Poesías completas del Duque de Riva
Ediciones Alfar publica Poesías completas, de Ángel de Saavedra, duque de Rivas, un amplio volumen de más de 600 páginas que recoge, además de toda la obra lírica del autor cordobés, una extensa introducción y análisis de su producción.
La poesía completa del Duque se ofrece en esta publicación con el necesario rigor en la fijación textual, fruto de un detallado cotejo de ediciones de época y posteriores, a cargo de Diego Martínez Torrón, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Córdoba y autor de 47 libros en distintos géneros: ensayo, poesía y relato. Martínez Torrón es un reconocido especialista en el romanticismo español, tema al que ha dedicado numerosos estudios, entre ellos El universo literario del Duque de Rivas (Alfar, 2009), donde se analiza la obra completa del Duque; publicó asimismo Blanca de Castilla, tragedia inédita del autor romántico.
Ángel María de Saavedra y Ramírez de Baquedano, III duque de Rivas, (Córdoba, 10 de marzo de 1791 – Madrid, 22 de junio de 1865) fue un escritor, dramaturgo, poeta, pintor y político español, conocido por su famoso drama romántico Don Álvaro o la fuerza del sino (1835). Fue presidente del gobierno español (Consejo de Ministros entonces) en 1854, durante sólo dos días. Es una figura indispensable en la literatura del XIX. El momento de transición que le tocó vivir hizo que participara de dos sensibilidades muy diferentes que tienen su reflejo en obras tan dispares como Don Álvaro y Romances históricos. Con la primera inició una revolución en el teatro al plasmar en él las ideas románticas captadas en su exilio; con los Romances históricos, revalorizó el romance castellano y exaltó los valores de la España tradicional.
Un ejemplo de su poesía, el soneto: Al álamo derribado
Gallardo alzaba la pomposa frente,yedras y antiguas parras tremolando,el álamo de Alcides, despreciandola parada nube, y trueno y rayo ardiente; cuando de la alta sierra de repentedesprendido huracán bajó silbando,que el ancho tronco por el pie tronchando,lo arrebató en su rápida corriente.Ejemplo sea del mortal que en vanose alza orgulloso hasta tocar la luna,y se juzga seguro en su altiveza:Cuando esté más soberbio y más ufano,vendrá un contrario soplo de fortunay adiós oro, poder, favor, fortuna.
El azar de la mujer rubia
Alfaguara publica esta novela de Manuel Vicent.
Érase una vez un príncipe que partía ladrillos con la mano, un simpático político de billar y una mujer rubia malherida. Con ellos la historia formó un triángulo, dentro del cual echó los dados el azar, principio y final de este relato.
Década de los sesenta, vientos de cambio en España. Poco después de que don Juan de Borbón viese entre raciones de calamares cómo su hijo juraba los Principios del Movimiento, el cadáver del Caudillo entró bajo palio y por su propio pie hasta la tumba. Rajoy y Zapatero aún eran estudiantes. Aznar jugaba a falangista. Tierno Galván, Felipe González y Carrillo pugnaban por salir de la clandestinidad mientras el triángulo se iba perfilando para encumbrar al héroe de esta gesta. Y fue así como en el mes de julio de 1976 el rey nombró presidente del Gobierno a Adolfo Suárez, gracias a aquella chica rubia de la que todo el mundo estaba enamorado. Solo que el héroe ya no puede recordarlo.
Manuel Vicent nos conduce de su mano a acompañar a Suárez a través del bosque lácteo de su memoria, donde los personajes, reales o imaginados, deambulan como espectros. En el camino nos habla de sueños, traiciones e intrigas; de bodas fastuosas en el Valle de los Caídos y de fusilamientos inesperados; de amores prohibidos e hijos ilegítimos. De nobleza y de azar. El azar que puso a una mujer rubia de ojos rasgados en el camino del héroe antes de que los dos se perdieran en las nieblas del olvido.
Entre la ficción y la historia, entre los nombres de ayer y los de ahora, este juego literario creado a partir de la confusión de la memoria perdida de Suárez es un retablo de niebla, un juego político movido por el azar. Desde la posguerra hasta hoy.
Manuel Vicent vuelve a emplear con destreza la sátira como arma literaria para abordar la Transición, un periodo cercano y aún polémico.
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