Su verdadero nombre era Wilhelm Fuchs, William Fox era una americanización del mismo. DE origen húngaro, nació en Estados Unidos, el 1 de enero de 1879. Siendo aún un niño realizó distintos trabajos.
Fox compró su primer teatro de cinco céntimos la entrada (monedas de níquel) o nickelodeon en 1904 en Brooklyn. Fox entró así en el negocio de exhibición de las películas, con 26 años. Invirtió la suma de 1.600 dólares que tenía ahorrados. A su lado, desde el principio estuvo su esposa Eva. Para atraer al público ofrecía representaciones teatrales en vivo también, pero, conforme fue fidelizando al público, dejó el teatro en vivo.
Con el dinero que llevaba ganado, en 1913, Fox creo dos compañías hermanas la Greater New York Film Rental (para la distribución de películas europeas que importaba) y la Fox Office Attractions Company (para producir películas).
Los primeros estudios de Fox estuvieron en Fort Lee en Nueva Jersey. En el periodo del cine mudo en que Fox desarrolló su carrera, el cine aún no tenía el prestigio que tiene hoy. Aunque se respetaba la calidad artística de las películas, éstas no eran consideradas como frutos de lo que hoy conocemos como séptimo arte, sino que eran un producto más. Como tales se producían, en serie, sin demasiado tiempo produciéndolas, como quien hace galletas. Esto explica, en parte, las abultadas filmografías de los actores y técnicos de la época.
Con el dinero que llevaba ganado, en 1913, Fox creo dos compañías hermanas la Greater New York Film Rental (para la distribución de películas europeas que importaba) y la Fox Office Attractions Company (para producir películas).
Los primeros estudios de Fox estuvieron en Fort Lee en Nueva Jersey. En el periodo del cine mudo en que Fox desarrolló su carrera, el cine aún no tenía el prestigio que tiene hoy. Aunque se respetaba la calidad artística de las películas, éstas no eran consideradas como frutos de lo que hoy conocemos como séptimo arte, sino que eran un producto más. Como tales se producían, en serie, sin demasiado tiempo produciéndolas, como quien hace galletas. Esto explica, en parte, las abultadas filmografías de los actores y técnicos de la época.
Aunque Fox era un hombre de genio corto, difícil de tratar, era un productor apreciado por los exhibidores que ganaban dinero con sus películas. De hecho, el imperio de exhibición nació, porque con sus primeras salas, Fox descubrió que se ganaba más dinero difundiéndolas que produciéndolas. Antes del crack de la bolsa de1929, Fox poseía unas 800 salas de exhibición y el activo de su imperio, sólo como exhibidor, ascendía a la inmensa cifra de medio billón de dólares.
En 1914, Fox contrató a un joven director teatral J. Gordon Edwards y lo envió a Europa, para que estudiase como se realizaban allí las películas de calidad. A su regreso, además de dirigir para él, este cineasta se convertiría en el principal supervisor de producción de la nueva Fox Film Corporation, fundada por William Fox en 1915, tras fusionar las dos empresas anteriores.
En 1914, Fox contrató a un joven director teatral J. Gordon Edwards y lo envió a Europa, para que estudiase como se realizaban allí las películas de calidad. A su regreso, además de dirigir para él, este cineasta se convertiría en el principal supervisor de producción de la nueva Fox Film Corporation, fundada por William Fox en 1915, tras fusionar las dos empresas anteriores.
Ese mismo año, Eva, su mujer se empeñó en contratar a una actriz de teatro llamada Theda Bara. La actriz se convertiría en la primera gran estrella de la Fox y, muchas de las películas, protagonizadas por ésta fueron dirigidas por Edwards. Siendo memorables títulos como Romeo y Julieta, Cleopatra, Camille, Salomé...
Otra estrella que reportó grandes ingresos a la Fox fue el actor/cowboy Tom Mix.
En 1919, Fox, como otros productores, agobiado por la presión que ejercía la productora de Edison, dueña de muchas de las patentes de los equipos de grabación, se marchó a California. El oeste ofrecía tres ventajas: Estaba lejos de la mirada de Edison, había buen clima todo el año (permitía rodar más días) y se podía comprar grandes extensiones de terreno a bajo precio.
A finales de 1925, su cuñado Jack Leo, lo llevó a una sala de proyección y le mostró una película en la que había un canario cantando y un hombre chino que también cantaba. Había llegado el sonido óptico, grabado en el propio negativo de la película.
El año siguiente, en 1926, por un millón de dólares, Fox compró la patente de un sistema denominado Movietone. Aún tendría que invertir otros seis millones para desarrollar el sistema de sonido y poder acoplarlo a sus películas. Para ello, Fox adquirió unos estudios entre la Calle 54 y la Décima Avenida (que dedicaría exclusivamente a la investigación de la sonorización).
Fox perdió la carrera del sonido ya que la Warner Bros. Pictures fue la primera en estrenar un film sonoro, El cantor de jazz (The Jazz Singer, 1927). No obstante, Fox logró minimizar este hecho cuando creó la Fox Movietone News, el primer sistema de noticiarios hablados. Antecedente de los actuales informativos y muy parecido a lo que en España fueron los NODOS (acrónimo de Noticiarios y Documentales). Estos informativos, ofrecidos como un cortometraje antes de la película fueron todo un éxito. Fox, vista la respuesta del público, envió cámaras por todo el mundo y, muchas veces, la gente estaba más interesada en el noticiario (generalmente, de corte sensacionalista), que en la propia película.
En 1927, Fox contrato a un insigne director alemán Friedrich Wilhelm Murnau, siendo el primer productor que promovía la contratación de directores europeos.
Cuando la industria cinematográfica aún no se había repuesto del desembolsó que había supuesto cambiar del cine mudo al sonoro, en 1928 Fox lanzó un nuevo formato de pantalla, mucho más grande que el estándar utilizado en aquellos momentos. El sistema se llama Grandeur y fue comercializado por una nueva empresa creada a tal efecto: la Fox Grandeur Corporation.
Algunos competidores como David Sarnoff (presidente de la RCA, Radio Corporation of America) y Adolph Zukor (el presidente de la Paramount Pictures) fueron hablar con él antes de que lanzará este producto al mercado, advirtiéndole de que iba a hundir a muchas compañías que no podrían afrontar este nuevo gasto. William Fox lo desoyó y su empeño le creo numerosos enemigos dentro de la industria.
Las cosas se pusieron feas para Fox un año más tarde, cuando la American Telephone and Telegraph Company reclamó judicialmente las patentes de todos los sistemas de sonorización existentes (incluyendo el movitone), pues consideraba que estaba bajo el paraguas de la patente previa que ella tenía en su poder. Al mismo tiempo se enredó en una fusión con otra empresa, la Loew's Inc., para la que empleó más de 70 millones de dólares, en parte suyos, en parte, prestados por bancos.
Ambas cosas salieron mal. Aunque el juez permitió a Fox conservar los noticiarios de Movitone, para usar sonido en las películas debía pagar los derechos de patente y, al mismo tiempo, por interés general, los técnicos de Bell accederían a sus laboratorios para estudiar el modo en que el sonido era producido. Aunque Fox mantuvo ingresos, perdió el secreto.
Por otro lado, la anhelada fusión con la Loew's Inc. no fue aprobada por las autoridades competentes y antes de que Fox, pudiera reaccionar y devolver los préstamos se produce el crack bursátil de 1929 y Fox, queda prácticamente arruinado y se ve obligado a vender los derechos que el juez le había concedido a la American Telegraph.
Gracias a las salas de exhibición pudo mantenerse un tiempo a flote, pero fue breve. Conforme la Gran Depresión se fue dejando sentir en los estadounidenses, la gente dejó de acudir al cine y Fox entró en bancarrota.
Las cosas se pusieron feas para Fox un año más tarde, cuando la American Telephone and Telegraph Company reclamó judicialmente las patentes de todos los sistemas de sonorización existentes (incluyendo el movitone), pues consideraba que estaba bajo el paraguas de la patente previa que ella tenía en su poder. Al mismo tiempo se enredó en una fusión con otra empresa, la Loew's Inc., para la que empleó más de 70 millones de dólares, en parte suyos, en parte, prestados por bancos.
Ambas cosas salieron mal. Aunque el juez permitió a Fox conservar los noticiarios de Movitone, para usar sonido en las películas debía pagar los derechos de patente y, al mismo tiempo, por interés general, los técnicos de Bell accederían a sus laboratorios para estudiar el modo en que el sonido era producido. Aunque Fox mantuvo ingresos, perdió el secreto.
Por otro lado, la anhelada fusión con la Loew's Inc. no fue aprobada por las autoridades competentes y antes de que Fox, pudiera reaccionar y devolver los préstamos se produce el crack bursátil de 1929 y Fox, queda prácticamente arruinado y se ve obligado a vender los derechos que el juez le había concedido a la American Telegraph.
Gracias a las salas de exhibición pudo mantenerse un tiempo a flote, pero fue breve. Conforme la Gran Depresión se fue dejando sentir en los estadounidenses, la gente dejó de acudir al cine y Fox entró en bancarrota.
Antes, de perderlo todo, dejó que su compañía fuese absorbida, en 1935, por la Twentieth Century Films de Darryl F. Zanuck. Nació así una nueva empresa la 20th Century Fox. En esta nueva empresa. William Fox ya no tenía ningún control y hubo de abandonarla.
En el proceso que se abrió para delimitar las responsabilidades de Fox en esta bancarrota, Fox intentó sobornar al juez que instruía el caso. Fue condenado, por ello, a un año de prisión.
Cuando en 1943 fue liberado, no encontró el respaldo de nadie en California, por lo que se trasladó a Nueva York y tuvo que dedicarse a otros menesteres.
En el proceso que se abrió para delimitar las responsabilidades de Fox en esta bancarrota, Fox intentó sobornar al juez que instruía el caso. Fue condenado, por ello, a un año de prisión.
Cuando en 1943 fue liberado, no encontró el respaldo de nadie en California, por lo que se trasladó a Nueva York y tuvo que dedicarse a otros menesteres.
Murió el 8 de mayo de 1952. Nadie del mundo del cine fue a su entierro. Sin embargo, hoy se le reconoce como uno de los pioneros y como un hombre con gran visión de futuro.
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