansfield. Drama.
  • Destino sin rumbo (Cannery Row, 1982) guión y dirección de David S. Ward, con Nick Nolte y Debra Winger. Cannery Row es un viejo pueblo costero habitado por singulares personajes: prostitutas, comerciantes, deficientes, borrachos y un viejo visionario. Todos tienen un pasado del que jamás se habla. Allí aterriza Suzy (Debra Winger), una joven sin rumbo de arrolladora personalidad que pronto empezará a trabajar en el burdel y entablará una curiosa relación con Doc (Nick Nolte), un enigmático biólogo.
  • De ratones y hombres (Of Mince and Men, 1992) de Gary Sinise, con John Malkovich y Gary Sinise, en los principales papeles. Otra adaptación de la novela homónima de Steinbeck. Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película).
  • La perla (The Pearl, 2001) de Alfredo Zacarias. Otra producción mejicana que adapta la novela homónima de Steinbeck. 


Viñeta de Erlich

El País, miércoles 27 de febrero de 2013


Noticias de libro: Maravillas

Maravillas

Brian Selznick
Traducción de Ana H. de Deza
SM
Madrid
2012
540 págs.
Gun Flint Lake, Minnesota, 1977. Un niño llamado Ben vive con sus tíos. Su madre ha muerto en un accidente, y Ben sueña con encontrar a su padre, a quien nunca ha conocido. Hoboken, New Jersey, 1927. Una niña llamada Rose, discapacitada auditiva, se rebela contra su padre superprotector. Rose admira a una actriz famosa y colecciona fotos y noticias sobre ella. Cuando Ben encuentra en la antigua habitación de su madre una pista que podría llevarle hasta su padre y Rose lee un llamativo titular en un periódico, cada uno se embarca en una búsqueda desesperada.A primera vista, la historia de Ben y la de Rose parecen dos tramas independientes: la de él está narrada enteramente con palabras, y la de ella se cuenta mediante dibujos. Pero a medida que avanza libro, las dos historias se entrelazan hasta fundirse y convertirse en una sola, en un relato acerca de la amistad, la vida, el universo... y otras maravillas.


Noticias de libro: La reina descalza

La reina descalza

Ildefonso Falcones
Grijalbo 
Barcelona
2013
752 págs.
«Canta hasta que la boca te sepa a sangre...»En enero de 1748, una mujer negra deambula por las calles de Sevilla. Atrás ha dejado un pasado esclavo en la lejana Cuba, el hijo al que nunca volverá a ver y un largo viaje en barco hasta las costas españolas. Caridad ya no tiene un amo que le dé órdenes, pero tampoco un lugar donde cobijarse cuando se cruza en su camino Milagros Carmona, una joven gitana de Triana por cuyas venas corre la sangre de la rebeldía y el arte de los de su raza.Las dos mujeres se convierten en inseparables y, entre zarabandas y fandangos, la gitana confiesa a su nueva amiga su amor por el apuesto y arrogante Pedro García, de quien la separan antiguos odios entre ambas familias. Por su parte, Caridad se esfuerza por acallar el sentimiento que está naciendo en su corazón hacia Melchor Vega, el abuelo de Milagros, un hombre desafiante, bribón y seductor aunque también firme defensor del honor y la lealtad para con los suyos.Pero cuando un mandato real convierte a todos los gitanos en proscritos, la vida de Milagros y Caridad da un trágico vuelco. Aunque sus caminos se separan, el destino volverá a unirlas en un Madrid donde confluyen contrabandistas y cómicos, nobles y villanos; un Madrid que se rinde a la pasión que emana de las voces y bailes de esa raza de príncipes descalzos. Ildefonso Falcones nos propone un viaje a una época apasionante, teñida por los prejuicios y la intolerancia. Desde Sevilla hasta Madrid, desde el tumultuoso bullicio de la gitanería hasta los teatros señoriales de la capital, los lectores disfrutarán de un fresco histórico poblado por personajes que viven, aman, sufren y pelean por lo que creen justo. Fiel reflejo de unos hombres y mujeres que no agacharon la cabeza y que alzaron la voz para enfrentarse al orden establecido.
Ildefonso Falcones de Sierra (Barcelona, 1959) es un abogado y escritor español. La defunción de su padre cuando él tenía diecisiete años supuso el fin de su carrera deportiva como jinete. A esa edad se había convertido en el Campeón de España Junior en la categoría de salto. También destacó en hockey sobre hierba. Estudió en el Colegio de los Jesuitas de San Ignacio, y posteriormente comenzó en la universidad dos licenciaturas: Derecho y Económicas, aunque decidió dejar la segunda para compaginar Derecho con un trabajo en un bingo de la capital condal.
Actualmente trabaja como letrado en su propio bufete, situado en el barrio del Ensanche de Barcelona. Aunque ya se había iniciado en la literatura, en estos últimos años ha compaginado el trabajo con su pasión de escribir libros. Tardó cinco años en terminar su primera novela.
Ideológicamente siempre se ha manifestado simpatizante del Partido Popular, e incluso en 2008 acompañó a Mariano Rajoy —por entonces candidato popular en las Elecciones Generales— en un acto político en la Iglesia de Santa María del Mar junto con otros dirigentes del Partido Popular catalán, como Dolors Nadal y Daniel Sirera.
En 2010 el ayuntamiento de Juviles, en la provincia de Granada, acordó denominar Calle Ildefonso Falcones a una nueva vía del pueblo, dada la popularidad aportada al municipio por la novela La mano de Fátima. El acto de inauguración tuvo lugar el 4 de abril de 2010 con asistencia del homenajeado.

Obras

  • La catedral del mar (2006)
  • La mano de Fátima (2009)
  • La reina descalza (2013)

Noticias de libro: Los últimos días en el Puesto del Este

Los últimos días en el Puesto del Este

Cristina Fallarás
Salto de página
Madrid
2013
112 págs,
Una mujer, la Polaca, sitiada con sus hijos y un pequeño grupo de resistentes. Su compañero, el Capitán, ha partido por vituallas y aguardan su regreso, cada vez con menos esperanzas. Los fundamentalistas —no sabemos exactamente quiénes son, aunque sí sabemos lo que son— han despedazado el mundo que conocemos y rodean la casa. Permanece cerrada, pero los sitiados pueden oír afuera la amenaza, los gritos en la noche, las uñas de los perros, los sacrificios. Mientras espera el desenlace ella construye con su voz un relato de amor desesperado, de rabia y de muerte.
Con un lenguaje, duro y febril, Últimos días en el Puesto del Este resulta un retrato poderosamente lírico de nuestros días, una metáfora de la hecatombe que la crisis ha instalado entre nuestras certezas.
Cristina Fallarás Sánchez (Zaragoza, 18 de marzo de 1968) escritora y periodista española.
Estudió periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona y ha colaborado en la Cadena Ser, El Mundo, El Periódico de Catalunya, RNE (Ràdio4), COMRadio, el diario ADN y Factual, así como también en programas televisivos de Cuatro y Antena 3.
Desde el 27 de noviembre de 2006 al 19 de febrero de 2012 mantuvo un blog (http://cristinafallaras.blogspot.com.es/), que cerró el 19 de febrero de 2012.
En 2008, estando en su octavo mes de embarazo, fue despedida de ADN, diario del que era subdirectora.
Dirige la web Sigueleyendo y ha sido pionera en la edición de libros digitales.
Las niñas perdidas (2011) le ha granjeado dos premios:  de Novela Negra L'H Confidencial y la convirtió en la primera mujer en ganar el Hammett que otorga la Semana Negra de Gijón; también ha sido galardonada su novela breve Últimos días en el Puesto del Este, Premio Ciudad de Barbastro de Novela Breve 2011.
En noviembre de 2012, según ella misma relató en un artículo, le llegó el desahucio porque, en el paro desde 2008, no ha podido pagar la hipoteca contraída por su vivienda con el BBVA.
Tiene dos hijos (cuatro y diez años).

Obras:

  • La otra Enciclopedia Catalana, Belacqua, 2002
  • Rupturas, Urano, 2003
  • No acaba la noche, Planeta, 2006
  • Así murió el poeta Guadalupe, Alianza, 2009
  • Las niñas perdidas, Roca Editorial, 2011
  • Últimos días en el Puesto del Este, DVD ediciones, 2011
EL PRIMER CAPÍTULO DE ÚLTIMOS DÍAS EN EL PUESTO DEL ESTE
DÍA 1
Arrecia el frío y aquí, en el Puesto del Este, empiezan a escasear las vituallas. Nueve meses de sitio son mucho tiempo. Ellos siguen ahí afuera, ya casi nunca se les oye, pero podemos sentir su tensión y oímos también las patas de sus perros, las uñas contra la piedra. Su silencio es casi peor que lo otro. El capitán partió a buscar algo, sólo eso, algo. Salió sin despedirse para no romper esto que llamamos equilibrio y que sólo es una representación a punto de romperse. Su ausencia resta ánimos a la tropa. Afortunadamente, están los niños y eso nos obliga a mantener el ánimo.
Anoche volví a soñar que hablaba contigo. Es importante. Descolgaba el cable de la radio y respondías desde aquellas tierras, no sé, desde quién sabe dónde. ¿Dónde estás? ¿Sigues vivo? ¿Conseguiste escapar y tienes una vida que se parece en algo a la vida? ¿Existe todavía ahí afuera esa posibilidad? ¿Dónde estás? Es importante sentir que puedo amar aún. No sé por cuánto tiempo. Descolgaba el cable de la radio.
—Hola, sigues ahí.
—No, no sigo, acabo de llegar.
—Mientes. No puedes vivir sin mí. Me estabas esperando.
En la radio de mi sueño jugábamos como cuando empezó todo esto, jugábamos: gato y ratón. En la última ocasión que te vi abrazabas a tu mujer en la entrada del aeropuerto en el DF, ¿recuerdas? Empezaste a volver la cabeza para mirarme una vez más, pero dejaste el gesto a medias y apenas pude vislumbrar tu pómulo derecho.
—No puedes vivir sin mí.
—No vivo.
—Sé que me estabas esperando.
—...
—¿Me estabas esperando?
—¿Cómo andan todos por allá?
—Siempre estás lejos.
Ni siquiera cuando sueño que vuelvo a hablar contigo te suavizas, pero me devoraste y no lo olvido. Ayer la pequeña me preguntó por el mar. Es imposible hablarle del mar a alguien que no lo conoce, como describir el amor. Le dije agua y le dije sal, movimiento y luna, le dije azul, negro, espuma, arena y roca. Te gustaba verme llegar mojada desde el agua aquella última vez, corriendo descalza hasta la terraza, yo notaba que se te reían los ojos, aunque nunca me miraras yo sabía que me estabas viendo, me divertía provocarte, tan serio y en tu lugar, con tus condecoraciones y las responsabilidades. Tan serios todos. ¿Por qué empezamos a tratarnos tan tarde? No es esa la pregunta. ¿Por qué todo fue destrozado, se rompió, justo después de devorarme aquella única vez? Ahora se me ha quedado atascado el vértigo en el pecho, ahora sólo puedo amarte, amarte para siempre por no haberte amado. A tu mujer le asustaban los pescadores del Coacoyul. Todo es azar, el modo en que fuimos a coincidir en la costa de Guerrero aquel último verano en el que ya todo empezaba a romperse. Otra vez. Cuando la niña me preguntó por el mar, estuve a punto de hablarle de ti, en fin, del amor. El mar es la convulsión que provoca el recuerdo de tu voz en mis huesos, que me convierte en polvo y después me sopla. Quizás por eso luego soñé contigo.
—¿Estás muy lejos, amor mío?
—Cruzaría el futuro por rozarte un instante.
—Dilo otra vez.
—Adiós.
¿Hasta ese punto te he construido?
Fue en la primavera de 2014. José me agarraba del brazo como si estuviera a un paso del precipicio, yo siempre estaba para él a un paso del precipicio, le gustaba colocarme ahí, imaginarme ahí, sólo para poder agarrarme fuerte del brazo y librarme de la muerte. José tenía la muerte en el tuétano, vivía con ella más que conmigo, yo le servía para volar a ratos, cortos. Vuestras citas, vuestras conspiraciones, vuestros ridículos protocolos. Me agarró fuerte del brazo y cruzamos la puerta del Dorchester para que todas las miradas vinieran a nosotros. Siempre era así. La envergadura de José, su fuerza y mi juventud, esa soltura de sabernos elegantes por poder. José y su mujer nueva. El veterano, el temido, el teórico y su joven polaca, la rubia del indio, mi escote tan blanco contra su oscuridad. Su pequeña diosa cubierta de azúcar impalpable.
—Vamos a cenar con unos amigos. Serás la más guapa, eres la mujer más  arrebatadora, la mía, mi mujer.
Ese tipo de cosas. Quién sabe por qué no me molestaban ese tipo de cosas  en José. A cualquier otro no habría vuelto a dirigirle la mirada, sólo por el posesivo, pero José era un hombre de cuando los hombres se educaban para galopar las tierras con fusta dura y reír a carcajadas, follar con las botas puestas y echarse al mundo cargados con un rifle por defender las cosas necesarias, las adecuadas, ¿cómo decirlo, las correctas? Un rifle, sí. Agarrar la cadera con ambas manos, enormes manos morenas, y manejarme así. Ya lo creo que me manejaba.
Recuerdo. Aquella noche Londres olía a aligustre y pensé que merecía el paso de mis tacones, seguramente por la forma en la que José me hacía sentirme en el mundo: situada justo en el centro, sobre una peana de mármol. En Londres todo cobra otra transcendencia, los acontecimientos se cubren con un aire ministerial. Será la reina. O será el imperio. La idea de Londres como centro del imperio en vuestras cabezas. Jugasteis, lanzasteis los dados: Nueva York, Londres, Moscú. Erais tan anticuados que daba risa.
Aquella misma semana había hablado con José.
—Dejémoslos en Londres con sus nieblas y el pasado. Vámonos tú y yo a Tokyo, ellos no te necesitan. Hay que estar en Tokyo, es el lugar...
Pero estábamos en Londres y entramos en el Dorchester.
Nosotros dos, tú y tu mujer y aquel tipo relamido, Gorostidi, que miraba. Hay hombres que miran como si ya estuvieran bajándose la bragueta y que susurran babas.
—Qué bella rubia. Le alabo el gusto, José.
Imbécil, imbécil, imbécil, sé quién eres, tú ejecutas el dolor y la muerte, sé tu nombre y conozco tus atribuciones, pero además lo llevas escrito en la mirada.
Y luego, tú.
—Un placer, señora. Mañana nos reuniremos aquí mismo, José, según parece.
Tu voz sólo, Ernesto. Me lanzaste tu voz sin mirarme. Recuerdo las grandes arañas y que pensé Esa voz, a la vez que pensaba ¿Sobrevivirían todas estas palmas tan enormes en casa, sería capaz?
—¡Ernesto! Mi buen Ernesto, siempre a la despistada. Qué bueno verte de nuevo —José lo llenaba todo siempre de timbre y de algo que olía a metal aceitado, apartaba los sonidos y los restos con presencia—. Estrella, estás preciosa, cada día más joven. Gorostidi...
—Vendrán...
—Gorostidi, por favor, ahora no. Estas dos preciosas señoras no merecen que las aburramos.
A medida que te escribo todo esto, se me coloca en el paladar el sabor exacto del vino de aquella noche. Tengo la certeza de que jamás volveré a probar ese vino. Ni ése ni ninguno semejante. Aquí, además del agua, quedan varias botellas de ron, ya pocas, que yo no pruebo. No me reconocerías, tanto tiempo hace que no bebo. Aunque lo perdimos todo precipitadamente, hay algunas cosas cuya pérdida se sigue produciendo en mí a diario, y el vino es una de ellas. Son cosas dispares, algunas tan inconfesables como el carmín, el perfume o cierta ropa interior, las medias de seda, el sabor de los albaricoques aún calientes de sol, el champán con cocaína. Aquí me he dado cuenta de que necesitaba más mi rouge que los diarios de la mañana, sólo te lo confieso a ti, aunque ya qué podría importar, y a quién.
El capitán está entregado en piel y cabeza a la supervivencia, se siente responsable, ha recuperado su muerte del alma. Yo trato de preservar mi capacidad de amar y una vaga idea de belleza que cada día que pasa se difumina más. Tenemos libros, claro, sobre todos restos de libros, y ahí me recupero y nos refugiamos, libros, papeles, lápices, tintas, ya conoces al capitán. Los libros... El otro día vi cómo mi hijo León se llevaba a un lado a la pequeña, a las traseras del Puesto, donde las grietas se han abierto de tal modo que a esas horas del día gruesas láminas de sol parten el espacio, carillas de oro para los niños. La pequeña crece salvaje y misteriosa. Sólo confía en su hermano y en mí, y a veces en el capitán, que con ella nunca ha ejercido de padre. León agarró de la mano a la pequeña y se sentaron sobre la piedra entre dos hojas de polvo dorado en suspensión, con los ojos cerrados. Él, con las piernas cruzadas y los codos apoyados en las rodillas. La niña muy tiesa, con las piernas rectas y la carita levantada al mediodía, pura expectación. Era evidente que se trataba de un ritual acostumbrado. Entonces él arrancó, de corrido, de memoria, sin vacilar: «Llamadme Ismael. Hace unos años —no importa cuánto hace exactamente—, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la circulación. Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un nuevo noviembre húmedo y lloviznoso...».
¿Recuerdas?
A tu mujer le asustaban los pescadores del Coacoyul creo que porque pescaban tiburones —«Esas bestias, esas bestias», decía negando con su mano de condesa algo rusa, algo venezolana, no se sabía si por los tiburones o por los pescadores—. Entonces tú me mirabas sólo una chispa, lo justo para encenderme.
—Llámame Ismael.
Sólo para mí. Sólo entre tú y yo. Ese tipo de tonterías, seguramente las mismas que me mantuvieron con los ojos cerrados hasta el final, tu distancia frente a mis insatisfacciones, mi empeño por devorar un espejismo. Los recortes de las hostias, sí, algo parecido al desecho de las obleas. 

Elizabeth Taylor en la pantalla (1ª Parte)


Elizabeth Rosemond Taylor, DBE (Dama Comandante del Imperio Británico), de nombre artístico Elizabeth Taylor y también llamada más coloquialmente Liz Taylor nació el 27 de febrero de 1932 en Hampstead, Londres, hija de Sara Sothern, una actriz vocacional, y Francis Lenn Taylor, un marchante de arte estadounidense. Poco antes de la Segunda Guerra Mundial la familia regresó a Estados Unidos, gracias a lo cual Liz Taylor contó con doble nacionalidad, británica y estadounidense. Su madre siempre quiso que fuera una estrella, así que desde muy pequeña la llevó a grabar anuncios, cameos en películas, etc. De ahí que Liz Taylor siempre haya dicho que ella no quiso realizar una carrera como actriz, sino que ésta le fue impuesta por su madre.
En 1943 rueda Lassie, la cadena invisible (Lassie Come Home) de Fred M. Wilcox, con Roddy McDowall, la primera de las varias películas sobre dicha mascota (nominada al Oscar como mejor fotografía (Color). Después participa en el  drama bélico Las rocas blancas de Dover (The White Cliffs of Dover, 1944) de Clarence Brown, nominada al Oscar: mejor fotografía (B&N). Se hizo famosa a la edad de 12 años con la película de tema hípico National Velvet (Fuego de juventud, 1944) con otras dos figuras emergentes: Mickey Rooney y Angela Lansbury, que recibió cinco nominaciones dos 2 Oscar, mejor actriz de reparto (Anne Revere) y mejor montaje. Era una estrella ya en la adolescencia. 
Con 14 años rodó El coraje de Lassie, otra de la saga  sobre dicha mascota. Después rueda la comedia Vivir con papá (AKA Recursos de mujer) (Life with Father, 1947) de Michael Curtiz; el drama Cynthia (Cynthia: The Rich, Full Life, 1947) de Robert Z. Leonard; una comedia musical Así son ellas (A Date with Judy, 1948) de Richard Thorpe; y la comedia romántica Julia se porta mal (Julia Misbehaves, 1948) de Jack Conway. Poco después obtuvo un papel destacado en la adaptación de la novela Mujercitas (1949) dirigida por Mervyn LeRoy.  Adaptación de la famosa novela de Louise May Alcott. Beth, Meg, Jo y Amy son cuatro hermanas de muy diferentes caracteres, a las que les toca vivir el paso de la infancia a la madurez durante la ausencia de su padre por la guerra y en una difícil situación económica. Los sueños, las dificultades y, por supuesto, el amor, les esperan a lo largo de esta sólida, entretenida y edulcorada adaptación de la famosa novela de Alcott. Con mucho encanto, especialmente por sus toques de humor y su gran reparto, en el que se incluyen varias de las mejores actrices de la Metro-Goldwyn-Mayer de la época: June Allyson, Janet Leigh, Margaret O'Brien, Mary Astor, Lucile Watson... Oscar: mejor dirección artística (color).
Después interpretaría junto a Robert Taylor Traición (Conspirator, 1949) de Victor Saville un thriller de espioaje. Su siguiente gran éxito sería El padre de la novia (Father of the Bride, 1950), una comedia romántica, junto a Spencer Tracy y con dirección de Vincente Minnelli. Ese mismo año también participa en la comedia Cicatrices del recuerdo (The Big Hangover) de Norman Krasna, con Van Johnson de pareja.
Luego llegaría Un lugar en el sol (A Place in the Sun, 1951), dirigida por George Stevens y protagonizada por Montgomery Clift, Elizabeth Taylor y Shelley Winters entre otros actores. Adaptación de Una tragedia americana, la famosa novela de Dreiser. George Eastman (Montgomery Clift), un joven sin recursos, consigue un trabajo gracias a un lejano tío suyo, el rico industrial Charles Eastman (Herbert Heyes). A pesar de su parentesco, Eastman asigna George un modesto trabajo en su fábrica y no le deja entrar en su círculo social. Sin embargo, el joven conoce a Ángela Vickens (Elizabeth Taylor), una bellísima aristócrata de la que se enamora. Pero George tiene novia, una humilde empleada de la fábrica, razón por la cual tendrá que afrontar un espinoso dilema moral. Logró seis Oscar: mejor director, mejor guión, mejor fotografía blanco y negro, mejor montaje blanco y negro, mejor vestuario, mejor banda sonora original no musical; y un Globo de Oro: mejor película dramática. 
También en 1951 participaría en El padre es abuelo (Father's Little Dividend) de Vincent Minelli, continuación de El padre de la novia. Marido a la fuerza (Love is Better Than Ever) es una comedia romántica dirigida por Stanley Donen de 1952, sin más trascendencia. En ese mismo año interpretaría junto a Robert Taylor y Joan Fontaine, Ivanhoe, dirigida por el maestro del cine de aventuras, Richard Thorpe, que ofrece esta versión del clásico de Walter Scott y despliega un brillante repertorio que contiene todos los ingredientes del género en una película sobre las hazañas en la corte de Ricardo Corazón de León.
Seguirían The Girl Who Had Everything (1953) de Richard ThorpeEl árbitro de la elegancia (Beau Brummell, 1954) de Curtis Bernhardt, drama de época, con Stewart Granger y Peter Ustinov; Rapsodia (Rhapsody, 1954), un drama dirigido por Charles Vidor con Vittorio Gasman; la película de aventura La senda de los elefantes (Elephant Walk,1954) de William Dieterle, con Peter Finch y Dana Andrews; La última vez que vi París (The Last Time I Saw Paris, 1954), melodrama dirigido por Richard Brooks, con Van Johnson, Donna Reed y Walter Pindgeon. 
Pero, especialmente, hay que destacar en ésta época su participación junto con James Dean y Rock Hudson, en Gigante (Giant1956) de George Stevens.Trata del devenir histórico de una familia que, aunque al principio se resiste, finalmente cede ante las presiones para convertir su hacienda de ganadera a petrolera. Muestra cómo la riqueza del petróleo impacta en sus modos de vida y en los desafíos que como padres les surgen de educar y acompañar el crecimiento de los hijos. Comienza con Jordan Benedict (Rock Hudson) dueño de una extensa hacienda, que conoce a Leslie (Elizabeth Taylor) en Maryland, con quien se casa. Ya en su estancia, pronto los dos se dan cuenta de las diferencias que les separan. Tienen tres hijos. Se descubre petróleo en sus tierras y son presionados para convertir su hacienda de ganadera a petrolera, actividades que al principio conviven, para finalmente prevalecer el petróleo. Jett Rink (James Dean), es un empleado de Benedict algo conflictivo, que termina siendo dueño de una parte de la tierra en la cual luego encuentra petróleo, ésto le permite convertirse en un hombre muy rico. Pero, aunque dueño de un imperio, es infeliz por la frustración que le provoca su amor por Leslie, la esposa de su ex-jefe, a la cual intentó en algún momento conquistar. Se llega así al enfrentamiento de Jett con la familia Benedict, y concluye con la introducción de los nietos Benedict. Oscar al Mejor director y 10 nominaciones, incluyendo mejor película; Premios David di Donatello: mejor productor extranjeroEn 2005 fue incluida entre los filmes que preserva el National Film Registry (Registro Nacional de Filmes) de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, por ser considerada «cultural, histórica, o estéticamente significativa».
Posteriormente fue nominada al Premio Oscar en la categoría de mejor actriz, por su trabajo en El árbol de la vida (Raintree County, 1957) de Edward Dmytryk, Superproducción protagonizada por dos de las mayores estrellas de la época (Montgomery Clift y Liz Taylor) con la que la Metro Goldwin Mayer intentó repetir el éxito de Lo que el viento se llevó. Un conocido melodrama basado en un best-seller de Ross Lockbridge Jr. que quedó lejos de alcanzar la categoría de clásico, obteniendo además discretos resultados en taquilla -sólo fue la 6ª película con mayor recaudación del año-. Durante el rodaje Montgomery Clift sufrió su famoso accidente de coche, que le inmovilizó parte de la cara el resto de su vida.
En el apogeo de su carrera, protagonizó junto a Paul Newman el drama romántico La gata sobre el tejado de zinc (Cat on a Hot Tin Roof, 1958) de Richard Brooks, adaptación de la obra teatral homónima de Tenessee WilliamsTrata, a través de una historia familiar asociado a las tensiones de las relaciones de pareja, con temas tan delicados como la fidelidad, la lealtad, la ambición, la paternidad y el cinismo.Recibió múltiples críticas positivas, su segunda nominación al premio Oscar por mejor actriz y su primera candidatura al galardón BAFTA como mejor actriz británica.
Otro gran éxito fue, De repente el último verano (Suddenly, Last Summer, 1959) junto a Katharine Hepburn y Montgomery Clift (que le proporcionaría su primer Globo de oro y otra nominación al Óscar). Liz Taylor y Montgomery Clift mantuvieron una estrecha amistad hasta la muerte del actor en 1966.Premios David di Donatello: Plato dorado (Elizabeth Taylor).La película es intensa, sofisticada, turbia y teatral, y apabulla desde los títulos de crédito al comprobar la cantidad de talento que reúne: guión de Tennessee Williams y Gore Vidal sobre la obra homónima del primero, dirección a cargo de Joseph L. Mankiewicz, el más ingenioso cineasta de Hollywood.




















miércoles, 27 de febrero de 2013

La frase del día

Hoy traemos a este blog una frase para reflexionar.


Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia.

Henry Brooks Adams[1]




[1]Novelista, periodista y historiador estadounidense, descendiente de dos presidentes de los Estados Unidos (16 de febrero de 1838, Boston, Massachusetts - 27 de marzo de 1918, Washington D.C.). The Education of Henry Adams (1918), es su obra más conocida y una de las autobiografías más sobresalientes de la literatura occidental, donde plasma sus conflictos con las incertidumbres del siglo XX.







lunes, 25 de febrero de 2013

Película: La fuente de las mujeres


Ficha técnico-artística

Título original: La Source des femmes
Año: 2011
País(es): Francia, Bélgica e Italia
Duración: 135 minutos
Director: Radu Mihăileanu
Guión: Alain-Michel Blanc y Radu Mihăileanu
Intérpretes: Leïla Bekhti como Leila; Hafsia Herzi como Loubna Esmeralda; Biyouna; Zinedine Soualem; Sabrina Ouazani; Malek Akhmiss como Soufiane; Saad Tsouli como Mohamed; Saleh Bakri como Sami; Hiam Abbass como Fátima
Fotografía: Glynn Speeckaert
Música: Armand Amar
Diseño de producción: Christian Niculescu
Vestuario: Viorica Petrovic
Productora: Elzevir Films, EuropaCorp Distribution y Oï Oï Oï Productions
Distribuidora: Vértigo Films
Premios y nominaciones: 2011: Premios Cesar: Nominada a Mejor actriz (Leïla Bekhti) y mejor vestuario;  Festival de Cannes: Sección oficial a concurso.
Estreno en Bélgica: 9 Noviembre 2011
Estreno en España: 9 Diciembre 2011.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 7 años. Especialmente recomendada para la igualdad de género.
Sinopsis argumental:
En un pequeño pueblo, en algún lugar entre el norte de África y Oriente Medio, la tradición exige que las mujeres busquen agua en la fuente que nace en lo alto de una montaña, bajo un sol ardiente. Leila, una joven casada, propone al resto de mujeres una huelga de sexo: no mantendrán relaciones sexuales hasta que los hombres colaboren en el traslado del agua hasta la aldea.

El director

Director francés de origen judío rumano. Antes de dejar Rumania, perteneció a una compañía de teatro (como autor, director de escena y actor) y fue actor en el Teatro Yiddish de Bucarest. Abandonó Rumania en 1980, huyendo de la dictadura de Ceaucescu. Se fue primero a Israel antes de llegar a Francia para cursar estudios en el IDHEC (Instituto de Estudios Superiores de Cinematografía) de 1980 a 1983.
Filmografía
Como director
  • Traidor (Trahir, 1993). Festival de Cine de Montreal: Gran Premio de las Américas, Premio a la mejor Interpretación Masculina, Premio a la mejor ópera Prima. Festival de Cine de Estambul: Premio Especial del Jurado.

  • El tren de la vida (Train de vie, 1998). 1998: Mostra de Venecia: Premio de la Crítica. Festival de Sao Paulo: Premio del Público, Premio de la Crítica. 1999: Festival de Sundance: Premio del Público. Premio Donatello: Premio a la mejor Película Extranjera. Nastro di Argento: mejor Película Europea. Festival de Miami: Premio del Público. 


  • Vete y vive (Va, vis et deviens, 2004). Festival de Cine de Berlín: Premio del Público. Premio Europa Cinemas. 


  • El concierto (Le concert, 2009). Premios Cesar: mejor música, mejor sonido. Y cuatro nominaciones. Premios David di Donatello: mejor film de la Unión Europea. 2010: Premios del Cine Europeo: Nominada a mejor guión.

Comentario

Durante el mes de julio de 2011, las mujeres del distrito de Barbacoas, al suroeste de Colombia, se declararon en “huelga de piernas cruzadas” como medida para obligar a sus maridos a presionar a la administración para construir una carretera que salvaría vidas y conectaría la población. La idea de estas mujeres, que recorrió los sumarios de noticias curiosas de medio mundo, no era sin embargo original, sino que Aristófanes ya la había plasmado siglos atrás en su Lisístrata.
Desde un pueblo del norte de África nos llega un cuento que no es precisamente de Las mil y una noches, aunque trate sobre el amor y la oscuridad que invaden el corazón de sus habitantes. Es la historia de unas mujeres que se cansan del sometimiento que sufren en un mundo de hombres y que se ponen en “huelga de amor”, hasta que ellos las ayuden a traer el agua desde el manantial. 
En La fuente de las mujeres, Radu Mihaileanu juega con los términos del agua y del amor, del manantial y del corazón para refrescar a los intérpretes del Corán el sentido original de las leyes del Profeta y para ensalzar la figura de la mujer. Igualdad para acceder a la cultura y a la sociedad, dignidad en el trato recibido por sus maridos y libertad para decidir su futuro son algunas de las exigencias de un grupo de mujeres espoleadas por Leila, una hermosa joven que sabe leer y escribir, que piensa por sí misma y que además ama sinceramente a su marido.
Ya desde el inicio se nos dice claramente que se trata de un cuento, y poco después se hace referencia explícita al libro de Las mil y una noches como paradigma de la cultura árabe y de la relación amorosa. También desde la primera escena, la cámara avanza por las calles del pueblo en un largo travelling, dándonos a entender el tono a pie de calle que se quiere imprimir a la película. Fantasía y realismo se combinan en un intento por denunciar una situación vejatoria de la mujer, y de hacerlo desde una perspectiva idealista y poética que aliente a emprender una guerra de sequía o de abundancia de amor, según se mire. En esta batalla por el agua que da vida, la lucha por la igualdad y la libertad de estos “diminutos insectos” —otra metáfora para hablar de la mujer indefensa, aprovechando la llegada del periodista— se convierte en algo esencial, y Mihaileanu se sirve de personajes cultos o enérgicos para lanzar sus reivindicaciones. De esta manera, la propia Leila, su marido y maestro, o la vieja Fusil son voces modernas que reclaman los derechos de la mujer.
El problema del guión es que todo es muy directo y poco sutil, a veces algo artificial, poco sutil. La mezcla entre lo culturalmente autóctono y lo occidental resulta explosiva, y los bailes y cantos se convierten en un apunte de exotismo para barnizar una fábula pintoresca pero no real, mientras que las figuras del maestro o del periodista chirrían y sólo sirven para lanzar un mensaje. Los personajes están dibujados con sensibilidad y delicadeza pero también con trazos superficiales, y sólo Fátima, la suegra de Leila —gran trabajo de Hiam Abbass— parece tener un pasado que determina su actuar, al igual que un imán cuyo rostro es de los pocos en que se adivina un trasfondo y una esperanza para el mundo islámico. La planitud del maestro es propia de la telenovela mexicana —a la que se hace repetida alusión—, lo mismo que la historia de la joven Esmeralda o la de ese periodista que sonroja al espectador. También son estereotipos los personajes de la misma Leila o de Fusil, pero en el primer caso Leïla Bekhti hace un trabajo aceptable, y en el segundo la anciana resulta simpática como madre coraje.
La fuente de las mujeres es, con todo, una película bienintencionada en su lucha por la igualdad de la mujer —estrena la nueva calificación promovida por el ICAA—, que dulcifica el drama y hasta lo hace tierno, pero cuyo alegato es excesivamente combativo y frontal. La historia está poco lograda al contrastar la tradición y la modernidad, sin  equilibrio ni desarrollo al abordar tanta subtrama y ambiente —los turistas y el pasado colonial, el mundo urbano y el poder político y periodístico, la convivencia de la autoridad religiosa y municipal, la misma historia de Fátima y de Esmeralda—, y se queda siempre a medio camino entre la poesía y la denuncia, entre el cuento y el relato. Su diseño de producción y su música folclórica —quizá lo mejor de la cinta— no bastan para crear una ambientación que respire autenticidad, y la mirada y el discurso occidental se imponen hasta llegar a un desenlace mejorable en esta guerra de amor que un día emprendieron unos seres diminutos.