Otras películas
Después de Star Wars es contratado para
la película Tan solo héroes (Heroes, 1977) dirigida por Jermey Paul Kagan un amigo de George Lucas. Un veterano de la guerra de Vietnam, perturbado psíquicamente, se ha fugado del sanatorio donde estaba ingresado. En su huida conoce en en autobús a una chica en vísperas de contraer matrimonio. Buen estudio de personajes, que estrechan lazos de amistad al compartir sus inquietudes ante el pasado que queda atrás y el futuro que aguarda. Tiene
como compañero a Henry Winkler e interpreta a Ken Boyd, un muchacho soñador.
Los críticos acogen bien su interpretación de un personaje que reconoce adorar,
pero la película pasa inadvertida y no le permite acentuar su notoriedad.
Consigue obtener uno de los papeles
principales de Fuerza 10 de Navarone (Force Ten from Navarone AKA Force 10 from Navarone), secuela de Los cañones de
Navarone (Guns of Navarone, 1961) de J. Lee Thompson, protagonizada por Gregory Peck, David Niven y Anthony Quinn. El escenario sigue siendo el mismo, la Segunda Guerra Mundial, esta vez en Yugoslavia. Mallory (Robert Shaw) y Miller (Edward Fox) son los encargados de dirigir una arriesgada misión. Su cometido es guardado en secreto. Durante el viaje deben unirse con Fuerza 10, un comando de soldados norteamericanos de élite, capitaneados por el teniente coronel Barnsby (Harrison Ford). Enseguida empiezan los problemas, y nada más aterrizar en territorio yugoslavo son capturados por los alemanes. Gracias a una ayuda inesperada, consiguen escapar. Perseguidos por los alemanes, las desavenencias comienzan a surgir entre ellos. La misión de destruir un puente vital para las comunicaciones del ejército nazi parece algo imposible. Una película bélica en toda regla, con tensión, lucha y traiciones. La acción es constante, y aunque se aprovecha en exceso de los elementos más socorridos del género. Está basada en la novela de Alistair MacLean. La película se estrena en 1978 y, aunque es un fracaso en los Estados Unidos, el nombre de la
nueva estrella atrae al público en Europa, donde, por ejemplo en Francia, vende
casi un millón de entradas.
Al año siguiente se estrena Apocalypse Now de Francis Ford Coppola,
donde aparece solamente en una secuencia. Interpreta al coronel Lucas que
transmite el permiso de ausencia del capitán Willard, interpretado por Martin
Sheen. Aunque esta película se estrena en 1979, Ford rodó su escena durante el
año 1976, antes de ser conocido por su papel de Han Solo.
El mismo año aparece en La calle del adiós (Hanover Street), de Peter Hyams. Europa, Segunda Guerra Mundial. David Halloran (Harrison Ford) es un valiente piloto norteamericano que capitanea un bombardero B-25 Mitchell). Durante un angustioso bombardeo en la base, conoce a una bella enfermera británica (Lesley-Anne Down). Entre ambos surge una pasión irrefrenable y enseguida se enamoran. La pega es que ella está casada, aunque no es impedimento para que se desarrolle su relación. A Halloran le encargan una arriesgada misión, y debe partir hacia su nuevo destino. Paul Sellinger (Christopher Plummer) es el marido de la enfermera, un experto agente del servicio de inteligencia británico al que le han elegido para una peligrosa tarea. La coincidencia es fatal, porque Halloran debe conducir a Sellinger a su destino. Durante el trayecto, son atacados y el avión se estrella. Ambos se salvan, pero están obligados a ayudarse para sobrevivir. Una aceptable película que narra una romántica historia de amor dentro del trágico marco de la guerra. Su papel le permite protagonizar, por primera vez, un personaje romántico.
Su siguiente película es El rabino y el pistolero (The Frisco Kid, 1979), una comedia de Robert Aldrich. Avram Belinski (Gene Wilder) es un judío polaco que viaja a San Francisco para abrir una sinagoga. Por el camino se las tendrá que ver con los maleantes que acechan el lugar, pero Tommy Lillard (Harrison Ford), un aguerrido pistolero, le salvará de los apuros. Insólito western con tintes cómicos y que cuenta con una pareja muy peculiar: Gene Wilder como un barbudo rabino asustadizo y Harrison Ford, como el joven forajido. La comedia no era un campo en el que el realizador
se encontrara a gusto, y la película no responde a sus expectativas, pero
resulta mejor que La calle del adiós.
Recupera su papel de Bob Falfa en una pequeña aparición (que no se refleja en
los títulos de crédito) en la película More American Graffiti (1979) de Bill L. Norton. Secuela de la película de George Lucas "American Graffiti". La acción se
desarrolla simultáneamente en cuatro épocas, entre 1964 y 1969,
teniendo como escenario la América de la guerra de Vietnam, del
movimiento hippie, de la revolución estudiantil y del comienzo de un
movimiento de desencanto ante el futuro. A finales de 1964, John fue
asesinado por un conductor borracho. Steve y Laurie son una pareja que
vive en un estado de tensión permanente, porque mientras que ella desea
estudiar una carrera, él quiere que se limite a ser una perfecta madre y
esposa. A través de la música, Debbie y Carol se han introducido en el
movimiento hippi. Por su parte, Terry "El Sapo" Fields ha desaparecido
en combate en Vietnam, poco después de que Joe Young, el líder de Los
Faraones, le prometiera incluirlo en la banda cuando regresaran de la
guerra.
La consagración llega de manos de la saga de Star Wars, confirmada posteriormente con
las aventuras de Indiana Jones. Después del rodaje de Blade Runner participa en el de E.T., el extraterrestre donde actúa
como el director de la escuela que convoca a Elliott después del incidente de
la rebelión en el aula. En esta escena aparece de espalda y no vemos su cara.
Esta secuencia fue cortada en el montaje inicial y no se integró en la versión
del vigésimo aniversario de la película porque Steven Spielberg no quiso hacer
demasiados cambios con relación al original, que considera como una de sus películas
«más perfectas».
En 1985, su carrera da un nuevo giro con Unico
testigo (Witness) de Peter Weir. Deja
a un lado las superproducciones espectaculares y desempeña el papel de John
Book, un policía encargado de la protección de un joven amish. Antes del
rodaje, prepara meticulosamente su papel de policía pasando un tiempo en la
brigada criminal de Filadelfia con la que efectúa patrullas nocturnas. Esta
película le permite interesarse por la psicología de su personaje que se enfrenta a un choque cultural al introducirse en una comunidad amish. De protector
pasa a protegido, y se integra progresivamente en el modo de vida de sus
huéspedes y se enamora de la madre del joven testigo, papel desempeñado por
Kelly McGillis. En la película, antes de la construcción de un granero, se
desliza una referencia a su pasado cuando la actriz le pregunta si sabe algo de
carpintería, y él responde “un poco”. Esta interpretación le vale el primer
reconocimiento del mundo del cine, con nominaciones como mejor actor en
diversos premios cinematográficos (Oscar, Globos de Oro, BAFTA).
En 1986, actúa de nuevo para Peter Weir en la
película en la que Ford dice haber desempeñado su mejor papel: La costa de los mosquitos (The Mosquito Coast). Allie Fox es un inventor iracundo que se ha cansado del consumismo y derroche que aporta la gran ciudad, por lo que se marcha con toda su familia a vivir a la jungla hondureña. La vida allí no será fácil y Fox comenzará a mostrar manías y signos enfermizos de locura por la vida ecológica y natural que acabará con los nervios de su esposa y de sus hijos. Poco a poco, la madre y los niños empezarán a pensar en tomar medidas. Peter Weir dirige esta película basada en la novela de Paul Theroux que ha pasado desapercibida a través del tiempo, a pesar de contar con el protagonismo de Harrison Ford, en pleno auge de su carrera y la magnífica Helen Mirren, en un papel que no está a la altura de una actriz de sus cualidades. El
personaje de uno de sus hijos está desempeñado por River Phoenix, con el que
compartirá el papel de Indiana Jones unos años más tarde en Indiana Jones y la
última cruzada. Por ella fue nominado al Globo de Oro como mejor actor dramático.
En sus películas posteriores, Ford confirma la orientación tomada desde Witness con papeles de
personajes singulares en películas importantes.
En 1988, protagoniza:
En 1988, protagoniza:
- Armas de mujer (Working Girl) de Mike Nicols, con Sigourney Weaver, Melanie Griffit, Alec Baldwin, Joan Cusack, Caroline Aaron, Kevin Spacey. Nueva York, años ochenta. Tess es una joven treintañera, ambiciosa, inteligente y ansiosa por triunfar en el mundo de los negocios. Sin embargo, a pesar de haber estudiado en la escuela nocturna, hasta el momento no pasa de ser una eficaz secretaria. Un nuevo puesto trabajando para una mujer que escucha sus ideas parece ser el comienzo de su progreso, pero también el descubrimiento de que en la ciudad de los amos del universo no puedes confiar en nadie. Así, decide usurpar el puesto a su jefa... encaminada a llevar a cabo sus planes por su cuenta. Una divertida comedia con la mejor interpretación de Melanie Griffith para uno de los grandes éxitos de taquilla del año. Estupendo reparto y un guión de lo más entretenido son los pilares de un film sobre el trabajo y el éxito -recordemos que son los años ochenta de Reagan, Wall Street (1987) y el best-seller "La hoguera de las vanidadades" (1987) de Tom Wolfe-, no exento de moraleja pero muy recomendable. Oscar: mejor canción. Cuatro Globos de Oro: mejor película comedia, actriz (Griffith), actriz secundaria y canción.
- Frenético (Frantic) con guión y dirección de Roman Polanski. El Dr. Richard Walker (Harrison Ford) y su esposa Sondra (Emmanuelle Seigner) están enamorados de la ciudad de París, donde hace 20 años vivieron su luna de miel. Una conferencia de médicos en esta ciudad les ofrece la oportunidad de pasar allí unos días. Pero nada más llegar, recién instalados en el Grand Hotel, cuando Walker sale de la ducha se encuentra con que su mujer ha desaparecido. A partir de ahí, Walker se ve envuelto en una aventura digna del mismo James Bond, que debe resolver para rescatar a su mujer. Una película con una acción imparable, que pone los pelos de punta. Harrison Ford, en una magnífica interpretación, consigue empapar al espectador de su angustia. El ritmo que imprime el polifacético Polanski es muy inteligente. No centra todo en la simple acción, sino que nos muestra la desesperación de un hombre normal y corriente que se ve envuelto en un intrincado laberinto de sucesos inexplicables. La música, de Ennio Morricone, subraya la angustiosa trama.
En 1989, le proponen el papel
de Jack Ryan en La caza del Octubre Rojo, adaptación de la novela homónima de
Tom Clancy, pero, al preferir el papel del comandante Marko Ramius, ya
reservado para Sean Connery, declina la oferta y lo desempeña Alec Baldwin.
En 1990 protagoniza Presunto inocente (Presumed Innocent) de Alan J. Pakula. El fiscal Rusty Sabich (Harrison Ford) es el principal sospechoso del asesinato de una atractiva colega profesional, Carolyn Polhemus, con quien tiene un romance extramatrimonial. Sabich se ve enredado en una misteriosa trama por la que el sistema judicial que él defiende a capa y espada, trata ahora de encerrarle y arruinar su vida profesional y sentimental. Presunto inocente sube el ritmo de la narración, desde la serenidad inicial de un hombre satisfecho, hasta la trepidante parte final. Una incursión en el interior de la justicia y de las pasiones humanas, donde Harrison Ford hace un papel muy convincente. La música es del genial John Williams.
Al año siguiente es el protagonista de A propósito de Henry (Regarding Henry, 1991) de Mike Nicols. Henry Turner (Harrison Ford) es un abogado sin escrúpulos que siembra el pánico en los tribunales de Nueva York. Está dedicado a su trabajo hasta tal punto, que ha dejado de lado a su abnegada esposa y a su pequeña hija. No hay manera de hacerle entrar en razón. Sólo una causa fortuita externa, que parece un aviso divino, será capaz de hacerle cambiar de vida. Un día un disparo se cruza en su camino, y le deja incapacitado para valerse por sí mismo. Sufre una amnesia que le obliga a compartir todo el día con su familia, y a reconstruir su vida. Se dará cuenta de que no se conoce en absoluto a sí mismo, y su esposa le ayudará a enfrentarse a su nueva situación. Un emotivo melodrama en el que Harrison Ford realiza uno de sus mejores papeles. El director Mike Nichols plantea de una forma original la catarsis de un individuo absorbido por su ambición y por la vida turbulenta de la sociedad moderna.
En 1992, después de haber sido liberado de un proyecto de la Paramount, desempeña el papel de un agente de la CIA, dejado vacante por Alec Baldwin que prefiere trabajar en los escenarios de Broadway. Interpreta entonces al héroe de Tom Clancy en Juego de patriotas (Patriot Games) y en su secuela Peligro inminente (Clear and Present Danger,1994), ambas dirigidas por Phillip Noyce. El guion de Juego de patriotas debe ser readaptado para el nuevo actor, porque hay que pasar de un agente de 35 años a otro de 50. Esta película es la ocasión de dar más relevancia al personaje de Jack Ryan y a su familia después de un papel secundario en La caza del Octubre Rojo. Ford impone a un personaje vulnerable, el opuesto de un héroe de acción sin temor y sin reproche, que corresponde al analista de la CIA y al padre de familia protagonista de la novela. El guion de Peligro inminente se escribe al mismo tiempo que el de Juego de patriotas, y es en medio del rodaje de ésta cuando se confirma su rodaje. Ambas películas son un éxito.
En Juego de patriotas, sin responder a un motivo claro, Jack Ryan (Harrison Ford), su esposa, interpretada por Anne Archer, y su hija pequeña, son víctimas de un atentado. Milagrosamente consiguen salvarse, pero Jack Ryan no consigue elaborar una explicación a esta violencia. La familia Ryan pasa unos días de vacaciones en Inglaterra, que se convertirán en una angustiosa lucha por la supervivencia. A la vez que Jack Ryan trata de poner a salvo a su esposa y a su hija, deberá enfrentarse a los terroristas y a los oscuros motivos de sus acciones. Un thriller apasionante protagonizado por un especialista en situaciones desesperadas, Harrison Ford. Basado en el segundo best-seller del exitoso Tom Clancy. Una compleja trama que pone a un hombre honrado contra la pared, en una lucha solitaria contra un grupo de terroristas radicales. Emocionante, llena de tensión, y por momentos angustiosa.
En 1990 protagoniza Presunto inocente (Presumed Innocent) de Alan J. Pakula. El fiscal Rusty Sabich (Harrison Ford) es el principal sospechoso del asesinato de una atractiva colega profesional, Carolyn Polhemus, con quien tiene un romance extramatrimonial. Sabich se ve enredado en una misteriosa trama por la que el sistema judicial que él defiende a capa y espada, trata ahora de encerrarle y arruinar su vida profesional y sentimental. Presunto inocente sube el ritmo de la narración, desde la serenidad inicial de un hombre satisfecho, hasta la trepidante parte final. Una incursión en el interior de la justicia y de las pasiones humanas, donde Harrison Ford hace un papel muy convincente. La música es del genial John Williams.
Al año siguiente es el protagonista de A propósito de Henry (Regarding Henry, 1991) de Mike Nicols. Henry Turner (Harrison Ford) es un abogado sin escrúpulos que siembra el pánico en los tribunales de Nueva York. Está dedicado a su trabajo hasta tal punto, que ha dejado de lado a su abnegada esposa y a su pequeña hija. No hay manera de hacerle entrar en razón. Sólo una causa fortuita externa, que parece un aviso divino, será capaz de hacerle cambiar de vida. Un día un disparo se cruza en su camino, y le deja incapacitado para valerse por sí mismo. Sufre una amnesia que le obliga a compartir todo el día con su familia, y a reconstruir su vida. Se dará cuenta de que no se conoce en absoluto a sí mismo, y su esposa le ayudará a enfrentarse a su nueva situación. Un emotivo melodrama en el que Harrison Ford realiza uno de sus mejores papeles. El director Mike Nichols plantea de una forma original la catarsis de un individuo absorbido por su ambición y por la vida turbulenta de la sociedad moderna.
En 1992, después de haber sido liberado de un proyecto de la Paramount, desempeña el papel de un agente de la CIA, dejado vacante por Alec Baldwin que prefiere trabajar en los escenarios de Broadway. Interpreta entonces al héroe de Tom Clancy en Juego de patriotas (Patriot Games) y en su secuela Peligro inminente (Clear and Present Danger,1994), ambas dirigidas por Phillip Noyce. El guion de Juego de patriotas debe ser readaptado para el nuevo actor, porque hay que pasar de un agente de 35 años a otro de 50. Esta película es la ocasión de dar más relevancia al personaje de Jack Ryan y a su familia después de un papel secundario en La caza del Octubre Rojo. Ford impone a un personaje vulnerable, el opuesto de un héroe de acción sin temor y sin reproche, que corresponde al analista de la CIA y al padre de familia protagonista de la novela. El guion de Peligro inminente se escribe al mismo tiempo que el de Juego de patriotas, y es en medio del rodaje de ésta cuando se confirma su rodaje. Ambas películas son un éxito.
En Juego de patriotas, sin responder a un motivo claro, Jack Ryan (Harrison Ford), su esposa, interpretada por Anne Archer, y su hija pequeña, son víctimas de un atentado. Milagrosamente consiguen salvarse, pero Jack Ryan no consigue elaborar una explicación a esta violencia. La familia Ryan pasa unos días de vacaciones en Inglaterra, que se convertirán en una angustiosa lucha por la supervivencia. A la vez que Jack Ryan trata de poner a salvo a su esposa y a su hija, deberá enfrentarse a los terroristas y a los oscuros motivos de sus acciones. Un thriller apasionante protagonizado por un especialista en situaciones desesperadas, Harrison Ford. Basado en el segundo best-seller del exitoso Tom Clancy. Una compleja trama que pone a un hombre honrado contra la pared, en una lucha solitaria contra un grupo de terroristas radicales. Emocionante, llena de tensión, y por momentos angustiosa.
En Peligro inminente, Jack Ryan (Harrison Ford) es un intrépido y audaz agente de la CIA. James Greer (James Earl Jones) es su superior. Debido a una grave enfermedad, Greer tiene que dejar su cargo, y Ryan le sustituye como director de Inteligencia de la CIA. En su dedicación por perseguir la verdad Ryan se ve envuelto en una oscura investigación acerca del asesinato de un amigo personal del presidente de Estados Unidos, que resulta ser un hombre de negocios que tiene dudosos vínculos con el tráfico de drogas en Colombia. Ryan quiere aclarar el asunto, pero hay gente poderosa a la que no le interesa que se descubra la verdad. Paralelamente a su investigación, la misma CIA envía a Colombia un grupo paramilitar con el fin de tapar las sospechas y acabar por la fuerza con un poderoso cartel de droga colombiano.Un emocionante thriller en el que la inteligente trama se va desvelando poco a poco, manteniendo la intensidad durante la película. Harrison Ford realiza una interpretación muy convincente, al igual que Willem Dafoe en su papel de militar sin escrúpulos. La corrupción y la mentira se enfrentan a la honestidad y el sentido de la justicia, con una acción apasionante. Está basada en el best-seller del especialista Tom Clancy.
En 1993, entre ambas aventuras de Jack Ryan,
vuelve a dar un impulso a su carrera participando en El fugitivo (The Fugitive) de Andrew
Davis, adaptación de la serie televisiva homónima. En ella encarna al doctor
Richard Kimble acusado sin razón del homicidio de su mujer. Una persecución
despiadada, dirigida por un marshal (Tommy Lee Jones), lleva a Kimble hasta
Chicago donde va hacer todo lo posible para probar su inocencia. La película
es un éxito mundial que coloca a Ford en la cumbre de la jerarquía de los
actores más populares de Hollywood y que le permite a Tommy Lee Jones obtener
el Óscar al mejor actor de reparto. La película obtuvo en total siete nominaciones al Oscar.
En 1995, protagoniza el papel de Linus Larrabee
en Sabrina y sus amores (Sabrina) de Sydney Pollack, papel inicialmente interpretado por Humphrey
Bogart en la película original de Billy Wilder de 1954. Sabrina Fairchild (Julia Ormond), la hija del chófer de la acaudalada
familia de los Larrabee, desde niña se sintió fascinada por los hermanos
Larrabee, especialmente por David. Convertida ya en una jovencita,
gracias a los ahorros de su padre, se va a París. Cuando regresa a
Estados Unidos, se ha transformado en una bella y sofisticada joven que
deslumbra a David hasta tal punto que está dispuesto a romper su
compromiso matrimonial con una millonaria. Pero Linus (Harrison Ford),
el hermano mayor, ha cerrado un trato comercial con el padre de la novia
de David y no está dispuesto a consentir que nadie interfiera en sus
negocios. Dos nominaciones a los Oscar y tres nominaciones a los Globos de Oro.
Después de un año sin rodar, La sombra del diablo (The Devil's Own) de Alan J. Pakula, se estrena en la gran pantalla en 1997. Ford comparte protagonismo con Brad Pitt cuya carrera comienza realmente a tomar envergadura. Tom O'Meara es un policía neoyorquino, de origen irlandés, que acoge en su casa a Rory Devaney, un joven irlandés recién emigrado. Pronto surge entre ellos una profunda amistad que se enturbia, sin embargo, cuando Tom descubre que tras la inofensiva apariencia del joven Rory se esconde el terrorista del IRA más buscado en el Reino Unido. Alan J. Pakula dirige este film, que reúne a dos grandes estrellas de la pantalla: el ya veterano Harrison Ford, y Brad Pitt, uno de los más representativos actores de la llamada Generación X. Ambos están magníficos en sus respectivos papeles, y ello pese a que, según las malas lenguas, los dos "divos" no se llevaron excesivamente bien durante el rodaje. Destaca una soberbia fotografía a cargo del excelente Gordon Willis, bien acompañada por la partitura de música celta de James Horner. Ambas se pueden apreciar en la espectacular secuencia inicial que tiene lugar en Irlanda, con la que arranca el film.
Después de un año sin rodar, La sombra del diablo (The Devil's Own) de Alan J. Pakula, se estrena en la gran pantalla en 1997. Ford comparte protagonismo con Brad Pitt cuya carrera comienza realmente a tomar envergadura. Tom O'Meara es un policía neoyorquino, de origen irlandés, que acoge en su casa a Rory Devaney, un joven irlandés recién emigrado. Pronto surge entre ellos una profunda amistad que se enturbia, sin embargo, cuando Tom descubre que tras la inofensiva apariencia del joven Rory se esconde el terrorista del IRA más buscado en el Reino Unido. Alan J. Pakula dirige este film, que reúne a dos grandes estrellas de la pantalla: el ya veterano Harrison Ford, y Brad Pitt, uno de los más representativos actores de la llamada Generación X. Ambos están magníficos en sus respectivos papeles, y ello pese a que, según las malas lenguas, los dos "divos" no se llevaron excesivamente bien durante el rodaje. Destaca una soberbia fotografía a cargo del excelente Gordon Willis, bien acompañada por la partitura de música celta de James Horner. Ambas se pueden apreciar en la espectacular secuencia inicial que tiene lugar en Irlanda, con la que arranca el film.
Ese mismo año se estrena Air Force One,
dirigida por Wolfgang Petersen. El guion se escribió inicialmente para Kevin
Costner pero éste no estaba disponible cuando la película estaba dispuesta para
su lanzamiento y es él mismo quien sugiere a la producción el nombre de Ford
para reemplazarlo. Wolfgang Petersen le propone a Gary Oldman a su intérprete
principal, para desempeñar al terrorista que secuestra el Air Force One, el avión del presidente de los estados Unidos. Para
el papel de la vicepresidenta el realizador quiere desde el principio a Glenn
Close, pero teme una negativa ante este pequeño papel. Ford, que coincide con
Petersen sobre la idoneidad de Close para este papel, se encarga él mismo de
proponérselo a la interesada. Durante una cena de caridad en Wyoming, donde
viven ambos, le hace la proposición a la actriz. A esta cena también asiste
Bill Clinton que aprecia la idea de una mujer como vicepresidente. Es, a causa
de la opinión del presidente, que Glenn Close acepta el papel. Bill Clinton,
muy entusiasta a propósito de la película (que verá dos veces en tres días
después de su estreno), invita a una pequeña parte del equipo de la película,
entre los que están el realizador y Ford, a bordo del verdadero avión
presidencial para las localización de interiores para la recreación del
avión para la película. Para su escena del discurso al principio de la
película, debe aprender un texto en ruso, lengua que él no conoce a pesar de
sus orígenes en Minsk. Las únicas escenas que comparte con Glenn Close son unos
diálogos por teléfono y generalmente es un asistente quien le da la réplica por
teléfono al actor, pero hace un viaje (al igual que Gary Oldman) para hacerlo
él mismo y así darle una mejor base de trabajo a la actriz. El rodaje se
celebra en un ambiente festivo, hasta el punto de que el equipo apode la
película como "Air Force Fun". En las escenas de lucha, que él considera como
sus mejores, el actor no es doblado por un especialista. En la escena donde
está por primera vez frente al terrorista interpretado por Gary Oldman, éste le
asesta un golpe en la cara, y Ford insiste para que no simule el golpe. Al día
siguiente de esta escena, que necesitó 13 tomas (por tanto 13 golpes en la
cara), llega al plató con la cara marcada, obligando a Petersen a filmarlo
desde un ángulo que permitiera esconder las secuelas. La película pone en
escena al presidente de los Estados Unidos, antiguo soldado de la Guerra de
Vietnam y distinguido con la Medalla de Honor, haciendo frente a un comando
terrorista ruso que secuestra el Air Force One. Habitualmente, en los thrillers
o las películas de acción, el presidente es el personaje protegido pero en Air
Force One se convierte en el "hombre de acción", y que da un claro tinte
patriotero a la película. Después de un rodaje de 75 días, la
película se estrena durante el período estival y saca provecho de su condición
de película taquillera para obtener un gran éxito en Estados Unidos.
El verano de 1998 ve la vuelta del actor en
una comedia con Seis días y siete noches (Six days, seven nights) de Ivan Reitman donde interpreta a un
aviador gruñón, que no obtiene una buena acogida. Robin dirige una revista femenina. Su ritmo de trabajo, frenético, le impide tomar unas vacaciones. Pero su novio de toda la vida logra convencerla al fin; pasarán una semana en una exótica isla, en lo que desean sea un prólogo de su futura boda. Pero un imprevisto obliga a Robin a hacer un breve viaje, con tan mala suerte que su avioneta se estrella. Queda aislada en una isla desierta con la única compañía del rudo piloto que la conducía. Ivan Reitman (Los cazafantasmas, Peligrosamente juntos) tiene en el punto de mira La reina de África, o, más cercana en el tiempo, Tras el corazón verde. Aislamiento, piratas, guerra de sexos... son temas comunes. Ivan Reitman y sus guionistas se han esforzado en urdir una trama divertida, ágil, en que dos caracteres muy distintos terminan enamorados. El film es amable, y con un punto más de ingenio y sutileza en diálogos y gags sería perfecto. Funcionan mejor las discusiones elegantes, de diálogos atropellados, que el humor perezoso basado en dobles sentidos. Es la esforzada pareja protagonista (estupendos Harrison Ford y Anne Heche) la que sostiene con eficacia toda la película.
Su siguiente película Capricho del destino (Random Hearts, 1999) de Sydney Pollack, es un rotundo fracaso. Interpreta a un sargento de policía que investiga las circunstancias de la muerte de su esposa en un accidente aéreo y descubre que estaba acompañada por un hombre. Su investigación lo lleva hasta la esposa de este último (interpretada por Kristin Scott Thomas) con la que entabla una particular e intensa relación. Un
mediocre melodrama romántico, cuyas expectativas, tras su interesante
punto de partida, se tornan en un decepcionante desarrollo que en ningún
momento consigue remontar el vuelo. Sólo lo salva su solvente reparto y
la calidad de producción que tiene cualquier película de Pollack
Su siguiente película Capricho del destino (Random Hearts, 1999) de Sydney Pollack, es un rotundo fracaso. Interpreta a un sargento de policía que investiga las circunstancias de la muerte de su esposa en un accidente aéreo y descubre que estaba acompañada por un hombre. Su investigación lo lleva hasta la esposa de este último (interpretada por Kristin Scott Thomas) con la que entabla una particular e intensa relación.
Ford es escogido por Robert Zemeckis para
actuar en su siguiente película. El guion, muy diferente de otras películas
en las que suele participar, lo atrae, así como la cuidadosa construcción del
argumento y la originalidad de su personaje. Lo que la verdad esconde (What lies beneath) aparece en las
pantallas en el año 2000 y la estrella desvela una nueva faceta de su carrera
de actor encarnando uno de sus escasos papeles de "malo", lejos del héroe de
las películas de acción en las que habitualmente participa. Desempeña el papel
de Norman Spencer y su mujer es interpretada por Michelle Pfeiffer, dando vida
a una pareja madura que ve como su hija se ha hecho mayor y se va de casa
entrando en una nueva fase de su vida. Su esposa comienza a sufrir extrañas y
angustiosas situaciones en su casa del lago... Este thriller fantástico,
homenaje al cine de Alfred Hitchcock, es acogido con gran éxito y le permite
volver a la cima.
Durante este período rechaza varios papeles en
películas de éxito como Traffic, La tormenta perfecta (The Perfect Storm) o El patriota (The patriot). En esta
última, su negativa está motivada por considerarla "demasiado violenta"»,
especialmente por la cantidad de niños que mueren en la película y por
considerar la historia demasiado simple: La guerra de la independencia americana se redujo a
un hombre que busca venganza", manifestó.
Hay que esperar dos años antes de verlo de
nuevo en la gran pantalla. K-19: The Widowmaker se estrena en 2002 bajo la
dirección de Kathryn Bigelow. Para esta película, además de ser el intérprete
principal, prueba como productor ejecutivo y toma muy a pecho su función,
implicándose en el desarrollo de la historia y todos los demás aspectos de la
producción. La película, que relata un hecho histórico sucedido durante la
Guerra Fría, le ofrece uno de sus mejores papeles. Da vida al capitán ruso Alexei Vostrikov, un hombre con voluntad de hierro al que el alto mando soviético encomienda el mando de su mejor submarino el K-19, cuya toma de posesión del cargo parece
discutible. Toma el puesto de comandante que ostenta el capitán Mikhail Polenin
(Liam Neeson), que se ve relegado como segundo al mando, lo que le convierte en
un personaje antipático. La actitud de su personaje contrasta con la de su
colega, que está más próximo a sus hombres. Posteriormente entrarán en plena
confrontación respecto a su tripulación a causa de una fuga del reactor. Pero
esta antipatía se transforma en heroísmo a causa del giro de los
acontecimientos. La catástrofe del K-19 está basada en hechos reales que acaecieron en aguas cercanas a Estados Unidos durante el verano de 1961 y que han permanecido en secreto durante más de 30 años. La directora Kathryn Bigelow logra una película de consistencia asombrosa, asentada en una magnífica dirección de actores, los cuales componen personajes verosímiles de gran magnetismo. Tanto Ford como Neeson están inconmensurables. No es ésta una película de acción, ni siquiera un atípico thriller bélico, sino un intenso drama donde los conflictos personales consiguen por sí mismos acaparar la tensión que reina durante las dos horas largas de metraje. Hay diálogo, mucho diálogo, y heroísmo, miedo, incertidumbre. Y se pasa mal, entendámonos, “viviendo” dentro de las estrecheces del submarino, sufriendo con el destino de unos jóvenes que pasaron a engrosar la lista de héroes anónimos de la Guerra Fría. La película, a pesar de sus esfuerzos en la interpretación y
la producción, es su mayor fracaso desde que está en lo alto de la escena
cinematográfica.
A Ford le ofrecieron la posibilidad de
interpretar el papel de Bob Barnes en Syriana (finalmente desempeñado por
George Clooney, que recibió un Oscar por este papel), pero no acepta y es una
decisión de la que se arrepiente posteriormente. Siguen otras dos
desilusiones para el actor. Primero con Hollywood: Departamento de homicidios (Hollywood Homicide, 2003) de Ron Shelton que consigue la «hazaña» de recaudar todavía menos dinero que K-19 y luego con
Firewall (2006)de Richard Loncraine. que obtiene una tibia acogida. En la primera, Parece ser que el sueldo de policía de Los Ángeles no da para llegar a fin de mes, por lo que los agentes deben buscarse la vida acudiendo al pluriempleo. Es lo que ocurre con Joe Gavilan, que mientras investiga el asesinato de cuatro raperos en un local, intenta resolver sus pequeños negocios inmobiliarios. Por su parte, su compañero, K. C. Calden, además de ser aspirante a actor, se saca un sobresueldo como instructor de yoga. Para complicar más las cosas, asuntos internos está investigando a la pareja de policías. Esta comedia de acción parte de un esquema tan clásico como contraponer a dos tipos absolutamente diferentes, los policías interpretados por Harrison Ford y Josh Harnett. Aunque parezca increíble, el tema central se basa en anécdotas reales de Robert Souza, agente de homicidios que coescribió el guión con el director Ron Shelton. Por lo visto, los agentes hacen muchas horas extras cuando desarrollan una investigación extensa, que posteriormente se descuentan de su tiempo de trabajo. Así, les quedan muchas horas libres que invierten en otras actividades. “Yo mismo hice de todo, estuve con contables, tenistas y me dediqué a la seguridad privada y a la venta de coches”, dice Souza. Pero no nos engañemos, el humor de la cinta no es muy complejo: véase la sutileza de cuando, en la escena del crimen, Gavilan pide a su compañero novato que coja una libreta para hacer anotaciones, y a continuación le encarga que le traigan una hamburguesa con cebolla y vinagre. No falta la acción, sobre todo hacia el final, con trepidantes persecuciones.
En la segunda, Jack Stanfield es el veterano experto en seguridad informática de un importante banco. Con sus potentes 'cortafuegos', ningún 'pirata' parece atreverse a entrar en el sistema de la entidad financiera. Y eso que las nuevas generaciones llegan pisando fuerte con ideas novedosas, a las que Jack, hombre prudente, se muestra reacio. En cualquier caso, el modo en que unos desaprensivos van a intentar robar el banco va a ser relativamente convencional, nada de recursos a la ultimísima alta tecnología. Una banda comandada por Bill Cox toma como rehenes a la familia de Jack. Si éste desea que sus seres queridos permanezcan a salvo, deberá colaborar realizando una transferencia informática de cien millones de dólares a determinada cuenta de las islas Caimán. Aunque Jack sigue las instrucciones del chantaje, no está claro que los ladrones tengan intención de que los Stanfield sobrevivan al robo.
Harrison Ford repite el papel de hombre bueno de acción, que hará lo que sea para salvaguardar la integridad de los suyos, presente en títulos como Juego de patriotas o La sombra del diablo. Quizá ese 'déjà vu' es el que ha pesado en la tibia acogida del film por parte del público. Y no obstante se trata de un thriller lleno de ritmo y tensión, en que la trama de la familia rehén recuerda al clásico de William Wyler Horas desesperadas (o su remake de Michael Cimino, 37 horas desesperadas). Y es que la idea del 'falso culpable' –otro tipo de personaje que Ford ya ha encarnado, en El fugitivo– siempre funciona, y despierta la empatía del espectador. Algún momento está especialmente logrado, como el modo en que Jack engatusa a Bill, cambiando de sitio la microcámara con la que los ladrones siguen todos sus pasos.
Es finalmente con Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2008) cuando se vuelve a encontrar en la cima de la taquilla, como ya se ha expuesto.
En la segunda, Jack Stanfield es el veterano experto en seguridad informática de un importante banco. Con sus potentes 'cortafuegos', ningún 'pirata' parece atreverse a entrar en el sistema de la entidad financiera. Y eso que las nuevas generaciones llegan pisando fuerte con ideas novedosas, a las que Jack, hombre prudente, se muestra reacio. En cualquier caso, el modo en que unos desaprensivos van a intentar robar el banco va a ser relativamente convencional, nada de recursos a la ultimísima alta tecnología. Una banda comandada por Bill Cox toma como rehenes a la familia de Jack. Si éste desea que sus seres queridos permanezcan a salvo, deberá colaborar realizando una transferencia informática de cien millones de dólares a determinada cuenta de las islas Caimán. Aunque Jack sigue las instrucciones del chantaje, no está claro que los ladrones tengan intención de que los Stanfield sobrevivan al robo.
Harrison Ford repite el papel de hombre bueno de acción, que hará lo que sea para salvaguardar la integridad de los suyos, presente en títulos como Juego de patriotas o La sombra del diablo. Quizá ese 'déjà vu' es el que ha pesado en la tibia acogida del film por parte del público. Y no obstante se trata de un thriller lleno de ritmo y tensión, en que la trama de la familia rehén recuerda al clásico de William Wyler Horas desesperadas (o su remake de Michael Cimino, 37 horas desesperadas). Y es que la idea del 'falso culpable' –otro tipo de personaje que Ford ya ha encarnado, en El fugitivo– siempre funciona, y despierta la empatía del espectador. Algún momento está especialmente logrado, como el modo en que Jack engatusa a Bill, cambiando de sitio la microcámara con la que los ladrones siguen todos sus pasos.
Es finalmente con Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2008) cuando se vuelve a encontrar en la cima de la taquilla, como ya se ha expuesto.
Territorio prohibido (Crossing Over), se estrenó en marzo de 2009. Drama escrito y dirigido por el sudafricano Wayne Kramer, en cuya breve filmografía destaca The Cooler. En esta ocasión entrecruza diversas historias, todas ellas relacionadas con la inmigración. Al parecer, había un personaje más, interpretado por Sean Penn, que sin embargo fue finalmente eliminado sin que se sepa muy bien por qué. Max Brogan (Harrison Ford) es un agente de inmigración que se encariña con los individuos a los que debe deportar. Una abogada (Ashley Judd) intenta evitar que deporten a una chica de 15 años musulmana que parece interesada en el terrorismo islámico, pero sin que haya pruebas que lo justifiquen. Un joven judío (Jim Sturgess) trata de conseguir trabajo. Un funcionario de inmigración (Ray Liotta) abusa de su posición para acostarse con una modelo australiana (Alice Eve) que necesita la tarjeta de residencia...El realizador y guionista tiene loables intenciones, y cuenta con un reparto desigual, pero que incluye a actores muy conocidos como Ford, Judd (últimamente de capa caída), Sturgess y Liotta. Tomando como punto de referencia la muy superior Crash, su objetivo consiste en mostrar la cruda realidad de las personas que tratan de lograr la nacionalidad estadounidense desde una perspectiva poliédrica. Intenta representar a todos los sectores implicados –policías de inmigración, inmigrantes que llevan tiempo en territorio estadounidense, abogados, funcionarios, etc.– y también están representadas todas las minorías: musulmanes, hispanos, asiáticos y judíos. Se supone que los personajes deben ser tridimensionales como en el film de Haggis, donde el mismo personaje puede comportarse en un momento dado de forma mezquina, pero después convertirse en un héroe. Por desgracia, los personajes de Kramer acaban siendo demasiado estereotipados, y algunos muy poco creíbles. Por ejemplo, está metida con calzador la historia de Ray Liotta, que tras colisionar casualmente con Alice Eve, le propone sexo como si tal cosa a cambio de la 'Green Card'. La reacción de ésta no se comprende muy bien, ya que a veces parece que ha accedido sin problemas y en otras secuencias está horripilada. Además, la relación se muestra con un exhibicionismo que parece fuera de lugar. La resolución de la historia de la joven estudiante musulmana resulta efectista y sensiblera. Y la secuencia teóricamente más emotiva, un atraco en un supermercado, está muy forzada y no resulta creíble. Otras no están mal llevadas. Destaca especialmente el relato del joven (Jim Sturgess) que finge ser un devoto judío para conseguir trabajo cuando no ha pasado en su vida por la sinagoga. Su cómico desenlace es lo más brillante del film.
En 2010 se estrenaron:
- Medidas extraordinarias (Extraordinary Measures) dirigida por Tom Vaughan. Harriso Ford interpreta el papel del Dr. Robert Stonehill y Como ya hizo en K-19: The Widowmaker, en esta película vuelve a combinar su papel como actor con las funciones de productor ejecutivo. John y Aileen son padres de tres hijos. Los dos pequeños, Megan y Patrick, de ocho y seis años, padecen un raro desorden genético conocido como síndrome de Pompe. Da lugar a una atrofia muscular que les obliga a ir en silla de ruedas; la ausencia de una enzima conduce a que los órganos internos no crezcan a la par que el resto del cuerpo, lo que hace muy corta su esperanza de vida. Sabedor de que en Nebraska se encuentra el mayor experto en dicha enzima, el doctor Robert Stonehill, John apostará todo el futuro profesional y familiar en apoyar su investigación, en busca del fármaco que salve a los chicos. Película basada en hechos reales, que recuerda a títulos como El aceite de la vida. Supone un desafío para el director de la comedia Algo pasa en Las Vegas, Tom Vaughan, que cambia de registro para sumergirse en un drama lacrimógeno. El resultado es correcto, logra atrapar la preocupación de unos padres por la salud de sus hijos. Hay varias bazas para sostener la trama, pero una principal es la diferencia de caracteres de los dos protagonistas, el padre –un hombre dispuesto al sacrificio para salvar a sus niños, de mentalidad empresarial muy adecuada para llevar a buen término la estructura financiera que requiere la investigación– y el investigador principal –un tipo de personalidad difícil, sabio pero poco práctica, siempre en las nubes, convencido de lo que hace pero con escaso don de gentes–. Brendan Fraser y Harrison Ford comparten buenas escenas, que permiten su lucimiento actoral, cuando chocan sus puntos de vista, pero también cuando ceden y se ponen en el lugar del otro.
- Y la comedia Morning Glory dirigida por Roger Michell, donde desempeña el papel de Mike Pomeroy y comparte protagonismo con actores como Rachel McAdams, Patrick Wilson, Jeff Goldblum o Diane Keaton, entre otros. Becky es una joven y ambiciosa productora televisiva, recién despedida por recortes de gastos en su empresa. No pasa nada, porque una cadena nacional en horas bajas necesita en Nueva York a alguien de su perfil para elevar la audiencia de un programa matutino. Lejos de desanimarse por una tarea que parece imposible, decide rescatar a Mike, un mítico presentador de la pequeña pantalla, ocupado en no hacer nada tras ser relegado del telediario que presentaba. Aunque el viejo divo no se muestra cooperativo, Becky reinventa el programa todo el tiempo, casi a la desesperada, para evitar la cancelación del mismo. Cabía esperar algo mejor de Roger Mitchell, el director de Notting Hill. Quizá no el colmo de la comedia sofisticada y con ingenio, pero sí al menos algo de coherencia en la estructura narrativa. Porque la verdad, es imposible saber en este film si se aboga por la telebasura, el sano entretenimiento o la información rigurosa; si todo vale para conquistar la audiencia; si la dedicación compulsiva al trabajo debería ser evitada por todos los medios. Se dirá que la cinta señala al justo medio de la virtud, y que a la postre es just entertainment, pero en fin, esto no acaba de mostrarse con un mínimo de consistencia. De modo que quedan los actores, que despiertan simpatía. Rachel McAdams debe esforzarse por sostener la película, algo demasiado duro para su juventud, aun reconociendo su entusiasmo y energía. Algo le pasa a Harrison Ford, que no acaba de acertar al elegir películas, siempre sus personajes con el gesto malhumorado, que no sabemos si es también el del actor, cansado del oficio. Y se desaprovecha a Diane Keaton, que en todo caso se lo pasa en grande haciendo “la gansa” en unos cuantos sketches locos destinados a aumentar el número de espectadores que siguen su programa.
En 2012 rueda 42 de Brian Helgeland. Historia de la vida del afroamericano Jackie Robinson (Chadwick
Boseman), legendario jugador de béisbol que rompió las barreras
raciales, tras firmar con los Dodgers de Brooklyn bajo la dirección del
ejecutivo Branch Rickey (Harrison Ford). La participación de Robinson en
la gran liga de béisbol supuso el fin de una era de segregación racial
en este deporte.
Este mimo año, 2013, protagoniza dos películas:
- Paranoia de Robert Luketic, basada en la novela de Joseph Finder. Adam Cassidy (Liam Hemsworth) es un muchacho de 26 años que odia su empleo en su compañía tecnológica Wyatt Corporation. Cuando manipula el sistema para ayudar a un amigo, es acusado de un delito federal. Su empresa, a través de su jefe Nicholas Wyatt (Gary Oldman), le ofrece un trato para escapar de prisión: convertirse en espía industrial e infiltrarse en la compañía rival, propiedad de Jock Goddard (Harrison Ford), antiguo mentor de Wyatt. Adam acepta, y logra ascender rápidamente, descubriendo cualidades que jamás imaginó poseer. Ahora su vida es perfecta; adora su trabajo, tiene un Porsche y sale con la chica de sus sueños. Y todo lo que tiene que hacer es traicionar a los que le rodean. Está previsto su estreno para el 16 de agosto.
- El juego de Ender (Ender's Game) de Gavin Hood, película basada en la popular novela de ciencia-ficción del mismo título de Orson Scott Card, donde interpreta el papel del coronel Hyrum Graff. Setenta años después de una guerra entre seres humanos y extraterrestres, un niño es enviado a una escuela militar espacial con el fin de prepararlo para una futura invasión. Estreno en USA y España: noviembre 2013.
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