El 9 de febrero de 1965 se estrenó Simón del desierto, dirigida por Luis Buñuel. Protagonizada por Claudio Brook, Silvia Pinal, Hortensia Santovana, Jesús Fernández, Enrique Álvarez Félix, Francisco Reiguera, Luis Aceves Castañeda, Enrique García Álvarez, Enrique del Castillo, Eduardo MacGregor, Antonio Bravo. Productora: Gustavo Alatriste.
Sinopsis argumental: Durante más de seis años, Simón el estilita ha hecho penitencia manteniéndose en pie sobre una columna. Un devoto muy rico le regala una columna mejor, y Simón realiza el milagro de devolverle las manos a un mutilado. Durante varios días, mientras Simón sigue haciendo penitencia, el diablo se le aparece y trata de hacerlo caer en la tentación.
Nominaciones y premios: Festival de Venecia: Premio Especial del Jurado. Premio Passinetti (Sindicato del Cine Italiano). Premio de la Federación de la Prensa Cinematográfica. Placa de Oro de la Federación Italiana de Cineclubs. Premio de la revista Cinema 60. Milán: Premio Cinemateca (referéndum público). Venecia: Premio Filmocritica. Acapulco: Medalla de Oro André Bazin (Fipresci). Río de Janeiro: Premio único de la Unión Mundial de Cine-Museos. Premio de la Asociación Brasileña de Autores de Films. San Francisco: Premio Seltznick. León de plata del Festival de Venecia (1967) para México.
Comentario: Obra inacabada en tono de comedia. Última película de la etapa mexicana de Luis Buñuel.
La historia de Simón del desierto proviene de un escrito del siglo XIII que Federico García Lorca recomendó a Buñuel y en el que se menciona a Simeón el estilita, un hombre que vivía sobre una columna en mitad del desierto y desde ella se dedicaba a predicar, actividad que le hacía pasarse horas y horas de pie, ingiriendo justo lo necesario para sobrevivir, y sin ninguna otra pretensión. Una persona que renuncia al mundo, a la sociedad, y voluntariamente vive solo, aislado, sin apetencias primitivas ni deseos de tomar posesión de nada. La renuncia y la soledad parecen postularse como los elementos que permiten alcanzar una vida sin ataduras, la vida de un espíritu independiente.
Simón es un personaje sujeto a una brutal lucha interior entre la perseverancia con la que se entrega al reino de los cielos y el acecho de las tentaciones del mundo terrenal. Esto queda magistralmente de manifiesto al mostrarnos a Simón como un asceta encaramado a lo alto de una columna en cuya base superior podemos observar un cuadrilátero formado por cuerdas, a modo de improbable ring.
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