El 7 de
noviembre de 1945 se estrenó ¿Ángel o
diablo? (Fallen Angel), de Otto
Preminger.
Sinopsis
argumental:
Un buscavidas (Dana Andrews, en un personaje inusual para su registro) baja del
autobús en un pueblito del medio oeste. Al entrar en un bar se enamora instantáneamente
por la sensual camarera (Linda Darnell). Buscando algún motivo para quedarse
unos días, colabora con la campaña publicitaria de un pseudo-espiritista (John
Carradine), conociendo en el lapso a una madura soltera (Alice Faye, actriz
usualmente relacionada con el género musical) que vive con su maternal hermana
mayor (Ann Revere), ambas herederas de un importante legado monetario. Llevado
por la pasión, Andrews le promete una vida de lujo a la camarera, y para ello
se casa con Alice Faye con el objeto de sustraerle su dinero y fugarse más
adelante.
Semejante argumento, ofrecido por el director Otto
Preminger durante los primeros 60 minutos de proyección, excede los márgenes de
previsibilidad pero también dificulta la identificación del espectador y, por
consiguiente, su interés en la suerte de los protagonistas. Sin embargo, el
asesinato de la moza del bar y la aparición de un ex policía de New York (el
siempre efectivo Charles Bickford) al que le es asignado el caso, ofrece un
absorbente ambiente que genera un cambio radical en el curso de la historia, al
tiempo que la sumerge definitivamente en territorio del film-noir, facilitando la interpretación a Andrews y ofreciéndole a
Faye varias escenas en las que demuestra dotes dramáticas. A pesar de las
apariencias, la repetición del tándem Otto Preminger-Andrews-David Raksin en el
tema musical, no implica repetición del esquema narrativo de la exitosa Laura (1944), sino que enfila en un
terreno nuevo del que, creemos, Preminger sale satisfactoriamente librado, que
es el estudio de caracteres y la radiografía sórdida del pueblo chico. La
historia está tan bien resuelta que, incluso, permite profundizar en más de un
personaje
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