miércoles, 16 de abril de 2014

Efemérides de cine: El reloj asesino

El 9 de abril de 1948 se estrenó la película estadounidense El reloj asesino (The Big Clock), dirigida por John Farrow. Protagonizada por Ray Milland, Charles Laughton, Maureen O'Sullivan, George Macready, Rita Johnson, Elsa Lanchester. Producción y distribución: Paramount Pictures.
Sinopsis argumental: El poderoso editor de un importante periódico comete un crimen pasional. Para evitar que lo descubran incrimina a un tipo al que no conoce, pero que casualmente resulta estar ligado al diario. El "falso culpable" utilizará entonces todos los medios a su alcance para probar su inocencia.
Comentario: Esta película es una adaptación de la excelente novela de Kenneth Fearing, titulada The Big Clock.
La acción dramática tiene lugar durante unos pocos días en un edificio de oficinas y localizaciones diversas de Nueva York. 
La película desarrolla una historia interesante que se presenta bien construida y con unos diálogos vigorosos. La narración retiene la atención del público gracias a una intriga bien planteada, que crece a medida que pasa el tiempo. La atmósfera que se crea destila misterio y tensión. La trama es bastante compleja y el suspense se hace creciente. Laughton encarna el papel del villano ególatra, repugnante y sin escrúpulos.
John Farrow demuestra sus cualidades de buen artesano y correcto realizador, dotado de la inteligencia y las habilidades necesarias para tratar con solvencia temas diversos y géneros tan distantes como el cine negro, el de aventuras, el musical, el bélico y el western. En el caso que nos ocupa, realiza su segunda incursión en el cine negro, género que cotiza al alza en los años 40 del siglo pasado. Con una trama construida con lucidez y riqueza de detalles y una encomiable economía de medios, consigue uno de los mejores trabajos de su filmografía. Sobresale por la potente intriga que compone y por la buena definición de los personajes, sobre todo los de Earl, George y Steve. No faltan acertados toques de humor que se suman oportunamente al tono general sombrío del relato.
La obra se caracteriza por el correcto acabado, el nutrido y brillante reparto y el ritmo creciente que imprime a la acción. La cinta es simpática, atractiva, convincente y entretenida, aunque exenta de genialidad y magia. Se comporta como una parábola sobre el poder y su ejercicio, los métodos que emplea para afirmarse y defenderse, las manipulaciones que establece de las apariencias, la verdad y las personas, su errónea afición a la uniformidad y el sentido egocéntrico y despiadado de sus manejos.
En 1987 se hizo un remake llamado No hay salida (No Way Out), dirigida por Roger Donaldson, con Kevin Costner y Gene Hackman.

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