El 3 de marzo de 1945 se estrenó la película norteamericana El retrato de Dorian Grey (The Picture of Dorian Grey), dirigida por Albert Lewin y protagonizada por Hurd Hatfield, George Sanders, Donna Reed, Angela Lansbury, Peter Lawford, Lowell Gilmore, Richard Fraser, Morton Lowry
Productora y distribuidora: Metro Goldwin Mayer (MGM).
Sinopsis argumental: Dorian Gray (Hurd Hutfield) es un joven aristócrata muy atractivo que vende su alma al Diablo a cambio de la eterna juventud. Gracias a una invocación consigue que sea el retrato que le ha hecho su amigo Basil Hallward (Lowell Gilmore) el que sufra el proceso natural del envejecimiento.
Nominaciones y premios: Oscar: mejor fotografía Blanco y negro. 3 nominaciones. Globos de Oro: Mejor actriz de reparto (Angela Lansbury).
Comentario: Hasta mediados de los años 1940, el cine de terror clásico estuvo en manos de la topoderosa Metro Goldwin Mayer (MGM), cuyas adaptaciones ambientadas en el Londres victoriano gozaron de gran presupuesto, grandes luminarias detrás de cámara, amplísimo repartode estrellas y secundarios de primer nivel. Primando calidad sobre cantidad, El extraño caso del dr. Jekyll y mr. Hyde (Dr. Jekyll and Mr. Hyde, 1941), dirigida por Victor Fleming fue el primer paso, seguido más tarde por la sugestiva Luz que agoniza (Gaslight, 1944), de george Cukor, y la pieza que nos ocupa, en la que el arte de la adaptación literaria y los logros visuales alcanzan un notable techo. Se trata de la novela del siempre polémico y genial Oscar Wilde, que utiliza un caso mágico para bajar gruesa línea sobre las hipocresías de su época (y a esta altura, atemporales). El caso es el de Dorian Gray (Hurd Hatfield, que pareció haber nacido para ese rol), joven mancebo de fines del 900 que posa para un cuadro cuyo autor y amigo (Lowell Gilmore) se lo obsequia. Bajo las cínicas observaciones de Sir Henry (George Sanders), que también pueblan todo el metraje, Dorian desea permanecer para siempre tal y como lo muestra el cuadro (la cámara torna la pantalla en brillante technicolor al hacerle los primeros planos). Los episodios del eventual y trágico amor de Sybil Vane (Angela Lansbury), la muerte de su hermano (Richard Fraser) y las continuas inspecciones del cuadro por parte de Dorian, están plasmados con suma habilidad por el director Albert Lewin, generalmente con planos compuestos e inteligentemente iluminados pero de gran naturalidad. Prueba de ello es que aún hoy el primer plano del rostro del cuadro corrupto logra una tensión que muchos filmes de terror de la misma época carecen en sus respectivos climax.
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