jueves, 22 de agosto de 2013

Biografias de cine: Ladislao Vajda

Ladislao Vajda nació en Budapest, el 18 de agosto de 1906  fue un cineasta húngaro que trabajó en distintos países como España, Portugal, Reino Unido e Italia entre otros. Pieza clave en el panorama cinematográfico español entre los años 40 y 50, fue nominado en una ocasión para el Oso de Oro de Berlín y en varias ocasiones para la Palma de Oro. Fue jurado del Festival de Cannes en 1958.
Nacido con el nombre de László Vajda Weisz, hijo de una soprano y del dramaturgo y guionista László Vajda, cursó un año de Ciencias Políticas, pero pronto abandonó los estudios con el firme propósito de dedicarse al cine. Sus deseos chocaron con el rechazo frontal de su padre, quien, harto de la inseguridad del oficio y de vagabundear por media Europa en función de las diversas crisis políticas, prefería que su hijo Ladislao se dedicara a otros menesteres más estables. .Sin embargo, la tozudez de éste se traduce en que acaba siendo contratado como eléctrico en unos estudios de rodaje en Berlín. Más tarde va ascendiendo, durante el tránsito del mudo al sonoro, a categorías profesionales como auxiliar de montaje, segundo operador,  guionista o ayudante de dirección. Trabajó junto a nombres como los de Billy Wilder o Henry Koster. En esos años también realizó tareas de dirección artística.
Cineasta itinerante por antonomasia, su obra cinematográfica fue producida en ocho países tan distintos como Gran Bretaña, Hungría, Francia, Italia, España, Portugal, Alemania y Suiza. No es extraño, pues, que en una primera pirueta geográfica se produjese su debut como director en Gran Bretaña con Where is this lady? (1932), a la que seguirían Love on Skis (1933), Wings over Africa (1936), película de aventuras coloniales en África, y The Wife of General Ling (1937), película de exóticas intrigas chinescas.
En Francia rodaría Haut comme trois pommes (1936), codirigida con Pierre Ramelot.
En su Hungría natal, por otro lado, filma desde comedias sofisticadas hasta duros melodramas, pasando por farsas tragicómicas, alguna de las cuales sería objeto de nuevas versiones dirigidas por el famoso realizador italiano Vittorio de Sica, como: Ember a hid alatt (1936); Szenzáció (1936); Három sárkany (1936); A kölcsönkért kastély (El castillo prestado, 1937); Az én lányom nem olyan (1937); Magdát kicsapják (1938); Döntö pillanat (1938); Fekete gyémántok (1938); Péntek Rézi (1938).


En Italia, en fin, rueda otra comedia (uno de sus géneros predilectos), La zia smemorata (1940), y la única película de su carrera inspirada en hechos históricos, Conjura en Florencia (Giuliano de' Medici, 1941), con la gran Conchita Montenegro, que el régimen de Benito Mussolini entendió como una llamada a la rebelión del pueblo contra la dictadura y provocó la salida del país de Vajda. Con el siguiente argumento: El pueblo se pone del lado de los Médicis en su enfrentamiento con los Pazzi. La historia ocurre en Florencia en 1477. Los Medici y los Pazzi son dos importantes familias que rivalizan por controlar la ciudad. Giuliano, el hermano menor de Lorenzo, se sitúa en medio del conflicto cuando decide esposarse en secreto con una joven sin el permiso de su padre. Los Pazzi convencen al padre ultrajado para que vengue la afrenta, y Giuliano será asesinado. El pueblo de Florencia, que siempre había apoyado a los Medici, se levanta contra los Pazzi. Lorenzo, tras desembarazarse de su cuñada, educará a su sobrino que, con el tiempo se convertirá en el Papa Clemente VII.



Llega así a España, donde realizará el grueso de su filmografía y gran parte de sus mejores obras. Su ingreso en esta industria cinematográfica, que padece los efectos de la difícil posguerra, se produce a través de una serie de comedias de argumento inverosímil y diversión asegurada, como Se vende un palacio (1943), film protagonizado por Mary Santamaría, Roberto Rey, Manolo Morán y José Nieto; Doce lunas de miel (1944); Te quiero para mi (1944) y El testamento del virrey (1944).
Más tarde, y gracias a la política de colaboración con Portugal emprendida por la productora madrileña Faro, rueda allí:
  • O Diabo São Elas (1945).
  • una nueva comedia Cinco lobitos (1945).
  • el que sin duda es uno de sus más relevantes largometrajes Barrio (titulada en Portugal, Viela, rua sem sol, 1947). Esta última supone sin embargo un fracaso de taquilla pese a que su argumento proviene de una novela del conocido escritor francés Georges Simenon. Un detective investiga un asesinato en un barrio de clase baja. Los rumores del vecindario señalan como sospechoso a un introvertido y solitario inquilino, a quien el verdadero asesino intentará incriminar con la ayuda de una bailarina que es su novia y de quien el sospechoso está enamorado en secreto.
  • Otra obra de género policíaco Tres espejos (Três Espelho, 1947).
De nuevo en Inglaterra, Vajda también rodó 
  • The Golden Madonna (1949), una película de aventuras protagonizada por Phyllis Calvert y Michael Rennie 
  • Call of the Blood (1949)
  • The woman with no name (1950).
Sin duda, fueron los años 50 los de su mayor esplendor artístico. En las películas de esta etapa podemos observar la clara influencia del realizador alemán Fritz Lang sobre todo en sus sugerentes atmósferas, su gran nervio narrativo y una estética derivada del expresionismo alemán que nunca abandonó. Los principales títulos de esta época son:
  • Séptima página (1950). Crónica de la actividad cotidiana de un diario llamado "La Jornada". Los sucesos que relata el cronista de sociedad en la séptima página constituyen un retrato de las distintas clases sociales de la España de los años 50 y proporcionan una visión de la realidad en la que se entremezclan hechos cómicos, policíacos, sentimentales, dramáticos e incluso trágicos.

  • Sin uniforme (1950)
  • Ronda española (1952). Más de cien chicas de los coros y danzas de la Sección Femenina se embarcan rumbo a América para mostrar la riqueza del folklore español. Durante la travesía, la relación entre las muchachas y la tripulación resulta de lo más animada; además, en todos los escenarios el éxito las acompaña siempre.


  • Doña Francisquita (1953). Francisquita ama en secreto a Fernando, pero éste se ha enamorado de Aurora, una madrileña castiza acostumbrada a coquetear con todos los hombres. De la vida de Fernando está muy enterado su buen amigo Cardona, el cual decide ayudar a Francisquita, aun a costa de enredarlo todo.


  • Carne de horca (1953).  En el siglo XIX, en Sierra Morena y en la Serranía de Ronda proliferaban los bandoleros, quienes en solitario o reunidos en partidas, sembraban el pánico asaltando y asesinando a los viajeros. Muchos de ellos fueron cantados en coplas y romances de ciego que dieron origen al mito del bandido generoso. En realidad, casi todos ellos eran hombres despiadados y sin sentimientos. Sin embargo, uno de ellos, Lucero, era considerado en toda la serranía como el paladin de los desheredados de la fortuna.


  • Aventuras del barbero de Sevilla (1954), con Luis Mariano. Unos bandidos raptan a Fígaro, el famoso barbero de Sevilla, y utilizan su maravillosa voz para atraer a los viajeros y asaltar las diligencias. Al ser perseguido por la policía como cómplice de los bandidos, Fígaro decide alistarse en el ejército como voluntario para luchar en Puerto Rico. Regresa cubierto de gloria y le son perdonadas sus faltas, pero las aventuras de Fígaro continúan dentro del falso mundillo de la aristocracia sevillana. Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película).


  • Marcelino pan y vino (1955). Siglo XVII. Drama religioso. Después de una larga guerra, alguien deja un bebé a la puerta de un convento de frailes franciscanos. El niño es bautizado con el nombre de Marcelino. Pasan los años y, aunque el niño vive feliz entre los monjes, no puede evitar pensar en que no tiene una madre. Los frailes habían intentado buscarle una familia, pero nadie quiso acogerlo. Marcelino se hace amigo de un Cristo crucificado que hay en el desván del convento: habla con él y le sube de la cocina lo que puede: pan y vino. Festival de Cannes: Mención especial (niño actor: Pablito Calvo). Premio OCIC. Festival de Berlín: Oso de Plata.


  • Mi tío Jacinto (1956) también con Pablito Calvo. Jacinto, un torero retirado que vive miserablemente con su sobrinito Pepote, recibe una carta en la que se le comunica que, según lo acordado, debe participar en una charlotada que se celebrará ese mismo día en Las Ventas. A Jacinto la carta le parece una broma de mal gusto, puesto que no ha firmado ningún contrato; pero, cuando está recogiendo colillas en los alrededores de la plaza, comprueba que su nombre figura en el cartel.


  • Tarde de toros (1956). Está a punto de empezar la corrida. En el cartel se anuncian los diestros Ricardo Puente, Juan Carmona y Rondeño II, que tomará la alternativa. El primero es un viejo torero, célebre en otros tiempos, que ahora, amargado y lleno de rencor, vive con Paloma, una mujer que no se resigna a seguir siendo la amante de un hombre que ha caído en el olvido. Carmona, el torero de moda, tiene un importante contrato para torear en América, pero su esposa Isabel quiere que rechace la oferta. Ana María, la hermana de Carmona, espera que su hermano apruebe sus relaciones con Rondeño II; pero Carmona se opone porque lo considera un mal torero. Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película).


  • Un ángel pasó por Brooklyn (1957) con Peter Ustinov y Pablito Calvo. Siguiendo el estilo de Frank Capra, Vajda demostró todo su talento en esta comedia de tintes sobrenaturales cuyo protagonista es un antipático e inmisericorde administrador de fincas que se verá condenado a vivir como un perro hasta que consiga ganarse el cariño de alguien.

Uno de sus títulos más destacados es El cebo (Es geschah am hellichten Tag, 1958) un thriller sobre un asesino en serie de niñas coproducido entre España, Alemania y Suiza y basado en una adaptación de la novela del suizo Friedrich Dürrenmatt, quien además firmó el guion del filme. Años después el autor suizo editaría ese guion en forma de novela bajo el título de La promesa (1958). Una niña aparece asesinada en el bosque de un pequeño pueblo suizo. Inmediatamente las sospechas recaen sobre el viejo vendedor ambulante que encontró el cadáver. Únicamente el comisario Matei duda de su culpabilidad, pero se acaba de retirar y deja el caso en manos de un compañero. Mientras tanto, el anciano, incapaz de resistir la situación, se suicida en su celda. Ya en el aeropuerto, a punto de coger el avión, el comisario Matei repara en algunos detalles contados por los niños de la escuela y decide aplazar su viaje para empezar a investigar por su cuenta.
De la misma historia se han llegado a rodar hasta tres versiones más, siendo la más reciente El juramento (2001) dirigida por Sean Penn y protagonizada por Jack Nicholson.
En 1959 realizaría Apenas un duende (Ein Mann geht durch die Wand). Un modesto empleado, sufrido y tímido, advierte que, cuando está disgustado o se siente infeliz, posee el extraordinario poder de atravesar las paredes.
Durante los años 60, Vajda realizó varias obras menores en Alemania y España:
  • María, matrícula de Bilbao (1960). Bilbao, años cincuenta. Para que la tradición familiar marinera no se rompa, "El Viejo", un anciano lobo de mar, obliga a su nieto Luiso a seguir el oficio de sus antepasados como patrón de pesca del barco María. 


  • Cerco de sombras (Die Schatten werden länger, 1961)
  • Der Lügner (1961)
  • Atraco (Das Feuerschiff, 1963)
  • Una chica casi formal (1963). El director de una empresa alemana que viaja a España acompañado de una secretaria que domina el castellano, intentará seducir a la joven. 

Falleció en Barcelona el 25 de marzo de 1965 mientras rodaba La dama de Beirut, protagonizada por Sara Montiel. Isabel, una joven cantante con ganas de triunfar, cae en las redes de una organización que se dedica a la trata de blancas y es conducida a un casino de Beirut que, en realidad, es un prostíbulo. Cuando se da cuenta del engaño, intenta huir y pide ayuda a un médico francés que, casualmente, resulta ser el padre de un joven que conoció durante el viaje a Beirut.

La mayoría de la filmografía de Vajda gozó de un gran favor popular y de crítica. En la actualidad su obra está siendo valorada de nuevo y se le considera como uno de los nombres importantes de la cinematografía europea.

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