martes, 3 de diciembre de 2013

Biografías de cine: Verónica Forqué (I)

Verónica Forqué Vázquez-Vigo (Madrid, 1 de diciembre de 1955) es una actriz española de cine, teatro y televisión. Forqué es una de las pocas actrices españolas que tiene cuatro Goyas, y a lo largo de su carrera ha recibido múltiples premios. Es hija del director y productor José María Forqué y de la escritora Carmen Vázquez-Vigo, hermana del director Álvaro Forqué y nieta del músico y compositor José Vázquez Vigo.
Estudió Arte Dramático e inició la carrera de Psicología, ésta última nunca concluida. Se inicia en el mundo del cine trabajando en películas de su padre a inicios de los setenta, hasta llegar a convertirse en una actriz de comedia durante la década de los ochenta, período en el que consigue diversos Premios Goya.
Su primera participación en el cine fue en la película La guerra de papa (1977), de Antonio Mercero, argumento basado en la novela El príncipe destronado, de Miguel Delibes. Los años han pasado, y la guerra civil que ganó don Pablo es para sus hijos tan sólo "la guerra de papá". Su hijo Quico, de cuatro años, hará toda clase de travesuras para no perder la atención de sus padres, ahora que ha nacido un nuevo retoño. En definitiva, esta es la historia de una familia acomodada, vista a través de los ojos inocentes de un niño de cuatro años, que acaba de ser “destronado” por su nueva hermana de ocho meses. Son problemas cotidianos: la madre; un padre autoritario que “hizo una guerra” que no quiere olvidar; tres hermanos mayores que comienzan a despertar a la vida; y uno más de siete, que junto a Quico, el protagonista de la historia, inventa constantemente diabluras. Y naturalmente, la criada... y el novio destinado como soldado a África; y la asistencia, llena de problemas económicos y familiares, y el chico de la tienda, y la vecina de enfrente...
Su siguiente película fue Las truchas (1978), de José Luis García Sánchez. Una mañana cualquiera de un día veraniego, en un apartado restaurante de una ciudad cualquiera, medio centenar de personas se van a reunir a celebrar su banquete anual conmemorativo. Se trata de una agrupación deportiva de pescadores de caña. Parece como si, desde el primer momento, las circunstancias se conjurasen en contra de los comensales e intentasen boicotear el acto. Primero, porque varios centenares de gorrones incontrolados hacen irrupción en el local, obligando a los directivos de la peña a emplear la violencia para expulsar a los advenedizos, Después, una vez instalados en sus mesas, porque los empleados de la cocina han declarado la huelga. El maître, y a la vez dueño del restaurante consigue de sus empleados una tregua de sus reivindicaciones: se trata exclusivamente de freír unas truchas, capturadas por uno de los comensales. Festival de Berlín: Oso de Oro.
En 1980, participa en dos películas:
El canto de la cigarra, dirigida por su padre José María Forqué, comedia basada en la obra de Alfonso Paso. Protagoniza la historia una pareja formada por un hombre de vida bohemia y una millonaria. Cansado de la vida, el hombre decide separarse.
Todos me llaman 'Gato', de Raúl Peña, un drama social cuyo  argumento se desarrolla al hilo de la amistad que mantienen un policía y un delincuente que se desliza por los tejados, de ahí que le llamen 'Gato'.
En 1982, participa en la serie de televisión Ramón y Cajal, dirigida de nuevo por José María Forqué, con Adolfo Marsillac en el papel del premio Nobel de medicina. Dividida en nueve episodios:
Episodio 1: Infancia y adolescencia de Cajal
Episodio 2: Cajal en Zaragoza
Episodio 3: Ramón y Cajal en Cuba
Episodio 4: Hemóptisis y primera oposición
Episodio 5: Matrimonio y oposiciones a cátedra
Episodio 6: Cajal en Valencia
Episodio 7: Descubrimiento final y viaje a Berlín
Episodio 8: Honores y condecoraciones
Episodio 9: Muerte de Cajal.
El gran salto en la carrera cinematográfica de Verónica Forqué se produjo cuando Pedro Almodóvar la convirtió en la entrañable Cristal de ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984). Gloria, un ama de casa frustrada, malcasada y adicta a las anfetaminas, vive en una casa de vecinos de un barrio humilde con su marido, que es taxista, sus hijos y su suegra. Compagina las labores del hogar con el trabajo de asistenta en otras casas.
A lo largo de su carrera ha trabajado con Fernando Trueba en:
Sé infiel y no mires con quién (1985). Divertida comedia de enredos montada por Trueba a partir del original de los dramaturgos ingleses, Ray Conney y John Chapman. Paco y Fernando son dueños de una editorial al borde de la bancarrota. Desesperados, se las arreglan para conseguir un contrato con Adela Mora, la escritora española de más éxito. La noche en la que se va a firmar el contrato, Paco le pide a Fernando su casa para una cita mientras él cena con la escritora. Pero Carmen, la mujer de Paco, también quiere la casa para su propia cita.
El año de las luces (1986), película por la que obtuvo un Goya como actriz de reparto. Dos muchachos con síntomas de tuberculosis son enviados a un sanatorio cerca de la frontera portuguesa. Durante su estancia allí, Manolo, el mayor, vive su despertar sexual cuando observa a su enfermera desnudarse cada noche. Cuando ella es despedida, Manolo se enamora perdidamente de María Jesús, una chica del pueblo.
Ese mismo año, 1986, repite con Pedro Almodóvar en uno de los más característicos y apasionados melodramas de su producción, Matador. Un torero que se ha visto forzado a retirarse prematuramente debido a una cogida, se da cuenta de que su obsesión por matar no desaparece, solo que ahora su objetivo serán las mujeres. Hacer el amor y matar en el último instante es lo más parecido al inefable placer de una tarde en la plaza de toros. El problema se agrava cuando conoce a María, una mujer con tendencias similares a las suyas.
Y, protagoniza El orden cómico (1986), dirigida por su hermano Álvaro Forqué. Uno de los candidatos a la presidencia tiene como principal promesa electoral acabar con la delincuencia. Cuando un día después de un mitin llega a casa con su mujer, encuentran el cuerpo sin vida del hijo de ésta que había entrado a robarles. El joven era un drogadicto, justo con lo que quiere acabar el candidato. Así que decide que lo mejor será esconder su cuerpo hasta que sean las elecciones para que el asunto no salpique a su candidatura.
Su amistad con Fernando Colomo se tradujo en dos comedias de gran éxito:
La vida alegre (1987). Ana empieza a trabajar como médico en un centro de enfermedades de transmisión sexual a pesar de la oposición de su marido Antonio, también médico y asesor del ministro de Sanidad. En el centro, Ana entra en contacto con una serie de personajes marginales que acuden a su consulta... Que le proporcionó su primer Goya como actriz protagonista.
Bajarse al moro (1988). Basada en una obra de teatro de mismo título de José Luis Alonso de Santos. Chusa vuelve del “moro”. No ha tenido suerte en las aduanas. Sin posibilidad de hacer negocio y sin mercancía, Chusa recurrirá a sus amigos para viajar a Marruecos a por más “chocolate”. Las cosas sencillas no lo son tanto si dependen de las complicaciones que las relaciones humanas pueden generar, o por ejemplo que una virgen no sirva para "ese" trabajo...
En 1987, también ganó un segundo Goya como actriz de reparto por Moros y cristianos, de Luis García Berlanga. Una familia, propietaria de una fábrica de turrones, va a Madrid para promocionar sus productos en una feria gastronómica. Esta decisión la toman contra la opinión del patriarca y creador de la empresa, don Fernando Planchadell, que, fiel a sus principios, se resiste a toda innovación. Los maestros Berlanga y Azcona, aunque lejos de su mejor época artística, se vuelven a rodear de excelentes actores para conseguir uno de los mayores éxitos comerciales de su carrera.
E interpretó dos dramas:
Madrid (1987), de Basilio Martín Patino. Hans, un realizador alemán, se encuentra en Madrid para hacer un programa de televisión sobre la capital y la guerra civil, al cumplirse el cincuentenario de ésta. Acompañado por Lucía, responsable del montaje, y por Goyo, su operador, recorre y graba imágenes de la ciudad actual, dispuesto a descubrir sus espacios y sus gentes relacionados con el pasado. Al mismo tiempo, revisa y monta los materiales de archivo sobre la época. En su búsqueda Hans duda y se interroga acerca del sentido y la naturaleza de su trabajo, con cuyos productores disiente, hasta acabar sustituido en una realización que comenzaba a apasionarle. Pero ha tomado partido por la libertad.
Y Caín (1987), con guión y dirección de Manuel Iborra. Don Cuco es un joven profesor viudo, que ejerce el magisterio en un remoto pueblo de Andalucía. A su cargo tiene el grupo de 5º R, donde se encuentran todos les repetidores y vagos del pueblo. Entre ellos está Caín, un niño que vive ajeno a todo, fascinado únicamente por los animales.
En 1989, protagoniza la comedia de Manuel Iborra, El baile del pato. Una vez separado de su esposa, Carlos (Antonio Resines) decide explorar todos los placeres que Madrid puede ofrecerle. En el despacho, aprovecha los ratos libres para disfrutar de escarceos sexuales con su secretaria. Por la noche, se va de marcha con su hermano menor (Enrique San Francisco), un incondicional de las fiestas que lo acerca al mundo de la promiscuidad y las drogas. Mientras, su ex mujer (Verónica Forqué), que también está explorando el frenesí de la vida nocturna, ha caído en brazos de un hombre cuyo único mérito es haber trabajado como actor en un filme de vanguardia. Sin embargo, es precisamente esa vida nocturna lo que los echa de nuevo a uno en brazos del otro.
(cont.)

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