El 30 de septeimbre de 1791, en el Theater an der Wien de Viena (Austria) se estrena La flauta mágica, la última ópera compuesta por Mozart.
La flauta mágica (título original en alemán, Die Zauberflöte) es un singspiel en dos actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto en alemán de Emanuel Schikaneder. Es la última ópera escenificada en vida del compositor y estrenada bajo la dirección del propio Mozart, apenas dos meses antes de su muerte. El singspiel es un tipo de ópera popular cantada en alemán, en
el que se intercalan partes habladas. Además de ser gran obra musical
expresa unos valores a modo de crítica.
Cuando Mozart estrenó La flauta mágica tenía treinta y cinco años y sólo le quedaban dos meses de vida. El empresario teatral Emanuel Schikaneder
pasaba graves apuros económicos y el compositor, gran amigo suyo desde
los años de juventud y en su misma situación financiera, resolvió
escribir para él una obra que podría dar dinero. Al conocer que un
teatro rival iba a estrenar otra ópera con igual asunto, se modificó por
completo la acción dotándola, además, de una significación simbólica
supuestamente de acuerdo con ciertas prácticas masónicas, logia a la que
según algunos autores pertenecían. El elemento mítico y maravilloso
adquirió en La flauta mágica un gran relieve.
Schikaneder era hermano masón de Mozart. Fue el primero que
interpretó a Papageno, mientras que el papel de la Reina de la Noche era
interpretado por Josepha Hofer, cuñada de Mozart. Otros intérpretes del estreno fueron: Benedikt Schack (Tamino), Anna Gottlieb (Pamina), Franz Xaver Gerl (Sarastro), Johann Joseph Nouseul (Monostatos), Herr Winter (Orador) y Barbara Gerl (Papagena). Interpretaron a las tres damas Mlle Klöpfer, Mlle Hofmann y Mme Elisab[e]th Schack; a los tres muchachos Anna Schikaneder, Anselm Handelgruber y Franz Anton Maurer; a los dos sacerdotes Johann Michael Kistler y Urban Schikaneder y, finalmente, los dos hombres armados fueron Johann Michael Kistler y Herr Moll.
Según muchos historiadores y críticos, podría haber influencias
masónicas en la ópera, ya que Mozart fue iniciado la logia masónica de
Viena llamada Zur Wohltätigkeit ("La Beneficencia") el 14 de diciembre de 1784. Cuando se produjo el estreno de La flauta mágica, la masonería acababa de ser prohibida en el imperio austriaco por su relación en ese país con los Iluminados de Baviera. Muchas de las ideas y motivos de la ópera recuerdan los de la filosofía de la ilustración.
La flauta mágica sigue siendo importante dentro del repertorio operístico estándar y aparece como la número 1 en la lista de Operabase de las óperas más representadas en todo el mundo para el período 2005-2010. Su estatus como obra maestra de la ópera es incuestionable y ciertamente único dentro del más reducido ámbito del singspiel, donde no tiene comparación posible.
Algunas de sus melodías son muy familiares, como el dúo de Papageno y Papagena, o el aria de coloratura de la Reina de la Noche titulada Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen (La venganza del infierno hierve en mi corazón) y el aria del príncipe Tamino.
El argumento de la ópera ha sido muy discutido. Mientras que muchos
investigadores la ven simplemente como un cuento de hadas, otros la ven
llena de simbolismo y referencias a la masonería. En ese sentido, y a pesar de la fuerte influencia de la cultura popular, La flauta mágica es una guía de una iniciación masónica según el Rito Zinnendorf. De igual modo, muchos autores —entre ellos Gérard Gefen—, han visto una prefiguración de Ignaz von Born
en el papel de Sarastro. Von Born era un individuo con gran influencia
en la masonería austríaca de la época, y fue quien apadrinó el ingreso
de Mozart a la misma. Mucha gente considera que el triple acorde de la
obertura de esta ópera es un claro signo masónico (la "batería
masónica"), que anunciaría el carácter propagandístico de la obra, con
objeto de difundir la masonería en un momento en el que el Imperio austrohúngaro
intentaba prohibirla. Asimismo, el tema de la lucha entre la luz y la
oscuridad, es un símbolo recurrente en las enseñanzas masónicas.
Se cree que el libreto pudo estar inspirado en la obra Lulú o la flauta mágica, pero también que pudo tener otras fuentes, como Rey de Egipto, de Philippe von Greber o Sethos, de Jean Terrason.
Argumento
Acto I
Cuadro I: En las Tierras Rocosas. Papageno.
El
príncipe Tamino llega hasta tierras rocosas perseguido por una serpiente. Ha
perdido su arma y ruega por su vida hasta que se desmaya (Zu Hilfe! Zu Hilfe!). Pero enseguida es salvado por las Tres Damas
(Die Drei Damen), que matan al
monstruo. Al ver al joven se enamoran de él, pero le abandonan con la promesa
de volver de nuevo. Tamino se despierta, aturdido, junto a la serpiente, cuando
oye un silbar. Papageno, un ser mitad pájaro y mitad persona, con una gran
jaula a sus espaldas, se le acerca cantando (Der Vogelfänger bin ich ja).
Cuando
Tamino habla con él le pregunta quién es. Es el pajarero de la Reina de la
Noche (Die Königin der Nacht), quien le da comida a cambio de pájaros.
Hablando, Tamino cree que Papageno mató a la serpiente y lo salvó. Papageno
sobre esto no le dice nada. En este momento se oye la voz de las Tres Damas
que, al ver que Papageno ha mentido, le cierran la boca con un candado de oro.
Al dirigirse a Tamino, le entregan un retrato de una bella joven. Si él no
permanece indiferente, fama, honor y felicidad le darán por recompensa.
En
la intimidad, Tamino muestra con su canto cuánto le gusta ella (Dies Bildnis ist bezaubernd schön). No sabe quién es la retratada,
pero sabe que le enamora.
Las
Tres Damas aparecen ante Tamino y le dicen que la Reina escuchó su canto y ha
querido que sea él quien rescate a su hija. Es Pamina, la hija de la Reina de
la Noche, y está secuestrada por un demonio llamado Sarastro, que vive en un
castillo muy bien vigilado. Entonces, decidido, Tamino se propone salvar y
liberar a Pamina. De repente se oye un trueno y cae la noche. Las montañas se
abren dando paso a la Reina de la Noche, que viene sentada sobre un trono de
estrellas, haciéndose la oscuridad detrás de ella. En su delicada y completa
aria de tres tiempos distintos (Oh zittre
nicht, mein lieber Sohn!) persuade a Tamino para que la rescate y, a
cambio, dejará que se quede con ella para siempre. Después de esto, la Reina se
retira entre las montañas y el día se hace de nuevo.
Tamino,
pensando en soledad si lo que ha visto es cierto, se encuentra con Papageno en
el camino, que no puede hablar por el castigo (Hm, hm, hm). Entonces aparecen las Tres Damas, que liberan a
Papageno de su castigo, pero éste no debe mentir nunca más: ¡el castigo debe
servir de advertencia! A Tamino le ofrecen una flauta mágica de oro, que
modifica el estado de ánimo de aquel que la escuche, hace más feliz a los
hombres, al triste le vuelve alegre y al soltero enamorado. Papageno debe
acompañar a Tamino, pero éste tiene miedo de Sarastro; abandonaría a Tamino por
no ir. Las Damas, para evitarlo, le regalan unas campanillas de plata mágicas
que le protegerán con su sonido. Se despiden de ellos diciéndoles antes que,
para guiarse y encontrar el castillo, han de seguir a tres muchachos jóvenes,
bellos, nobles y sabios.
Cuadro II: En la Habitación con Jeroglíficos del Palacio de Sarastro
Unos
esclavos y Monostatos entran con Pamina, la sujetan y la atan. Esta intenta
evitar a Monostatos, quien la acosa y la desea. Se acerca a ella sin saber con
qué intenciones (Du feines Täubchen, nur herein!). En ese momento
entra Papageno, que encuentra a Pamina junto al negro Monostatos. Ambos se
asustan por la extraña apariencia del otro, y escapan, pero Papageno regresa y
se presenta ante Pamina y le dice que hay un príncipe enamorado de ella que la
va a rescatar por encargo de su madre la Reina. Antes de salir, cantan un dúo
sobre la necesidad que sienten de amor en las vidas (Bei Männern, welche Liebe fühlen).
Cuadro III: En el Bosque ante el Palacio de Sarastro
Tamino
es conducido por los tres muchachos hasta el palacio de Sarastro, quienes le
dicen que sea firme, paciente y callado. El templo tiene tres puertas: en el
medio, la puerta de la Sabiduría, a la derecha, la de la Razón, y a la
izquierda, la de la Naturaleza. Entra por la puerta de la Sabiduría porque las
otras le impiden pasar, Atrás! (Zurück!). Se presenta ante él un orador
al que le pregunta, pero sus respuestas le crean mucha confusión (Zum Ziele hin führt dich diese Bahn).
Parece ser que Sarastro no es malvado, según cuenta, que lo que hace es
proteger a Pamina, pero que no puede decir más por un juramento. Tamino, que lo
que quiere es encontrar a Pamina, empieza a tocar su flauta, cuyo sonido atrae
a los animales del bosque. Al tocar la flauta se oye la melodía que siempre
toca Papageno (Wie stark ist nicht dein
Zauberton).
Pamina
y Papageno buscan también a Tamino y oyen su flauta. Monostatos, al oír a
Papageno, aparece e intenta atraparles. Llama a sus esclavos, que vienen con
cadenas, pero Papageno utiliza el regalo de las Tres Damas y con sus
campanillas les detiene y les hace bailar y cantar (Schnelle Fuesse, rascher Mut).
Ahora
se oyen trombones y Sarastro es anunciado por un coro invisible (Es lebe Sarastro, Sarastro lebe!). Entra de forma triunfal, con sus
sacerdotes y montado en un carro tirado por seis leones. Pamina le implora que
le perdone su huida; ella quería escapar de Monostatos, quien le estaba
acosando. Sarastro todo esto ya lo sabía, y sabe además que está enamorada de
Tamino. Si sigue con su madre perderá su felicidad, dice Sarastro, ese es el
motivo de su secuestro, la Reina no debe cumplir ya la función de madre,
sobrepasa la esfera que le corresponde.
Tamino
entra sujetado por Monostatos y los dos jóvenes se reconocen y pronto se
abrazan fuertemente, lo que provoca la furia de Monostatos, que los separa
inmediatamente y ruega a su señor que los castigue. Sarastro, imparcial,
sentencia un castigo de setenta y siete azotes, pero sobre Monostatos, al cual
se lo llevan sus sacerdotes. Para terminar, ordena que acompañen a Papageno y a
Tamino al templo de las pruebas, con las cabezas cubiertas con sacos, para ser
iniciados.
Acto II
Cuadro I: Un bosque con palmeras
Sarastro
y sus sacerdotes, en procesión solemne, se reúnen en su templo (Ihr Eingeweihten der Goetter Isis und Osiris). Debaten la
posibilidad de acoger a Papageno y a Tamino e iniciarlos en sus prácticas.
Todos aceptan la propuesta, pero deberán ser virtuosos y superar una serie de
pruebas. En este momento canta Sarastro el aria con coro (O, Isis und Osiris) rogando a los dioses que los fortalezcan con
virtudes y los acojan en caso de que deban morir.
Cuadro II: En una sala, de noche, con tormenta
Tres
sacerdotes conducen a Tamino y a Papageno hasta la sala donde se harán las
pruebas, y les quitan los sacos. Tamino y Papageno entablan una conversación en
la que suenan unos truenos que atemorizan a Papageno. Después entran unos
sacerdotes con antorchas, con los cuales Tamino sentencia que estaría dispuesto
a dar su vida por la amistad y el amor y someterse a pruebas por ello. Sobre
esto Papageno no está muy de acuerdo. Él es un hombre primitivo (Ich bin so ein
Naturmensch) y hasta que no le aseguran una mujer joven y bella, a Papagena, no
acepta. Pero debe prometer no hablar con ella si la ve. Tienen que permanecer
en silencio, y no hablar con ninguna mujer. En este dúo se detallan las
principales motivaciones de la prueba (Bewahret
euch vor Weibertuecken).
Los
tres sacerdotes abandonan la sala y les dejan en la oscuridad. En ese momento
aparecen Las Tres Damas del suelo y cantan el quinteto (Wie? Wie? Wie?), que los intentan convencer de que ese no es un
buen lugar. Papageno no para de preguntar a Tamino si lo que dicen es verdad,
pero Tamino, que es fuerte, no piensa en lo que puedan decir. Ellas insisten en
que la Reina de la Noche se dirige hacia el templo, mientras que Papageno se
desmaya. Pero se oye a los sacerdotes, que las expulsan hasta que desaparecen
en el suelo. Entran estos y se llevan a Tamino. A Papageno le hacen levantarse
para poder seguir guiándolo.
Cuadro III: Un jardín
Pamina
duerme bajo la luz de la luna. Entonces entra Monostatos y canta su aria sin
que nadie lo vea (Alles fühlt der Liebe
Freuden), en la que se lamenta de su posición comprometida. No puede amar a
un ser tan hermoso como la luna porque lo negro es feo. Se acerca a Pamina,
pero la Reina de la Noche surge del suelo. Pamina se despierta y Monostatos se
esconde. La Reina se enfurece al ver que Tamino se ha puesto del lado de
Sarastro, y pide venganza por ello. En el aria más famosa de la ópera (Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen)
expresa que se siente engañada y obliga a Pamina que mate a Sarastro,
amenazándola con abandonarla para siempre. Le da el cuchillo a su hija para que
asesine a Sarastro y se marcha enfurecida. Monostatos sale de su escondite y
decide vengar a Sarastro pidiendo que se case con él, pero Pamina se niega.
Llega Sarastro para consolar a Pamina y tomar justicia, a la manera que se
tiene dentro de esos muros, que no conocen venganza (In diesen heil'gen Hallen).
Cuadro IV: En la sala de las pruebas
Mientras,
Tamino y Papageno siguen superando las distintas pruebas impuestas. En este
momento se enfrentan a la prueba del silencio, pero Papageno no calla. Surge
del suelo una mujer vieja y fea que ofrece agua a Papageno, que no para de
hablar con ella y descubre que tiene 18 años y dos minutos, y además tiene un
amante, el mismo Papageno. Cuando va a preguntar el nombre de la anciana, un
trueno suena y la vieja desaparece. Los muchachos llegan para traerles comida y
sus instrumentos. Entregan a Tamino su flauta y a Papageno sus campanillas, y
desaparecen. Tamino toca la flauta mientras Papageno come y bebe. Aparece
Pamina al sonido de la flauta, que, al no obtener respuesta alguna por parte de
Tamino, piensa que no le quiere y, muy herida, canta su bellísima aria (Ach, ich fühl's, es ist verschwunden). Es
el momento más solemne de toda la obra.
Cuadro V: Una gran sala abovedada, en el interior de una pirámide
Sarastro,
junto con el coro de los sacerdotes, inician un ritual (O, Isis und Osiris, welche Wonne). Se trata de uno de los pasajes
corales más representativos de la época. Tamino, frente al gran sacerdote,
escucha sus palabras. Entonces entra Pamina con un saco en la cabeza acompañada
por los sacerdotes junto a Tamino. Sarastro le quita el saco. No cesa de
preguntar por Tamino, que está a su lado, pero Tamino no habla con ella. En este
trío se relata la historia (Soll ich
dich, Treuer, nicht mehr sehn?).
Han de separarse y los dos lo aceptan porque les prometen que volverán a
encontrarse.
Cuadro VI: Jardín pequeño
Papageno
está solo y perdido en la sala donde se realizan las pruebas. No encuentra la
salida, siempre le dicen Atrás! (Zurück!). Al acercarse a un sacerdote,
éste le reprocha que su comportamiento merece un castigo, pero los dioses,
benignos, lo perdonan. A cambio nunca sentirá las alegrías de los iniciados.
Papageno se conforma con un vaso de vino, que le es concedido, y con una
muchacha (Ein Maedchen oder Weibchen
wuenscht Papageno sich!) que le haga caso y le quiera. Cantando, encuentra
a su mujer, pero es la misma anciana que le pide su eternidad. Él accede con
desgana porque, si no, vivirá encarcelado sin una amiga y sin vivir en el mundo
que tanto le gusta. En ese momento, ella se convierte en una hermosa joven,
Papagena, pero la pierde porque se acerca un sacerdote; aún no es digno de
ella, le dice. Papageno se hunde en la tierra porque no quiere hacer caso al
sacerdote.
Cuadro VII: Un jardín
Los
tres muchachos anuncian la llegada de la mañana y hablan de Pamina (Bald prangt, den Morgen zu verkuenden!). Pamina, al creerse rechazada por Tamino,
decide suicidarse. A punto está, pero los jóvenes genios la salvan a tiempo y
le piden que tenga paciencia (Ha,
Unglückliche, halt ein!).
Cuadro VIII: Dos montañas, una arroja fuego y la otra agua
Dos
hombres con armadura traen a Tamino para que supere las pruebas de agua y
fuego. Antes de la prueba, Pamina aparece dispuesta a verle (Der, welcher wandert diese Strasse voll Beschwerden). Deciden que, como Pamina
no teme a la muerte, es digna de ser iniciada. Ambos se dan la mano. Tamino
toca la flauta para poder atravesar la columna de fuego. Entran y salen de
ésta. Tamino vuelve a tocar la flauta y se dirigen a la montaña, que arroja
agua. Entran y salen de ésta. Aparece después la entrada a un templo muy
iluminado, dentro del cual se oyen gritos de triunfo y alegría por la pareja (Tamino mein! O welch ein Glück).
Cuadro IX: Pequeño jardín
Papageno,
al ver que ha perdido a Papagena, la busca desesperadamente cantando y tocando
su silbato (¡Papagena, Papagena, Papagena!).
Decide ahorcarse. Con una cuerda, se acerca a un árbol. Pide que se apiaden,
pero no se oye nada. Resignado, se dispone a colgarse. Los tres muchachos le
detienen y le aconsejan que toque sus campanillas. Es el famoso dúo donde se
encuentra con su amada Papagena, con la que decide tener muchos hijos
papagenos.
Cuadro X: Subterráneos del templo
La
Reina de la Noche, junto con Monostatos, quien se le ha unido, surgen del suelo
y en silencio (Nur stille, stille,
stille, stille!) intentan atacar el poder de los sacerdotes y de Sarastro
entrando en el templo. La Reina le ha prometido a Monostatos su hija y este le
enseña el camino. Se oyen ruidos. Son los sacerdotes, que los vencen con
truenos y rayos. La Reina de la Noche y Monostatos son expulsados y se los
traga la tierra. Sarastro convoca el reino de la luz y el reino de la verdad.
La belleza y la sabiduría han sido coronadas para siempre en aquel bello lugar.
Adaptaciones cinematográficas
La flauta mágica (Trollflöjten), es también una adaptación cinematográfica de esta ópera, realizada por Ingmar Bergman en el año 1975 para televisión. La película tuvo una nominación al Oscar al mejor vestuario, a los Globos de Oro y a los premios Cesar, como mejor película extranjera. La película fue reeditada en DVD a mediados de la década de 2000, y fue completada con un muy interesante making of
(entretelones de la realización) y entrevistas. Bergman hizo algunos
cambios audaces, haciendo que Sarastro sea el padre de Pamina. No es un
caso de secuestro, sino de disputa de custodia. La acción tiene lugar en Suecia a mediados del XVIII. Narra la historia de Tamino (Josef Köstlinger), que se enamora de Pamina (Irma Urrila) al ver una miniatura con su imagen. Ayudado por Papagano (Hakan Hagegard) y provisto de una flauta mágica, sale en busca de Pamina, retenida por Sarastro (Ulrik Cold). Le ayudan la Reina de la noche (Birgit Nordin) y sus damas.
En 2006 es llevada de nuevo al cine, La flauta mágica (The Magic Flute) por el británico Kenneth Branagh. En vísperas de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), en un mundo oscuro y siniestro, Tamino emprende un arriesgado viaje para liberar a Pamina, la adorable hija de la Reina de la Noche, que ha sido secuestrada por el malvado Sarastro. El destino de los jóvenes amantes puede determinar la suerte de las naciones y la vida de millones de personas.