El 17 de febrero de 1968 se estrenó La invasión de los bárbaros (Kampf um Rom I), dirigida por Robert Siodmak. Protagonizada por Laurence Harvey, Orson Welles, Sylva Koscina, Harriet Andersson, Honor Blackman, Robert Hoffmann, Michael Dunn, Ingrid Boulting, Lang Jeffries, Dieter Eppler. Productora: Coproducción Alemania del Oeste-Italia-Rumanía; CCC Filmkinst/ Documento Film/Studioul Cinematografic Bucuresti.
Sinopsis argumental: Cethegus (Laurence Harvey), líder de la nobleza romana, viaja a Bizancio para reunirse con el emperador Justiniano (Orson Welles) y reunir un ejército que pueda frenar el avance de los Godos. Su propósito es aprovecharse de este enfrentamiento para adueñarse del poder.
Comentario: En esta incursión al Bizancio de Justiniano, romanos decadentes e invasores bárbaros, en este caso ostrogodos, la filmografía del otro tiempo eficiente director se hunde de forma irremediable con una realización confusa, arrítmica, propia de un cineasta de cuarta categoría e indigna de su carrera profesional.
Es una lástima que esta parte de la historia haya sido tan mal contada y tan mal filmada como el presente título a pesar de contar en el reparto figuras importantes como Laurence Harvey y Orson Welles, con un montaje pésimo y una narración repleta de toda clase de torpezas formando un conjunto deslavazado.
Tal vez quisiera dar la sensación de caos propia de aquella época reflejada, la época en la que un floreciente imperio cuya influencia cultural ha llegado hasta nuestros días mediante las lenguas romances se hundía sin remedio, primero dividiéndose entre los imperios de Occidente y Oriente (Bizancio), incluso cambiando de ciudad, Ravena por Roma. Los bárbaros hartos del Imperio lo fueron minando hasta hacerlo desaparecer iniciándose una nueva etapa histórica, la Edad Media, en la que prevalecieron los microestados y el feudalismo. Una etapa histórica que en tiempos presentes parece que vuelve a renacer.
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