Arthur
Hiller Penn nació en Filadelfia, Pensilvania, EE. UU., el 27 de septiembre de 1922, fue un director y
productor estadounidense. Realizador de varios filmes aclamados por la crítica
en la década de 1960. Atraído
por el mundo de la interpretación desde muy joven, Penn se dedicó al teatro,
actividad que continuó cuando estuvo sirviendo en el ejército durante la
Segunda Guerra Mundial. En los años 50 comenzó su trayectoria como director televisivo realizando episodios de la Gulf Playhouse, Philco Television Playhouse o de la Goodyear Television Playhouse, en donde se adaptaban numerosas obras teatrales y demás títulos literarios. Otras emisiones de televisión en las que participó Arthur Penn, y que compaginaba con su labor teatral en Broadway, fueron The Playwright Hour o Playhouse 90...
Las leyendas americanas, o más exactamente, los personajes legendarios, han conocido un tratamiento privilegiado en el cine de Penn: la forma en que los forajidos se vuelven héroes a los ojos del público es lo que valió a Arthur Penn sus éxitos comerciales, pero también fue la causa de una polémica encendida por parte de los practicantes de la doble moral.
Debutó en la gran pantalla con el western El zurdo (The Left Handed Gun, 1958). El film supone una interpretación libre
y desmitificadora del director sobre la figura de Billy el Niño, convirtiéndolo
en un excelente retrato psicológico de un joven criminal (interpretado por Paul
Newman). Esta película, basada en una obra de Gore Vidal, pasó bastante desapercibido en los Estados Unidos pero obtuvo gran resonancia en Europa, como así ocurrió en otras ocasiones en su carrera.
Su
siguiente film fue El milagro de Ana
Sullivan (The Miracle Worker, 1962),
una obra de teatro del escritor William Gibson, basada en hechos reales, que
narra de la vida de Anne Sullivan y su relación con la que fue su alumna ciega
y sordomuda Helen Keller. La película aparte de ser favorablemente acogida por
el público, ganó dos Oscars de la Academia. Estas dos estatuillas fueron para
Anne Bancroft, como actriz principal, y Patty Duke como actriz de reparto,
precisamente las dos actrices que interpretaron esta obra en Broadway. Penn
también recibiría la primera nominación de las tres que recibiría en su carrera
profesional a la mejor dirección.
Además de esta capacidad para conseguir brillantes interpretaciones de su plantel de intérpretes, Penn, influenciado por la nouvelle vague francesa en su estilo visual, solía emplear la violencia en sus comentarios sociales, horadando de manera singular en el mito histórico y en la psicología de sus personajes, muchas veces desplazados de la comunidad a la que pertenecían.
En
1964, se embarcó en el proyecto de El
tren (1964), una película ambientada en la II Guerra Mundial, pero sus malas relaciones que el actor protagonista, Burt Lancaster
lo obligaron a abandonar el proyecto, que terminaría filmando John
Frankenheimer.
Al
año siguiente, dirigiría Acosado (Mickey
One, 1965) con Warren Beatty, una parábola sobre el macartismo disfrazada con
humor negro.
Y
en 1966, una de sus grandes obras maestras, La
jauría humana (The Chase), adaptación de una novela de Horton Foote, con
Marlon Brando, Jane Fonda y Robert Redford en los papeles protagonistas. Esta
película se convirtió en otro extraordinario retrato social, en una época
cuando la sociedad del sur estadounidense vivía en una espiral de violencia,
racismo y corrupción que desembocarían en la Ley de derechos civiles. El filme
fue, sin embargo, uno de sus mayores fracasos de taquilla, pese al magnífico guion
escrito por Lillian Hellman.
Penn
volvería a coincidir con Warren Beatty en 1967. El actor (y también productor) le
propuso una reconstrucción de la vida de Bonnie Parker y Clyde Barrow. El
resultado de ello fue una de las obras maestras del cine estadounidense. Con Bonnie and Clyde, el director vuelve a
mostrar (tal y como hizo en El zurdo)
a unos atracadores de la década de 1930, que tan solo son el reflejo de la
sociedad en la que viven: Bonnie (Faye Dunaway) y Clyde (Warren Beaty). El
filme le dio a Penn una segunda opción a ganar la estatuilla de los Oscar, que
tampoco logró. La que si lo ganó fue Stelle Parsons como mejor actriz
secundaria. También gano el Oscar a la mejor fotografía. La película no estaba destinada a Arthur Penn, sino a François Truffaut, escogido por los dos guionistas, Robert Benton y David Newman, que querían ver la historia trazada al estilo europeo. Pero Truffaut estaba dirigiendo Farenheit 451, y el proyecto pasó a Jean-Luc Godard, quien no congenió con los guionistas. El argumento del filme se basa en hechos y personajes reales. Bonnie Parker, una joven camarera, conoce a Clyde Barrow en una calle de Dallas cuando éste intenta robar un coche. Clyde acaba de salir de la cárcel tras cumplir su condena por asalto a mano armada, y Bonnie, hastiada de la monotonía, decide irse con él. Su encuentro será el punto de partida de una fulgurante carrera delictiva que tiene como telón de fondo la época de la Depresión. Pronto se les unirá Clarence W. Moss, un joven empleado de gasolinera que maneja con sorprendente destreza los automóviles; y, más adelante, el hermano de Clyde y la esposa de éste. Todos juntos, metralleta en mano, se dedican a asaltar bancos, siempre con alguna víctima mortal, hasta que son reducidos y eliminados por la policía.
Warren Beatty y Faye Dunaway en Bonnie y Clyde (1967) |
Quizás la secuencia más impactante sea precisamente la final, que recoge la muerte de la pareja: para la misma se necesitaron tres mil balas, y se invirtieron tres días de rodaje con cuatro cámaras a velocidades distintas, para luego dar el efecto de cámara lenta en la sala de montaje. Bonnie y Clyde supuso un éxito de taquilla inesperado, y el salto a la fama para Faye Dunaway. Arthur Penn se documentó con profusión antes de iniciar el rodaje, entrevistando a personas que conocieron a la criminal pareja y consultando la prensa de la época. Pero lo que sobre todo debe destacarse es que Penn retrata a la pareja de forajidos no sólo a través de sus acciones delictivas, sino también entre bambalinas, lo que le permite conectar con sus problemas más personales, y prepararlos como esos “héroes ilegales” con los que el espectador puede identificarse.
Sus
siguientes títulos fueron:
El restaurante de Alicia (Alice's Restaurant, 1969), film basado en una de las satíricas
canciones del folclorista estadounidense Arlo Guthrie, que permanece como una
cinta de culto para algunos sectores de la crítica. Nominada al Oscar: Mejor
director.
Y
el western revisionista Pequeño gran
hombre (Little Big Man, 1970),
con Dustin Hoffman y Faye Dunaway. Pequeño
gran hombre ha sido la película más cara que realizó Penn y uno de los
mejores ejemplos de los westerns de calidad que se realizaron después de 1970,
basados en gran parte en la desmitificación de temas y convenciones del género,
a base de humor ácido e irónico. Subliminalmente, el filme criticaba la
actuación del Ejército de los Estados Unidos y al 7º Regimiento de Caballería
que entonces combatían en la Guerra de Vietnam. 3 nominaciones al BAFTA,
incluyendo Mejor actor (Dustin Hoffman); Nominada al Oscar: Mejor actor de
reparto (Chief Dan George); Nominada al Globo de Oro: Mejor actor de reparto
(Chief Dan George); Círculo de críticos de Nueva York: Mejor actor de reparto
(Chief Dan George).
En
1973, dirigió algunas escenas del film de los Juegos Olímpicos de Múnich Visions of Eight junto a John
Schlesinger, Claude Lelouch, Kon Ichikawa y Miloš Forman.
Sus
siguientes proyectos fueron:
La noche se mueve (Night Moves, 1975) con Gene Hackman y Melanie Griffith, interesante
film negro de lecturas casi intelectuales. Al detective privado Harry Moseby lo
contrata una actriz hollywoodiense decadente y alcohólica para que encuentre a
su hija. Nominada al BAFTA: Mejor actor (Gene Hackman).
Y
Missouri (The Missouri Breaks, 1976), nuevamente con Marlon Brando, y Jack
Nicholson. Tom Logan (Jack Nicholson) es un ladrón de ganado que compra un
rancho próximo al de David Braxton. Entre Tom y Jane, la hija de Braxton
(Kathleen Lloyd), surge un romance, pero Braxton contrata a Lee Clayton (Marlon
Brando), un famoso cazador de ladrones de ganado, para que acabe con Tom.
Estas
dos últimas películas levantaron algunas críticas entre los seguidores de Penn.
La
década de 1980 supuso el último decenio en el que trabajó como director de
cine. Georgia (Four Friends, 1981) es un traumático viaje hacia la década de 1960,
con los temas de la guerra de Vietnam, los derechos civiles, escándalos
políticos y el alucinógeno LSD. De todas maneras, este film supone un signo
evidente que Penn estaba fuera de las nuevas tendencias cinematográficas de la
década y del gusto del público. Años 60. Cuatro amigos de clase obrera de un
pequeño pueblo de Indiana, encaran su futuro una vez acabado el instituto.
Tenemos a Danilo, un inmigrante yugoslavo, que sueña con ser un escritor; a
Tom, guapo y atlético, que debe acudir a la llamada del ejército; a David, un
chico indeciso que no sabe si quiere unirse al negocio funerario de la familia;
y a la encantadora Georgia, que sueña con una vida de aventura bohemia a través
de la danza. Sin embargo, la ilusión y el descaro propio de los adolescentes no
tarda en chocar frontalmente con la alarmante y convulsa situación que va
germinando en Estados Unidos a medida que avanza la década.
Sus
títulos posteriores, ratificaron esa sensación:
Target (agente doble en
Berlín) (Target, 1985) con Gene Hackman y Matt
Dillon. Un
padre y un hijo dejan de lado sus diferencias cuando se dan cuenta de que se
han convertido en el blanco de una red de espías internacionales.
Muerte en invierno (1987). Cuando
una aspirante a actriz consigue en el último minuto sustituir a otra en una
película de terror, cree que al fin ha encontrado la gran oportunidad de
convertirse en una estrella. Sin embargo, una vez que se halla en una remota
mansión con el equipo de rodaje, empieza a temer que quizá sea ésta la primera
y última actuación de su carrera... Remake, esta vez de My Name is Julia Ross, que en 1945 había dirigido Joseph H. Lewis y protagonizado Nina Foch.
En 1989 dirigió la comedia negra Penn & Teller Get Killed, otro de sus fracasos comerciales, que además hizo levantar la ceja de los críticos.
Así
las cosas, Penn dirigió sus pasos desde finales de la década de 1980 a la
televisión. Realizó trabajos como el telefilm El Retrato (1993), con Gregory Peck y Lauren Bacall, drama
sentimental en el que se narra cómo la estrecha relación de una pareja de
ancianos se ve alterada por la llegada de su hija, una artista que intenta
abrirse camino. Globos de oro: Nominada Mejor actriz sec. en serie, miniserie o
película TV (Cecilia Peck).
Y
la producción de la serie Ley y Orden.
Serie de TV (1990-2010). 20 temporadas. 456 episodios. Historia del tratamiento
de los crímenes -a nivel policial y judicial- en el Nueva York de nuestros días.
1991: Globos de oro: Nominada Mejor serie de TV – Drama; 1993: Globos de oro:
Nominada Mejor serie de TV - Drama y actor (Michael Moriarty); 1994: Globos de
oro: Nominada Mejor actor en serie de TV - Drama (Sam Waterston); 1997: Emmy:
Mejor Serie dramática; 1997: Globos de oro: Nominada Mejor serie de TV – Drama;
1998: Globos de oro: Nominada Mejor serie de TV – Drama.
Su último trabajo, Inside (1996), una película para televisión, constituyó un esfuerzo notable por adaptarse a los tiempos e involucrarse políticamente: Penn situó su cámara frente a las experiencias que Bima Stagg recoge en su novela sobre la historia de un oficial que, en el marco del Apartheid, tortura a un prisionero político Sudafricano, para verse, diez años después, en el lugar del prisionero.
El
director falleció el 28 de septiembre de 2010, un día después de cumplir 88
años.
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