El 30 de diciembre de 1971 se estrenó Diamantes para la eternidad (Diamonds for ever), dirigida por Guy Hamilton. Protagonizada por Sean Connery, Jill St. John, Charles Gray, Lana Wood, Jimmy Dean, Bruce Cabot, Putter Smith, Bruce Glover, Norman Burton, Joseph Furst, Bernard Lee, Desmond Llewelyn, Lois Maxwell, Leonard Barr, Margaret Lacey, Joe Robinson, David de Keyser, Laurence Naismith, David Bauer. Productora: Danlaq/Eon Productions. Distribución: United Artisits.
Sinopsis argumental: En la historia, Bond se hace pasar por un traficante de diamantes para infiltrarse en una red de contrabando y pronto descubre un complot de su antiguo némesis Ernst Stavro Blofeld para utilizar los diamantes para construir un láser gigante. Bond tendrá que luchar contra su némesis por última vez, con el fin de detener el contrabando y evitar el plan de Blofeld de destruir Washington DC y extorsionar al mundo con supremacía nuclear.
Nominaciones y premios: Nominada al Oscar: Mejor sonido. un premio Golden Screen al mejor guión adaptado.
Comentario: Séptimo film de James Bond, dirigido por Guy Hamilton. Recupera a Sean Connery como protagonista. Se basa en la novela Diamonds Are Forever (1956), de Ian Fleming.
La película focaliza la atención en la comicidad, que adopta formas más americanas y menos inglesas que en obras anteriores. La pareja de asesinos homosexuales Wint y Kidd, las especialistas en lucha Bambi y Pluto, las torpezas de las chicas Bond, algunas luchas delirantes y el perfil exagerado de algunos personajes, incluído el villano, dan pie al desarrollo de un humor superficial, discutible y hoy anacrónico en algunos puntos. Es la primera película de la saga en la que se hace uso de "gadgets", como el atrapamanos. El ritmo del film es elevado, pero desigual, a causa de una juxtaposición poco hilvanada de algunas secuencias. Son destacables la escena del prólogo, la pelea de Bond con Franks en el elevador, la lucha de Bond con Bambi y Pluto, la persecución del coche de Bond por la policía, la huída en el falso vehículo lunar, la vertiginosa escalada de un edificio y otras. El nivel de fantasía del film, más elevado que en ocasiones anteriores, fija las bases de obras posteriores.
La música, de John Barry, ofrece una partitura rítmica, densa y emotiva, con una canción original, Diamonds Are Forever, de Shirley Bassey, y melodías tan sugerentes como Bond Meets Bambi And Thumper, Wint And Kidd Theme y otros. La fotografía ofrece encuadres hábiles, perspectivas amplias y movimientos precisos, que realzan la espectacularidad de la acción y el acierto de los decorados. El guión aporta un relato entretenido, divertido e hilarante. La dirección consigue unas secuencias mejores que otras, en un conjunto acertado, pero falto de atmósfera y cohesión.
Es la última película (oficial) de Connery como Bond, volvería a interpretarlo posteriormente en un film no oficial de la saga, Nunca Digas Nunca Jamás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario