De las 476 novelas presentadas este año, el jurado, integrado por
Salvador Clotas, Paloma Díaz-Mas, Marcos Giralt Torrente, Vicente Molina
Foix y el editor Jorge Herralde, seleccionó nueve finalistas, entre
ellas dos mexicanas, una venezolana y seis españolas.
En Muerte súbita, cuyo tiempo transcurre el 4 de octubre de 1599, en las canchas de tenis públicas de plaza Navona, en Roma, se encuentran Caravaggio y Quevedo. Para realizar este trabajo, Enrigue se adentró en la forma de ver el mundo de ambos artistas. Rastreó también la primera vez que se citó la palabra tenis. La encontró en 1451, más de un siglo antes del nacimiento del pintor barroco —que era un excelente tenista— y del poeta ibérico.
Álvaro Enrigue (México, 1969) ganó el Premio de Primera Novela Joaquín Mortiz en 1996 con La muerte de un instalador. Ha publicado, entre otros, los libros Hipotermia (2005), Vidas perpendiculares (2008) y Decencia (2011). Su última obra es el ensayo Valiente clase media. Dinero, letras y cursilería.
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