Francisco Lezcano, "el Niño de Vallecas" (Museo del Prado, 1635-1645). Óleo sobre lienzo. No existe seguridad en la identificación del personaje representado, un enano de la corte de Felipe IV al que en documentos de finales del siglo XVIII se dio el nombre de el Niño de Vallecas, apodo que no corresponde a Francisco Lezcano, vizcaíno, con el que más tarde se relacionó al retratado, ni a ningún otro de los bufones conocidos del reinado de Felipe IV.
El bufón don Diego de Acedo, "el Primo". (Museo del Prado, 1636-1645). Óleo sobre lienzo.
El bufón "Calabacillas", llamado erróneamente "Bobo de Coria". (Museo del Prado, 1637-1639). Óleo sobre lienzo. "Hombre de placer" o truhan de la corte de Felipe IV.
El bufón don Sebastián de Morra (Museo del Prado, c. 1645). Óleo sobre lienzo. Pertenece al grupo de etratos de bufones y "hombres de placer" de la corte pintados por Velázquez para decorar estancias secundarias y de paso en los palacios reales, en los que, dado su carácter informal, el pintor pudo ensayar nuevos recursos expresivos con mayor libertad que en los retratos oficiales de la familia real, con su carga representativa.
San Antonio Abad y San Pablo, primer ermitaño (Museo del Prado, 1634).Óleo sobre lienzo. Este cuadro fue encargado para decorar la ermita de San Pablo sita en los jardines del Buen Retiro y constituye una de las pocas obras de temática religiosa realizadas por el genial pintor sevillano.
Felipe IV en Fraga (Colección Frick, Nueva York, 1644). Óleo sobre lienzo. Pintado por Velázquez en tres sesiones en junio de 1644 en la ciudad de Fraga, a la que se había trasladado la corte con motivo de la «jornada de Aragón» de ese año y que concluyó con la recuperación de Lérida, ocupada por el ejército francés a raíz de la sublevación de Cataluña.
Juan de Pareja (The Metropolitan Museum of Art, Nueva York, 1649-50). Óleo sobre lienzo. Este retrato de su esclavo morisco fue expuesto en el pórtico del Panteón el día de San José. En tonos verdosos, lo representó con porte elegante y seguro de sí.
Inocencio X (Galería Doria Pamphili, Roma,, 1650). Óleo sobre lienzo. El cuadro se realizó durante el segundo viaje a Italia de Velázquez entre principios de 1649 y mediados de 1651.
Venus del espejo (National Gallery de Londres, 1650). Óleo sobre lienzo. El reducido cromatismo del cuadro, limitado a un rojo brillante, un cálido marrón, un suave azul y un blanco, hace resaltar el cuerpo de Venus, que domina sobre lo demás, y que en realidad está pintado por mezcla de esos cuatro colores. Venus aparece en un postura sensual y a la vez pudorosa.
Infanta María Teresa (Kunsthistorisches Museum, Viena, 1659). Óleo sobre lienzo.
Las Meninas o La familia de Felipe IV (Museo del Prado, 1656). Óleo sobre lienzo. Se considera la obra maestra del siglo de oro español.
La fábula de Aracne, popularmente conocido como Las hilanderas (Museo del Prado, c. 1657). Óleo sobre lienzo. Esta obra es de los máximos exponentes de la pintura barroca española y está considerada como unos de los grandes ejemplos de la maestría de Velázquez. Temáticamente es una de sus obras más enigmáticas, pues aún no se conoce el verdadero propósito de esta obra.
Mercurio y Argos (Museo del Prado, c. 1659). Óleo sobre lienzo. De asunto mitológico pintado para el Salón de los Espejos del Alcázar de Madrid hacia 1659, tratándose de una de sus últimas obras.
La infanta Margarita en azul (Kunsthistorisches Museum, Viena, 1659). Óleo sobre lienzo.
Infante Felipe Próspero (Kunsthistorisches Museum, Viena, 1659). Óleo sobre lienzo.
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