El 25 de enero de 1963 se estrenó El cuervo (The Raven), dirigida por Roger Corman. Protagonizada por Vincent Price, Boris Karloff, Peter Lorre, Hazel Court, Olive Sturgess, Jack Nicholson, Connie Wallace. Producción y distribución American International Pictures.
Sinopsis argumental: Es el siglo XV, un tiempo dominado por la magia, el miedo y la superstición. Un hechicero, el doctor Craven (Vincent Price) llora la muerte de su esposa Leonore (Hazel Court) con su hija Estelle (Olive Sturgess), hasta que una noche llega un cuervo capaz de hablar, quien resulta ser el doctor Bedlo (Peter Lorre), un viejo colega, y Craven lo devuelve a su forma humana. Bedlo le dice a Craven que vio una mujer bastante parecida a Leonore en el castillo de Scarabus (Boris Karloff). Junto con Estelle y el hijo de Bedlo, Rexford (Jack Nicholson) irán al castillo en su búsqueda.
Comentario: Largometraje nº 36 de Roger Corman. El cuervo es la quinta de las ocho adaptaciones de cuentos de Edgar Allan Poe dirigidas por Roger Corman entre 1960 y 1964. Las otras fueron:
- La caída de la casa Usher (1960)
- Pit and the Pendulum (1961)
- La obsesión (1962)
- Tales of Terror (1962)
- The Haunted Palace (1963)
- The Masque of the Red Death (1964)
- La tumba de Ligeia (1964)
La película es una comedia de horror y fantasía de serie B. Reúne por primera vez en cine a los tres grandes actores de films de terror: Vincent Price, Peter Lorre y Boris Karloff, a los que acompaña Jack Nicholson, de 28 años, en un papel de apoyo. Realiza una sátira del mundo de la magia, del cine de terror y del propio ciclo del que forma parte. Construida a partir de un guión meritorio, desarrolla un agudo sentido del humor. Suma humor visual (cuervo locuaz, mago presumido) y verbal (pócima de sangre de murciélago, pelaje de ave y cabellos de cadáver), con ligeros apuntes eróticos a cargo de Lenore y Estelle (Oliver Sturgess). Enfrenta el bien y el mal en una competición singular, en la que entran en pugna los poderes ofensivos y defensivos de la magia. Envuelve el relato en un tono de sencillez, proximidad y calidez, que hace de la visión del film una experiencia reconfortante. Destaca la poderosa visualidad de la cinta. La iluminación, bien cuidada, simula provenir de velas y candiles, que proyectan luces débiles y sombras sólidas. La acción se desarrolla en ambientes nocturnos, cerrados y opresivos, exentos de ventanas y con puertas que se confunden con las paredes. Hace uso de algunos anacronismos deliberados, como el simpático vestido de Robin Hood que usa Rexford (Jack Nicholson). Son escenas memorables la elaboración de la pócima neutralizadora del hechizo y el mágico duelo final.
La música, de Les Baxter aporta una banda sonora vibrante, intensa y extraña, puesta al servicio de la acción. La fotografía, de Floyd Crosby se apoya en una paleta restringida de tonos cálidos (marrones y ocres), contrastados ocasionalmente con azules fríos. Buenas interpretaciones del "triunvirato del terror", en especial de Price y Lorre. Estimable comedia de culto.
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