En 1950 protagoniza Capitán Carey (Captain Carey), dirigida por Mitchell Leisen. El capitán Webster Carey regresa a una pequeña
localidad italiana para descubrir al traidor que, durante la Segunda Guerra
Mundial, provocó la muerte de su batallón. Una vez en este lugar se encontrará
con varias sorpresas, entre ellas que la mujer que amaba y él creía muerta es
actualmente la esposa de un poderoso hombre de negocios italiano. Sobria e
introspectiva interpretación de Alan Ladd como el capitán deseoso de venganza y
algo sobrepasado por los nuevos acontecimientos. Basado en la novela de Martha
Albrand y con guión escrito por Robert Thoeren, el film es recordado
especialmente por su melódica canción principal, Mona Lisa, de Jay Livingston y Ray Evans, que se hizo con el Oscar
de ese año, siendo la primera canción en película no musical que ganaba en
dicha categoría.
Y Marcado a
fuego (Branded, 1950), de Rudolph Maté. Nuevo
western para Alan Ladd después del éxito obtenido dos años antes con Smith, el silencioso. En esta ocasión el
resultado dejó bastante que desear, y el actor no volvería a encontrar el
respaldo de crítica y público en este género hasta Raíces profundas (1953).
En esta ocasión, Ladd es Choya, un profesional del engaño que trata de hacer
creer a un rico ranchero que es en realidad su hijo, desaparecido hace 25 años.
El cariño con que la familia acoge a Choya –así como el cariño que éste
comienza a sentir por su ficticia “hermana” Ruth–, hará que confiese el engaño.
Basada en la novela Montana Rides de
Max Brand, cuenta con una notable fotografía en color de Charles Lang.
Al año siguiente, protagonizaría dos películas:
Sólo una bandera
(Red Mountain, 1951) de William Dieterle. Hacia el final de la Guerra
Civil Norteamericana, un oficial del ejército confederado se encuentra en una
situación límite cuando se ve involucrado junto a una cuadrilla de malhechores
que deambulan de Norte a Sur de la frontera asesinando y robando a todos los
que encuentran a su paso. Historia basada en personajes que realmente
existieron durante esa época. Una colorista producción de Hal B. Wallis para la
Paramount, repleta de buenos momentos de acción –en especial en la lucha con
los indios– y con un competente reparto encabezado por Alan Ladd, y que reúne a
secundarios como Arthur Kennedy y John Ireland.
Reto a la muerte (Appointment with Danger, 1951) de Lewis Allen. Último thriller rodado por Alan Ladd para Paramount que, filmado en 1949, estuvo durante dos años retenido por la productora, que no estaba dispuesta a perder el nombre de la estrella en taquilla. Todo ello porque Ladd había manifestado su intención de romper su contrato con la major norteamericana y emprender la aventura a través de su productora independiente, algo que no conseguiría hasta 1954. En esta ocasión el actor interpreta a un investigador oficial del servicio postal que es encargado de investigar un crimen. Para ello localiza a la testigo del crimen, una monja que es secuestrada por los asesinos. La trama le llevará a descubrir que, detrás del crimen, se esconde un importante fraude económico. Vibrantes momentos de acción y suspense en una trama bien resuelta.
También interpretó tres películas en 1952:
Tempestad en Oriente AKA Pánico en Oriente (Thunder in the East) de Charles
Vidor. En 1947, durante los años de la independencia de la India, un aventurero
norteamericano sin escrúpulos (Alan Ladd) vende armas a un príncipe hindú
(Charles Boyer, con kilos de maquillaje) al tiempo que se enamora de la hija
ciega (Deborah Kerr) de un misionero británico (Cecil Kellaway). Versión cinematográfica de la novela Rage of the Vulture, de Alan Moorehead,
que pasó más bien desapercibida, lastrada por unos diálogos pretenciosos y una
confusa narración centrada en asuntos políticos que no parecieron interesar
demasiado al respetable. La película fue terminada en 1952, pero la Paramount
no se decidió a estrenarla hasta dos años después.
La nave de
los condenados (Botany Bay)
de John Farrow. Melodrama aventurero cuya acción se desarrolla en el siglo
XVIII, cuando un estudiante de medicina es injustamente confinado a una dura
prisión situada en una colonia inglesa de las Antípodas. Allí será torturado
sin piedad por un sádico capitán, al tiempo que una atractiva muchacha comienza
a sentirse atraída por él. El trío de tan peculiares personajes está formado
por un reparto de garantías, como Alan Ladd, James Mason y Patricia Medina.
Buen éxito de público –aunque mal parado por la crítica– en una lujosa
producción en Technicolor supervisada por Joseph Sistrom. Adaptación de una
novela de Charles Nordhoff y James Norman Hall, autores igualmente de la
célebre obra El motín de la Bounty,
llevada al cine en 1935 como Rebelión a
bordo.
La novia de acero (The Iron Mistress) de Gordon Douglas. Biografía –siempre según los parámetros de Hollywood– del aventurero norteamericano Jim Bowie (1796-1836), que se hizo millonario con negocios poco limpios, especulando con tierras de colonos y, después de hacer negocios con los mexicanos, apoyó la independencia de Texas convirtiéndose en un héroe al morir en la batalla de El Álamo (aunque algunas leyendas dicen que no estuvo allí). Para que el público no contemplase la muerte de Bowie (encarnado por Alan Ladd), el film termina antes de la masacre de dicho fuerte. Todo ello según la novela escrita por Paul I. Wellman que también cuenta cómo dicho personaje dio nombre al “cuchillo Bowie”, arma en la que él era un auténtico especialista.
En 1953 protagoniza La legión
del desierto (Desert Legion)
de Joseph Pevney. Una aventura que se desarrolla en la Legión Extranjera,
claramente influenciada por el filme de Frank Capra, Horizontes perdidos (1937). En esta ocasión todo procede de una
novela de Georges Arthur Surdez donde se dan cita la fantasía y el
escepticismo. Tras un ataque sorpresa, el legionario Paul Lartal (Alan Ladd,
con poca pinta de soldado, la verdad) sobrevive milagrosamente y, perdido en el
desierto, despierta en un idílico reino liderado por una bella princesa llamada
Morjana (la bellísima Arlene Dahl). Allí, Paul vive sus días más felices, como
si estuviese en un cuento de hadas. Pero cuando regresa a su puesto en la
legión ninguno de sus compañeros da crédito a lo que les cuenta.
A
Ladd le llegó el estrellato por su papel de pistolero entrañable en el
western clásico Shane (en España, Raíces profundas, 1953), con Jean Arthur
y Van Heflin. Ladd fue elegido 3 veces en la lista Quigley 10 de estrellas del
año (años 1947, 1953 y 1954). Estado de Wyoming, a finales del siglo XIX. Shane, un hastiado
pistolero, llega a la granja de los Starretts, un matrimonio con un hijo
que, al igual que los demás campesinos del valle, se encuentra en
graves dificultades, pues el poderoso ganadero Rufus Ryker pretende
apoderarse de sus tierras. Cuando Ryker se entera de que Shane es un
hábil pistolero, le propone que trabaje para él. Ante su negativa,
contrata a Jack Wilson, un peligroso asesino a sueldo. Oscar: Mejor fotografía color. 6 nominaciones, incluyendo mejor película y director. Premios BAFTA: Nominada a mejor película y actor extranjero (Heflin).
Ese mimo año rueda Sesenta segundos de vida (The Red Beret AKA Paratrooper, 1953), de Terence Young. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), un grupo de paracaidistas
del bando aliado participa en peligrosas misiones contra el enemigo.
En 1954 protagonizó:
Rebelión en el fuerte (Saskatchewan), de Raoul Walsh. O’Rourke y el indio Cajou, su
hermano de leche, vuelven de una cacería en el Norte de Canadá. En el camino,
se encuentran con una diligencia en llamas que ha sido atacada por los indios
sioux. La única superviviente es una mujer que se resiste a acompañarlos hasta
el fuerte Saskatchewan e intenta huir de ellos. Sin embargo, al ser perseguida
por los sioux, no tiene más remedio que seguirlos.
Infierno bajo cero (Hell Below Zero), de Mark Robson. Duncan Craig se enrola como
primer oficial en un barco rompehielos. En él viaja Julie, que se propone
investigar la muerte de su padre. Para ello, contará con la ayuda de Craig.
Tambores de guerra (Drum Beat), de Delmer
Daves. En 1870, unos años después de la Guerra de Secesión (1861-1865), el
Presidente de los Estados Unidos, U. Grant, confía a Johnny McKay (Alan Ladd)
la misión de llevar la paz al sur de Oregón, donde una tribu india dirigida por
el capitán Jack (Bronson) ha abandonado la reserva arrasándolo todo a su paso.
Y
junto a Peter Cushing, Patrick Troughton y otros veteranos actores británicos,
la película El caballero negro (The Black Knight), de Tay Garnett, de
producción también británica, donde representó, cosa rara en él, a un bravucón
caballero medieval. La acción transcurre en Camelot. Leonette, la hija de un
conde, está enamorada de John, un intrépido caballero, pero su padre desaprueba
la relación. Un día, los sorprende juntos, y John se ve obligado a huir. Pasado
algún tiempo, unos vikingos asaltan el castillo y asesinan al conde y a su
famillia. Poco después, aparece en Inglaterra un caballero negro que jura
vengar esas muertes.
Al
año siguen interviene en:
Tigres en el cielo (The McConnell Story, 1955), de Gordon Douglas, con June Allyson. Patriótica
biografía del capitán del ejército de los Estados Unidos Joseph McConnell, que
se convirtió en un héroe de leyenda. Durante la Segunda Guerra Mundial
(1939-1945) lo destinaron al cuerpo médico, pero él tomó lecciones privadas de
vuelo hasta convertirse en un as de la aviación, que logró derribar numerosos
aviones enemigos. Años después, participó en la guerra de Corea (1950-1953),
donde también realizó grandes hazañas. Falleció en un accidente mientras
probaba un nuevo modelo de avión.
Infierno en la bahía de San Francisco (Hell on Frisco Bay, 1955), de Frank Tuttle, con Edward
G. Robinson. Cuando
el policía Steve Collins está a punto de desmantelar la organización de Vic
Amato, un mafioso de San Francisco, cae en una trampa y va a parar a San
Quintin, condenado por asesinato. Tras cinco años de reclusión, recobra la
libertad y se lanza a la caza del responsable del complot.
Su
siguiente trabajo fue Santiago
(1956), de Gordon Douglas. Finales del siglo XIX. A Cash
Addams, un aventurero que se dedica al tráfico de armas, le encargan llevar un
cargamento a Cuba, cuyos destinatarios son los rebeldes que luchan contra España
por la independencia de la isla. Aunque planea dejar las armas en Florida, se
ve obligado a hacer un peligroso viaje hasta la colonia para poder cobrar.
En
1957 serían:
Grandes
horizontes (The Big Land,
1957), de Gordon Douglas.
Al
finalizar la Guerra Civil norteamericana (1861-1865), se crea una fuerte
corriente migratoria hacia las ciudades del Este. Los ganaderos de Texas ven
entonces la ocasión de encontrar nuevos mercados para sus reses. Pero la única
estación ferroviaria está demasiado lejos: en Missouri.
La sirena y el delfín (Boy on a Dolphin), de Jean Negulesco, con Sophia Loren. Fedra,
una joven pescadora de esponjas del mar Egeo, descubre una estatua que
representa a un niño cabalgando sobre un delfín.
En
1958 interpretaría:
El rebelde orgulloso (The Proud Rebel,
1958), de Michael Curtiz. En Atlanta (Georgia), durante la guerra de Secesión
(1861-1865), un niño se queda mudo tras presenciar cómo los soldados de la
Unión asesinan a su madre e incendian su casa. Terminada la guerra, su padre,
que luchó en el bando confederado, decide emprender con su hijo un largo viaje
para encontrar cura a su mal, pero el camino estará lleno de dificultades. Globos
de Oro: Nominada Mejor actor secundario (David Ladd).
Arizona, prisión federal (The Badlanders), de Delmer Daves. Dos hombres salen de la
cárcel de Arizona en 1898 y se dirigen a una pequeña ciudad de mineros en busca
de oro y venganza. Un remake en versión western de La jungla de asfalto.
La profundidad del mar (The Deep Six), de Rudolph
Maté. Film
bélico que plantea una situación similar a la de El Sargento York (Howard Hawks). Un cuáquero, movilizado como
oficial en un submarino, consigue superar su aversión a las armas y se
convierte en un héroe.
Su
siguiente película fue Un hombre en la
red (The Man in the Net, 1959),
de Michael Curtiz. El pintor John Hamilton se traslada a la apacible
ciudad de Connecticut con su esposa Linda, una mujer algo desequilibrada y con
problemas derivados del alcohol. Cuando ella desaparece, él se convierte en el
principal sospechoso de su asesinato, de modo que tendrá que probar su
inocencia.
En 1960 interviene en:
1960
Un pie en el infierno (One Foot in Hell), de James B. Clark. Mitch Garrett perdió a su
esposa embarazada por no poder pagar una medicina. Nadie acudió en su ayuda
para prestarle el dinero; por eso Mitch, ofuscado por el odio, decide arruinar
la vida de las gentes del pueblo. Al frente de una banda de forajidos se
propone robar todo el dinero del banco.
Los
taladores (Guns of the
Timberland), de Robert Webb. Western producido y escrito por Aaron Spelling, que lo adaptó de una
novela de Louis L'Amour. Enfrentamiento entre rancheros y madereros por el uso
de unas tierras. Los primeros tratan de evitar que los segundos talen los
árboles, porque ello supone que, durante la época de lluvias, el lodo acabe por
anegar sus tierras. En medio del conflicto surge la difícil relación amorosa
entre un hombre y una mujer de bandos distintos.
El paso de la muerte (1960), de Hall Bartlett. Guerra
de Corea (1950-1953). Drama bélico y racial. La acción transcurre en el
"paralelo 38" que divide las dos Coreas. Un comando norteamericano es
acorralado por el enemigo en una pequeña granja. Muerto el teniente que estaba
al mando, lo sustituye el sargento Towler. El problema es que Towler es negro y
muchos soldados se niegan a obedecer sus órdenes, aún sabiendo que se juegan la
vida. La tensión alcanza su punto culminante con el enfrentamiento entre el
sargento negro (Poitier) y un soldado racista (Ladd). Finalmente, acabarán
comprendiendo que deben luchar unidos para vencer al enemigo.
En 1961 interviene en la producción italiana, La espada del vencedor(Orazi e Curiazi), de Ferdinando Baldi. La espada del vencedor (Orazi e Curiazi), de Ferdinando Baldi. Durante las guerras entre
Roma y los albanos, el noble romano Horacio cae prisionero en una emboscada de
los etruscos. En Roma, se difunde la noticia de que la legión a su mando ha
sido vencida y que Horacio ha traicionado cobardemente a sus hombres. Al mismo
tiempo, el rey de Roma y el rey de Alba, cansados de guerrear, deciden poner
fin al conflicto con un enfrentamiento entre tres guerreros romanos y tres
albanos. Mientras tanto, Horacio consigue escapar de sus captores y regresa a
Roma, donde le proponen combatir por su patria. Sin embargo, las injurias
vertidas sobre él, le hacen dudar.
Sus últimos trabajos fueron:
13
calle Oeste (13 West
Street, 1962), de Philip Leacock. Film
precursor de El justiciero de la ciudad (1974). Al regresar una noche a
su casa, un pacífico ingeniero de Beverly Hills (Alan Ladd) es asaltado por una
pandilla de jóvenes delincuentes. Obsesionado con la idea de vengarse de ellos,
se dejará arrastrar cada vez más por la violencia.
Los insaciables (The Carpetbaggers, 1963),
de Edward Dmytryk. Basada en la novela homónima de Harold Robbins. Tras la
repentina muerte de su padre, un joven playboy (George Peppard) hereda una
empresa aeronáutica y se convierte en un neurótico megalómano que llegará a
crear un gran imperio económico. Esta película se inspira en la vida de Howard
Hughes.
Ladd
trabajó también en la radio, destacadamente en la serie Box 13, que se presentó de 1948 a 1949 y fue producida por la
propia compañía del actor, Mayfair Productions.
Alan
Ladd estuvo casado con su agente, la ex actriz de cine mudo Sue Carol. La
actriz Jordan Ladd es su nieta. Con su primera esposa, Midge Harrold, tuvo un
hijo, Alan Ladd, Jr., quien se hizo ejecutivo y productor cinematográfico, y
fundó la Ladd Company. Otro hijo del actor, David Ladd, se casó con la actriz
protagonista de la serie Los Ángeles de Charlie, Cheryl Ladd.
Alan
Ladd murió en Palm Springs (California), de una sobredosis de alcohol y
barbitúricos, el 29 de enero de 1964, a
los 50 años, en lo que se ha considerado un probable suicidio. Fue inhumado en
el Forest Lawn Memorial Park Cemetery, de Glendale, California.
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