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de enero de 1896, en Alemania, Wilhelm
Röntgen descubre los rayos X. La historia de los rayos X comienza con los
experimentos del científico británico William Crookes, que investigó en el
siglo XIX los efectos de ciertos gases al aplicarles descargas de energía.
Estos experimentos se desarrollaban en un tubo vacío, y electrodos para generar
corrientes de alto voltaje. Él lo llamó
tubo de Crookes. Este tubo, al estar cerca de placas fotográficas, generaba en
las mismas algunas imágenes borrosas. Pese al descubrimiento, Crookes no
continuó investigando este efecto.
Es
así como Nikola Tesla, en 1887, comenzó a estudiar este efecto creado por medio
de los tubos de Crookes. Una de las consecuencias de su investigación fue
advertir a la comunidad científica el peligro para los organismos biológicos
que supone la exposición a estas radiaciones.
Pero
hasta el 8 de noviembre de 1895 no se descubrieron los rayos X; el físico Wilhelm
Conrad Röntgen, realizó experimentos con los tubos de Hittorff-Crookes (o
simplemente tubo de Crookes) y la bobina de Ruhmkorff. Analizaba los rayos
catódicos para evitar la fluorescencia violeta que producían los rayos
catódicos en las paredes de un vidrio del tubo. Para ello, crea un ambiente de
oscuridad, y cubre el tubo con una funda de cartón negro. Al conectar su equipo
por última vez, llegada la noche, se sorprendió al ver un débil resplandor
amarillo-verdoso a lo lejos: sobre un banco próximo había un pequeño cartón con
una solución de cristales de platino-cianuro de bario, en el que observó un
oscurecimiento al apagar el tubo. Al encender de nuevo el tubo, el resplandor
se producía nuevamente. Retiró más lejos la solución de cristales y comprobó
que la fluorescencia se seguía produciendo, así repitió el experimento y
determinó que los rayos creaban una radiación muy penetrante, pero invisible.
Observó que los rayos atravesaban grandes capas de papel e incluso metales
menos densos que el plomo.
En
las siete semanas siguientes, estudió con gran rigor las características
propiedades de estos nuevos y desconocidos rayos. Pensó en fotografiar este
fenómeno y entonces fue cuando hizo un nuevo descubrimiento: las placas
fotográficas que tenía en su caja estaban veladas. Intuyó la acción de estos
rayos sobre la emulsión fotográfica y se dedicó a comprobarlo. Colocó una caja
de madera con unas pesas sobre una placa fotográfica y el resultado fue
sorprendente. El rayo atravesaba la madera e impresionaba la imagen de las
pesas en la fotografía. Hizo varios experimentos con objetos como una brújula y
el cañón de una escopeta. Para comprobar la distancia y el alcance de los
rayos, pasó al cuarto de al lado, cerró la puerta y colocó una placa
fotográfica. Obtuvo la imagen de la moldura, el gozne de la puerta e incluso
los trazos de la pintura que la cubría.
Un
año después ninguna de sus investigaciones ha sido considerada como casual. El 22 de diciembre, un día memorable,
se decide a realizar la primera prueba con humanos. Puesto que no podía manejar
al mismo tiempo su carrete, la placa fotográfica de cristal y exponer su propia
mano a los rayos, le pidió a su esposa que colocase la mano sobre la placa
durante quince minutos. Al revelar la placa de cristal, apareció una imagen
histórica en la ciencia. Los huesos de la mano de Berta, con el anillo flotando
sobre estos: la primera imagen radiográfica del cuerpo humano. Así nace una
rama de la Medicina: la Radiología.
El
descubridor de estos tipos de rayos tuvo también la idea del nombre. Los llamó
"rayos incógnita", o lo que es lo mismo: "rayos X" porque
no sabía que eran, ni cómo eran provocados. Rayos desconocidos, un nombre que
les da un sentido histórico. De ahí que muchos años después, pese a los
descubrimientos sobre la naturaleza del fenómeno, se decidió que conservaran
ese nombre.
La
noticia del descubrimiento de los rayos "X" se divulgó con mucha
rapidez en el mundo. Röntgen fue objeto de múltiples reconocimientos, el
emperador Guillermo II de Alemania le concedió la Orden de la Corona, fue
honrado con la medalla Rumford de la Real Sociedad de Londres en 1896, con la
medalla Barnard de la Universidad de Columbia y con el premio Nobel de Física
en 1901.
El descubrimiento de los rayos "X" fue el producto de la investigación, experimentación y no por accidente como algunos autores afirman; W.C. Röntgen, hombre de ciencia, agudo observador, investigaba los detalles más mínimos, examinaba las consecuencias de un acto quizás casual, y por eso tuvo éxito donde los demás fracasaron. Este genio no quiso patentar su descubrimiento cuando Thomas Alva Edison se lo propuso, manifestando que lo legaba para beneficio de la humanidad.
El descubrimiento de los rayos "X" fue el producto de la investigación, experimentación y no por accidente como algunos autores afirman; W.C. Röntgen, hombre de ciencia, agudo observador, investigaba los detalles más mínimos, examinaba las consecuencias de un acto quizás casual, y por eso tuvo éxito donde los demás fracasaron. Este genio no quiso patentar su descubrimiento cuando Thomas Alva Edison se lo propuso, manifestando que lo legaba para beneficio de la humanidad.
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