El 21 de diciembre de 1925 se estrenó El acorazado Potemkin (Bronenosets Potyomkin), dirigida por Sergei Eisenstein. Protagonizada por: Aleksandr Antonov,Vladimir Barsky, Grigori Aleksandrov, Ivan Bobrov, Mikhail Gomorov, Aleksandr Levshin, Beatrice Vitoldi, Julia Eisenstein. Producida por Goskino.
Sinopsis argumental: Esta película está compuesta de cinco episodios:
- Hombres y gusanos (Люди и черви)
- Drama en el Golfo Tendra (Драма на тендре)
- El muerto calma (Мёртвый взывает)
- La escalera de Odesa (Одесская лестница)
- Encuentro con la escuadra (Встреча с эскадрой)
Rusia 1905. Una gigantesca ola recorre el Mar Negro como símbolo de la incipiente revolución. A bordo del acorazado Potemkin, la tripulación está a punto de amotinarse. Cuando se le sirve carne infestada de gusanos se les acaba la paciencia. Se niegan a comerla. El almirante ordena el fusilamiento de los rebeldes. Atrapados debajo de una gigantesca lona, se dirigen a sus compañeros, los marineros armados, con unas sencillas palabras: ¡Hermanos! Los marineros tiran los rifles y se une a los condenados en una violenta lucha con la oficialidad.
Los amotinados consiguen vencer y el barco entero vibra con su triunfo. Pero su estado de ánimo cambia cuando descubren que el líder ha muerto durante la refriega. Ponen rumbo a Odessa para enterrarle con todos los honores.
Los habitantes de Odessa, llenos también de espíritu revolucionario, escuchan los discursos de los agitadores, que les animan a rebelarse. Las masas acuden a la gigantesca escalinata de Odessa para saludar al Potemkin desde la misma. Luego organizan una flota de pequeñas embarcaciones para llevar provisiones a la tripulación.
De repente, soldados zaristas aparecen en lo alto de la escalinata, con los rifles cargados y el seguro quitado. La gente duda, los soldados disparan y las escalinatas se van llenando de cadáveres. Los soldados avanzan implacables. Los niños gritan, una madre, cuando es tiroteada, pierde el control de su carrito, que desciende a toda velocidad por la escalinata.
Mientras tanto, la flota rusa se ha agrupado a la salida del puerto. La tripulación del Potemkin isa desafiante la bandera roja, esperando ser atacados. Pero el acorazado atraviesa entre la flota sin que ocurra, entre los gritos de ¡Hermanos! con el que los oprimidos expresan su solidaridad.
Comentario:
Obra maestra del cine, una crónica histórica de la revolución rusa que en 1905 levantó
al pueblo bolchevique contra los zares. Ochenta minutos que descubrieron el montaje
en el cine mundial. En 1925 se le encargó al director Eisenstein el llevar a cabo esta
obra para elevar el espíritu de la revolución social creada en 1917 por la revolución
bolchevique.
El acorazado Potemkin es una obra que significa un nuevo aporte a la narración cinematográfica en términos de lenguaje visual. Tras la genialidad de Griffith en el trabajo de escala de planos, Eisenstein observa otra función que puede realizar la cámara, introduciendo inclinaciones de cámara que dan como resultado un énfasis o una sensación distinta en lo que se relata.
Por otro lado, se trata de una película que refleja el espíritu de la época en que es realizada, donde todo elemento es utilizado como propaganda para la legitimación ideológica de una revolución naciente. En este sentido es valorable la exaltación del hombre común, sobre todo del
El acorazado Potemkin es una obra que significa un nuevo aporte a la narración cinematográfica en términos de lenguaje visual. Tras la genialidad de Griffith en el trabajo de escala de planos, Eisenstein observa otra función que puede realizar la cámara, introduciendo inclinaciones de cámara que dan como resultado un énfasis o una sensación distinta en lo que se relata.
Por otro lado, se trata de una película que refleja el espíritu de la época en que es realizada, donde todo elemento es utilizado como propaganda para la legitimación ideológica de una revolución naciente. En este sentido es valorable la exaltación del hombre común, sobre todo del
oprimido que decide romper sus cadenas.
Una de las escenas más famosas en la historia del cine pertenece a esta película, cuando los cosacos disparan contra el pueblo inocente(1) para acabar con el apoyo a los rebeldes. Es la archiconocida escena de la escalinata de Odesa, que constituye el máximo ejemplo del montaje de Einsenstein. El gran aporte de este director consistió en lograr efectos emocionales mediante movimientos de cámara nunca vistos hasta el momento. Los planos generales de alarma y confusión entre la gente se intercalan con primeros planos de ojos aterrorizados, bocas que gritan silenciosamente, de botas pisando un ramo de flores, de un paraguas roto, de cuerpos cayendo... Insertadas en medio de esas imágenes de desconcierto generalizado se encuentran otras más individualizadas y, en paralelo con todas ellas, las de los soldados que avanzan implacables. Sus pies mostrados con precisión militar según van descendiendo los escalones, contrastan con el desorden de la multitud que intenta escapar. Los planos detalles de los rifles disparando se intercalan con otros, los de las ruedas de un coche de un niño. El ritmo va acelerándose hasta alcanzar un terrorífico clímax de muerte y catástrofe.
Una de las escenas más famosas en la historia del cine pertenece a esta película, cuando los cosacos disparan contra el pueblo inocente(1) para acabar con el apoyo a los rebeldes. Es la archiconocida escena de la escalinata de Odesa, que constituye el máximo ejemplo del montaje de Einsenstein. El gran aporte de este director consistió en lograr efectos emocionales mediante movimientos de cámara nunca vistos hasta el momento. Los planos generales de alarma y confusión entre la gente se intercalan con primeros planos de ojos aterrorizados, bocas que gritan silenciosamente, de botas pisando un ramo de flores, de un paraguas roto, de cuerpos cayendo... Insertadas en medio de esas imágenes de desconcierto generalizado se encuentran otras más individualizadas y, en paralelo con todas ellas, las de los soldados que avanzan implacables. Sus pies mostrados con precisión militar según van descendiendo los escalones, contrastan con el desorden de la multitud que intenta escapar. Los planos detalles de los rifles disparando se intercalan con otros, los de las ruedas de un coche de un niño. El ritmo va acelerándose hasta alcanzar un terrorífico clímax de muerte y catástrofe.
El director acentúa el dramatismo de la situación haciendo tomas en picado de los habitantes de la ciudad mientras huyen, o alternando un primer plano de una mujer gritando de pánico, con otro más general de toda la muchedumbre huyendo de los soldados rusos. De esta forma, se muestra la crudeza del momento de un modo mucho más emocional, mucho más cinematográfico. Uno de los momentos álgidos es el de una madre es alcanzada por una bala mientras corría con un coche de bebé que rodará escaleras abajo al morir la madre.(2)
Esta escena ha sido homenajeada (copiada, imitada, parodiada) por directores famosos, como Francis Ford Coppola en El Padrino; Brian De Palma en Los intocables de Elliot Ness; Woody Allen en Bananas; Terry Gilliam en Brazil, Peter Segal en la tercera entrega de Agárralo como puedas y George Lucas en su última entrega de Star Wars (aunque los soldados de asalto, en esta cinta, marchen subiendo las escaleras) e incluso en Los Simpson en dos situaciones, en una Homer rescatando al bebe y en otra, con una estética igual a la de la película, con Lisa lanzando a Maggie.
Como el propio Eisenstein explica en el texto sobre la Unidad orgánica y pathos en El acorazado Potemkin, incluido en el libro de Georges Sadoul sobre este film, la película está trabajada como un todo orgánico en el que cada uno de sus elementos funciona en pos de una composición que mantiene en su núcleo lo particular en función del todo. Cada una de las partes en las que puede ser dividida la cinta, es funcional en un nivel superior de lectura, es decir, en la generalidad. Por otra parte, el trabajo patético (pathos) en tanto que la sucesión y cambio constante en las cualidades de la acción, generan en el espectador una emoción que lo llevan a realizar mediante un proceso psicológico, una reflexión intelectual de acuerdo al tema propuesto.
La película entera está construida de manera similar, con ritmos poéticos y dramáticos, contraste de imágenes, ritmo, estados de ánimo. No obstante, la técnica por sí sola no es capaz de explicar el extraordinario dinamismo y la pasión de El acorazado Potemkin, que exclusivamente pudo surgir de la cargada atmósfera del mundo artístico ruso durante la década de 1920, cuando ya sea consolidado de la Revolución de 1917 y el ambiente estaba lleno de ideas experimentales, de innovación y controversias. Eisenstein atrapó esa atmósfera.
La película surge de la excitación creadora del director al darse cuenta de las posibilidades narrativas y cinematográficas de la escalinata de Odessa. Algunos de los efectos más famosos de la misma son totalmente espontáneos, como por ejemplo los evocadores planos de la niebla sobre el mar, inspirados por un fenómeno natural que habría infundido pavor a cualquier director de fotografía menos audaz que Eduard Tissé, quien colaboró estrechamente con Eisenstein en toda su filmografía.
Como curiosidad señalar que El acorazado Potemkin se rodó en sólo una semana y el montaje se realizó en doce días. Se estreno en el Teatro Bolshoi el 21 de diciembre de 1925, para conmemorar el vigésimo aniversario de la revolución de 1905. Según el propio montador, Grigori Alexandrov, Eisenstein y él estuvieron trabajando en el montaje hasta el mismo momento del estreno. Y llevaron la última bobina al teatro en moto, con Alexandrov conduciendo y Eisenstein detrás. La moto se estropeó en plena Plaza Roja y los dos tuvieron que recorrer el último trecho a pie, mientras en el cine se hacía un descanso largo entre la cuarta y la quinta bobina.
La película entera está construida de manera similar, con ritmos poéticos y dramáticos, contraste de imágenes, ritmo, estados de ánimo. No obstante, la técnica por sí sola no es capaz de explicar el extraordinario dinamismo y la pasión de El acorazado Potemkin, que exclusivamente pudo surgir de la cargada atmósfera del mundo artístico ruso durante la década de 1920, cuando ya sea consolidado de la Revolución de 1917 y el ambiente estaba lleno de ideas experimentales, de innovación y controversias. Eisenstein atrapó esa atmósfera.
La película surge de la excitación creadora del director al darse cuenta de las posibilidades narrativas y cinematográficas de la escalinata de Odessa. Algunos de los efectos más famosos de la misma son totalmente espontáneos, como por ejemplo los evocadores planos de la niebla sobre el mar, inspirados por un fenómeno natural que habría infundido pavor a cualquier director de fotografía menos audaz que Eduard Tissé, quien colaboró estrechamente con Eisenstein en toda su filmografía.
Como curiosidad señalar que El acorazado Potemkin se rodó en sólo una semana y el montaje se realizó en doce días. Se estreno en el Teatro Bolshoi el 21 de diciembre de 1925, para conmemorar el vigésimo aniversario de la revolución de 1905. Según el propio montador, Grigori Alexandrov, Eisenstein y él estuvieron trabajando en el montaje hasta el mismo momento del estreno. Y llevaron la última bobina al teatro en moto, con Alexandrov conduciendo y Eisenstein detrás. La moto se estropeó en plena Plaza Roja y los dos tuvieron que recorrer el último trecho a pie, mientras en el cine se hacía un descanso largo entre la cuarta y la quinta bobina.
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(1)
Si bien existieron varias manifestaciones y represión contra los manifestantes en Odessa, la matanza es una ficción creada por Eisenstein contra el zar. El crítico de cine Roger Ebert escribió "no existió la masacre zarista en las escaleras de Odessa... es irónico que [Eisenstein] lo haya hecho tan bien que en la actualidad muchos creen que en realidad ocurrió".(2) La escena de la matanza en las escaleras de Odessa en El Acorazado Potemkin no
figuraba en ninguno de los guiones preliminares ni en ninguna de las notas de
preparación del montaje. El descubrimiento de la escalera fue accidental. Eisenstein
cuenta «...la idea me vino al pisar unas cerezas que iban cayendo por las escaleras
cuando yo me hallaba en lo alto, a los pies de la estatua del duque de Richelieu, es unmito pintoresco, lo admito, pero un mito evidente. Fue la grandeza de estas escaleras
lo que me dio la idea de la escena... Y puede ser que también jugase un papel
importante una ilustración aparecida en un periódico de 1905 y que habría
permanecido en el fondo de mi memoria... La matanza en las escaleras de Odessa no es
seguro que tuviera relación con los hechos del acorazado Potemkim aunque parece
cierto que en aquellas escaleras sí se dieron otras matanzas de civiles.
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