El 22 de febrero de 1957 se estrenó El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man), dirigida por dirigida por Jack Arnold y protagonizada por Grant Williams, Randy Stuart, April Kent, Paul Langton, Raymond Bailey, William Schallert, Billy Curtis. Productora: Universal Pictures.
Sinopsis argumental: Scott Carey (Grant Williams) está con su esposa (Randy Stuart) pasando un agradable día en un barco prestado. De repente se acerca una especie de niebla radiactiva y es cubierto por ella. Sin saberlo, esta le provoca problemas de estatura y peso. Pasan los meses y descubre que todo su cuerpo está empequeñeciendo, por lo que es sometido a multitud de pruebas, con las que llega a la conclusión de que la niebla es la causante de su cambio de tamaño. Después de poco tiempo su cuerpo se ve reducido a pocos centímetros, lo cual cambia su carácter y su vida. Durante el film, Scott Carey trata de superar los problemas que acarrea su pequeño tamaño, antes desconocidos para él. Esta película pone en el centro de su metáfora la inevitable pregunta que se hace el hombre frente a la adversidad: "Quién soy". La solución del protagonista es adaptarse a su nueva realidad, sobrevivir a pesar de todo. Scott Carey comprende la necesidad de trascender sus creencias, obligado a adaptar su mapa mental y enfrentarse a los peligros desde una nueva dimensión.
Comentario: La película es una adaptación de la novela El increíble hombre menguante (The Shrinking Man) de Richard Matheson.
La película explora la psicología del protagonista enfrentado a situaciones diversas a lo largo del relato. Las incertidumbres iniciales, la falta de remedios y la pérdida del empleo, le llevan a un estado emocional de exasperación, frustración y agresividad, que descarga sobre Luisa. Mientras avanza el proceso, le invaden sentimientos de impotencia y fragilidad, que dan paso a actitudes tiránicas, despósticas y de sometimiento, que Luisa sobrelleva con estoicismo. Cuando mide 1,24 m y pesa 26 kg. conoce a una enana de nacimiento, Clarice Brown (April Kent), con la que entabla un romance, que le permite compartir afecto y sexo, lo que le devuelve parte del equilibrio perdido. Más adelante, constata con indignación y desolación que se ha convertido en víctima de discriminación y marginación social. La pérdida adicional de altura, le convierte en juguete y presa de Butch y, posteriormente, de una araña, hechos que despiertan en él los instintos primarios de lucha por la supervivencia. Dado por muerto, se enfrenta a la sed, el hambre, los depredadores, las trampas y la desproporción del entorno formado por elementos caseros, convertidos en fuentes de peligros insospechados. La obra denuncia los males de la contaminación radioactiva y química. Se refiere a las relaciones entre vida sexual activa, rica afectivamente, y el equilibrio psicológico personal. Muestra la pequeñez de la Humanidad, aferrada a prejuicios sobre la capacidad ilimitada de manipular la naturaleza.
La música, interpretada por el trompetista Ray Anthony, acompaña la acción con bonitas melodías jazzísticas, que animan y explican los sentimientos encontrados de Scott. La fotografía, en b/n, hace uso de efectos especiales ingeniosos y consistentes, que convierten el cómodo mundo cotidiano en una selva de objetos claustrofóbicos. El guión luce originalidad, imaginación y fantasía. La dirección crea una obra de culto inolvidable e imprescindible.
El director Joel Schumacher realizó en 1981 una historia similar por no decir idéntica, pero con una mujer como protagonista que tituló La increíble mujer menguante (The Incredible Shrinking Woman).
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