Víctor
Erice Aras (Carranza, Vizcaya, 30 de junio de 1940) nació en Carranza (Vizcaya) en 1940. Con pocos meses se trasladó con su
familia a San Sebastián, donde vivió hasta los diecisiete años. Tras acabar el
bachillerato se afincó en Madrid.
Allí
estudió Ciencias Políticas y Derecho en la Universidad Central y después entró
a estudiar en el Instituto de investigaciones y experiencias cinematográficas
(1961). Con sus primeros proyectos cinematográficos hace crítica de cine en
publicaciones como Cuadernos de Arte y pensamiento o Nuestro cine. También trabaja en diversos oficios cinematográficos,
por ejemplo, de guionista para Miguel Picazo, en Oscuros sueños de agosto y Antonio Eceiza El próximo otoño y como actor en Antoñito vuelve a casa, de Manuel Revuelta.
En
1963 su proyecto de fin de carrera, el mediometraje Los días perdidos, representa a la Escuela Cinematográfica Española
en el XI Festival Cinematográfico de San Sebastián, durante los Encuentros
Internacionales de escuelas de cine.
En
1969 participa con un segmento en el largometraje colectivo Los desafíos, junto
a Claudio Guerín y José Luis Egea, con participación de Rafael Azcona en el
guion. Los tres directores habían sido escogidos por Elías Querejeta como los
más prometedores de los graduados en la Escuela de Cinematografía.
Segunda
etapa: Largometrajes en solitario (1973-1993)
En
1973 realiza su primera película en solitario: El espíritu de la colmena, inicialmente una película de terror de
encargo, escrita junto al crítico y guionista Ángel Fernández Santos. Debido a
la falta de medios, los dos aprovechan la ocasión para convertirla en una obra
más personal y menos ceñida al género fantástico. La película resultó ganadora
en el festival cine de San Sebastián, recibió el Hugo de Plata en el festival
de Chicago y fue reestrenada en 2004. Ocurrió en un pueblo castellano a mediados de los años cuarenta, es
decir, en plena postguerra. Un domingo, Isabel y Ana, dos hermanas de
ocho y seis años respectivamente, vieron la película "El Doctor
Frankenstein". A la pequeña le causó tal impresión que no dejaba de
hacer preguntas sobre el monstruo a su hermana mayor. Cierto día, la
familia se dio cuenta de que Ana había desaparecido de la casa. Y
mientras todo el pueblo la buscaba, ella consiguió ver a Frankenstein
reflejado en las aguas del río por la luz de la luna. Y desde entonces
lo sigue invocando…
Después de estrenar su película, Erice se dedicó un tiempo a la realización publicitaria y de programas en televisión española.
Después de estrenar su película, Erice se dedicó un tiempo a la realización publicitaria y de programas en televisión española.
Más
adelante conocerá a la escritora Adelaida García Morales, con la cual mantendrá
una relación de pareja durante varios años, que en lo artístico dará como
resultado El sur (1982), película
basada en un relato de ésta publicado en la editorial Anagrama. El sur fue presentada con gran éxito en
el festival de Cannes y ganó varios premios en otros como el de Chicago y Sao
Paulo. “La Gaviota” es una casa con veleta situada a las afueras de una ciudad
del norte de España. En ella viven Agustín, médico y zahorí, su mujer
Julia, maestra represaliada durante la Guerra Civil, y Estrella, la hija
de ambos. Estrella recorrerá el camino desde la infancia hasta la
adolescencia sospechando que hay algo oculto en la vida de su querido
padre: otra mujer. A medida que Estrella va sabiendo más, la vida en “La
Gaviota” empieza a cambiar.
Tras la película, Erice baraja varios proyectos, incluyendo una adaptación de dos relatos de Jorge Luis Borges, uno de ellos, La muerte y la brújula, finalmente adoptado por Carlos Saura, y El cuento Bene, de Adelaida García Morales. Al no formalizarse ninguno vuelve a la dirección de televisión y publicidad. También dirige entonces el doblaje de la película El último emperador, de Bernardo Bertolucci
Tras la película, Erice baraja varios proyectos, incluyendo una adaptación de dos relatos de Jorge Luis Borges, uno de ellos, La muerte y la brújula, finalmente adoptado por Carlos Saura, y El cuento Bene, de Adelaida García Morales. Al no formalizarse ninguno vuelve a la dirección de televisión y publicidad. También dirige entonces el doblaje de la película El último emperador, de Bernardo Bertolucci
Su
tercer y último largometraje hasta la fecha es El sol del membrillo, un retrato documental del pintor realista
Antonio López; premiada en Cannes y Chicago y elegida varias veces como una de
las mejores películas de la historia del cine. En una encuesta hecha a todas
las filmotecas del mundo, fue elegida como la cinta más importante de su
década. Ésta es la historia de un artista (Antonio López) que trata de pintar,
durante la época de maduración de sus frutos, un árbol —un membrillero—
que hace tiempo plantó en el jardín de la casa que ahora le sirve de
estudio. A lo largo de su vida, casi como una necesidad, el pintor ha
trabajado sobre el mismo tema en muchas ocasiones. Cada año, con la
llegada del otoño, esa necesidad se renueva. Lo que el artista no ha
hecho nunca en su pintura del árbol es introducir entre sus hojas los
rayos del sol. Desde el estilo que le es propio —un estilo que parte de
la exactitud— esa tentativa posee una gran dificultad, se revela, según
las circustancias, casi como una imposibilidad. En esta ocasión decide
afrontarla. Pero lo hace como es habitual en él, con una tensión
razonable, sin perseguir siquiera el acabado del cuadro, sin otro afán
que permanecer unas semanas junto al frágil y generoso árbol. La
película da cuenta de esta experiencia y, a la vez, de todo aquello (el
paso de los días, la rutina cotidiana de personas y cosas...) que
gravitan sobre esa casa y ese jardín. Un espacio y un tiempo —otoño de
1990— donde el artista trabaja y los frutos del árbol llegan al momento
de su máximo esplendor. Cuando el invierno empieza a anunciar su
llegada, los membrillos maduros, al caer de las ramas, ponen punto final
a la labor del pintor, iniciando en tierra el proceso de su
descomposición. Es entonces cuando, en la noche, el pintor nos cuenta un
sueño.
Dentro
de su faceta de crítico de cine, escribe junto a Jos Oliver el libro Nicholas Ray y su tiempo, editado en
1986 por la Filmoteca Española.
Con
una obra muy personal, la producción de Víctor Erice es escasa pero muy
apreciada por los cinéfilos, que la consideran de las más bellas del cine
español. En algunos casos se produjeron desacuerdos con la entidad productora
de alguno de sus proyectos, lo que hizo imposible su realización. Los dos ejemplos más
notables son una supuesta segunda parte de El
sur, truncada al detener Elías Querejeta, su productor, la financiación, y
más adelante una serie de desacuerdos con Andrés Vicente Gómez que impidieron
la realización de El Embrujo de Shanghai.
El proyecto fue a parar a manos de Fernando Trueba, y el guion de Erice (no
utilizado por Trueba), finalmente encontró una salida editorial.
En
1995 participa en el largometraje colectivo Celebrate
Cinema 101, producido en Japón por Miyaoka Hideyuki, con un corto
documental rodado en video de forma improvisada y titulado Preguntas al atardecer. En esta película aportan cortos también
directores como Jonas Mekas, Marco Bellocchio, Robert Kramer, Kaname Oda y
Alexander Sokurov.
Su
cortometraje Alumbramiento (Lifeline), con una
duración de diez minutos, formó parte del proyecto titulado Ten minutes older: the trumpet, film
colectivo producido por Nicholas McClintock y en el que intervienen otros doce
cineastas (Jim Jarmusch, Aki Kaurismaki, Jean-Luc Godard, Bernardo Bertolucci,
Wim Wenders o Chen Kaige , entre otros), cada uno de los cuales ha rodado un
episodio de diez minutos. Esta obra no llegó a estrenarse en las salas
españolas por problemas de distribución, pero pudo verse, junto al corto ruso
de 1978 que dio origen al proyecto (Ten
minutes older, de Herz Frank) en la gala de clausura de la Tercera edición
del Festival Punto de Vista.
Con
un equipo de producción limitado realiza La
Morte Rouge, para la exposición que se dio en Barcelona Erice. Kiarostami. Correspondències al principio del año
2006, en la que intercambia diez videocartas con Abbas Kiarostami entre 2005 y
2007. Hasta el momento, la exposición se ha podido ver en Barcelona, Madrid,
París, Melbourne, México y Buenos Aires (como parte de la exposición conjunta
"Todas las cartas") y ha
inspirado otras correspondencias entre directores. La Morte Rouge" es el nombre de un pueblo situado en el Canadá francés,
en los alrededores de Quebec. Hasta ahora nadie ha logrado encontrarlo
en los mapas, quizás porque solamente existió en la imaginación de los
guionistas de La garra escarlata, película rodada en Hollywood en 1944
y protagonizada por el famoso detective Sherlock Holmes. Fue estrenada
en la España en 1946. Un narrador habla de las experiencias de un niño
que ve la primera película de su vida.
En
2007 anuncia que está realizando un nuevo proyecto, titulado Memoria y Sueño, consistente en una serie documental sobre las películas
que han influido en su vida. A la primera parte, dedicada a Roma, ciudad abierta de Roberto
Rosselini le seguirá un capítulo sobre L'espoir,
la película de André Malraux rodada durante la Guerra Civil española. En julio
de 2009 se mostraron en un ciclo de cine sobre la guerra civil española del
British Film Institute de Londres estos dos episodios. Otros capítulos estarán
dedicados a El desprecio de Jean-Luc
Godard, en Capri, Viaggio in Italia
de Roberto Rosselini, en Nápoles y Kenji Mizoguchi, en Kyoto.
En
2008 participa en el documental Un lugar
en el cine, de Alberto Morais, junto a Theo Angelopoulos, Tonino Guerra,
Ninetto Davoli y Nico Naldini. Todos ellos tratan del compromiso y la
resistencia de los realizadores europeos, con Pier Paolo Pasolini como ejemplo
principal.
Víctor
Erice ha sido miembro del jurado de la edición festival de Cannes de 2010,
presidida por Tim Burton. En este mismo año se presenta la película documental París-Madrid, idas y vueltas, dirigida
por Alain Bergala, sobre su trayectoria cinematográfica. Esta obra forma parte
de la serie biográfica francesa Cineastas de nuestro tiempo.
En
2011 se produce el film 3.11 A Sense of Home Films, antología de 20 cortometrajes de 3:11 minutos a beneficio de las
víctimas del terremoto que sufrió Japón en marzo de 2011. Estos 3
minutos y pocos segundos son justamente el tiempo que tardó el agua en
llevarse por delante centenares de casas y vidas humanas. Pocos días
después, la directora nipona aseguraba: "tras el terremoto, tomé
consciencia de la fragilidad de la belleza del mundo". A Kawase se la
reconoce por la relación estrecha que tienen sus films con la mortalidad
y los desastres naturales, un leitmotiv en su obra que a veces puede
llegar a parecer incluso derrotista. Su film más relevante, "El bosque
del luto", cuenta la historia de la lucha de un anciano contra el dolor y
cómo este busca alivio a través de un viaje por el bosque. Esta vez,
las consecuencias abrumadoras del desastre han podido con su pesimismo. A Sense of Home Films quiere, tal y cómo cuenta la directora, crear
"una sensación de hogar", como una forma de arropar a quienes sufrieron
daños y pérdidas en el terremoto, ya que el cine, asegura Kawase, "puede
contribuir a consolar emocionalmente a la gente". El trabajo de Erice, titulado Ana, tres minutos, transcurre el día 6 de agosto de 2011 (66 aniversario del lanzamiento de la primera bomba atómica) y lo protagoniza Ana Torrent.
Con
la celebración de la capitalidad europea de la ciudad de Guimarães en 2012, una
serie de realizadores participan en una nueva película episódica con el título
provisional de Histórias do Cinema (Centro histórico).
Erice dirige uno de los mediometrajes, en el que también colaboran Aki
Kaurismäki y los portugueses Pedro Costa y Manoel de Oliveira. La cinta trata
de "la cuestión central de la memoria histórica". Su episodio,
titulado Vidrios partidos, de media
hora de duración, explora Rio Vizela, una de las mayores fábricas textiles de
Europa y las vidas de los trabajadores que pasaron por ella. La
película colectiva, finalmente titulada Centro
histórico fue presentada en el Festival de Cine de Roma de 2012, y más
adelante, en festivales de Buenos Aires, Tokyo, Guadalajara (México) y
Edimburgo, sin pasar hasta la fecha por España.
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