El 7 de enero de 1894, W. K. Dickson recibe una patente por su invento, el filme de movimiento.
Dickson era un fotógrafo aficionado y había seguido el trabajo de varios pioneros
en la búsqueda de lo que luego habría de ser el cine. Durante su empleo en el laboratorio de Thomas Alva Edison, en Menlo Park, Dickson tuvo la oportunidad de investigar las maneras de registrar el movimiento en la película fotográfica, inspirándose al principio, en métodos similares a la forma en que el fonógrafo de Edison grababa el sonido. Los primeros esfuerzos involucraron un tambor que giraba iluminado por una luz wilis. Fue capaz, en 1890, de crear una cámara y un visor que utilizaban tiras largas de película para capturar el movimiento en marcos individuales. En 1891, Edison archivó una patente para el invento que, a la postre, recibió el nombre de kinetoscopio.
A mediados de la década de 1890, los salones con kinetoscopios se volvieron un entretenimiento popular mediante el cual los norteamericanos conocieron por primera vez las películas con movimiento. Dickson empezó trabajando en un proyector para que pudieran desplegarse las películas al mismo tiempo para grandes grupos.
Después de separarse de Edison, fundó su propia compañía y creó una cámara junto con el sistema proyector. La compañía, denominada American Mutoscope and Biograph Company, lanzó sus propias películas y en el futuro se convirtió en uno de los más grandes estudios de cine de su tiempo.
Fotograma de la película de 1893 Blacksmith Scene, dirigida por W. K. Dickson. |
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