El 17 de abril de 1962 se estrenó la película estadounidense Espía por mandato (The Counterfeit Traitor), dirigida por George Seaton. Protagonizada por William Holden, Lilli Palmer, Hugh Griffith, Klaus Kinski, Carl Raddatz, Ernst Schröder, Charles Régnier, Ingrid van Bergen, Helo Gutschwager, Wolfgang Preiss, Werner Peters, Erica Beer. Producción y distribución: Paramount Pictures.
Sinopsis argumental: Alemania, II Guerra Mundial (1939-1945). Eric Erickson, un importador de petróleo sueco, pero oriundo de los Estados Unidos, es contratado por el servicio secreto británico para espiar refinerías y otras instalaciones nazis. Debido a su actitud colaboracionista va perdiendo a todos sus amigos, pero obtiene una información muy valiosa de las fábricas alemanas. En cualquier caso su misión es muy peligrosa y tendrá que huir antes de ser descubierto.
Comentario: Notable film de espionaje en tiempos de guerra realizado con un guión escrito por George Seaton, el guión desarrolla un argumento de Charles Grenzbach, inspirado en la novela The Counterfeit Traitor (1958), de Alexander Klein, basada en hechos reales.
El film suma elementos de espionaje, drama, guerra, thriller y romance. La narración se presenta en primera persona por boca de la voz en off del protagonista. El director encarga el papel protagonista a William Holden, con el que había colaborado en varias ocasiones anteriores (La angustia de vivir, Los héroes también lloran...). Entrega un trabajo pulcro, bien hecho, con buenas interpretaciones y una hermosa banda sonora. La historia es absorbente y excitante. Desarrolla un tenso suspense, que se mantiene durante toda la cinta.
Los caracteres presentan un buen desarrollo, en especial los de Eric y Marianne. El primero destaca por su entrega y coherencia. Trabaja por convicción y patriotismo, sin ánimo de lucro y sin sueldo, al servicio de los ideales de justicia y libertad. A ellos se añade posteriormente el rechazo de la arbitrariedad y crueldad nazi, que conoce de primera mano a través de sus contactos con las autoridades alemanas. En su evolución el personaje se reafirma cada vez más en su entrega y compromiso y en sus propósitos de completar la misión, pese a los riesgos que comporta. Diferente es la evolución de la espía Marianne, hipersensible y psicológicamente frágil, a la que la visión próxima de la muerte (niño en una iglesia) le parte el alma. Desconsolada y desconcertada es presa de escrúpulos religiosos, dudas y ansiedades. El contraste de las dos personalidades y su diferente evolución permite exaltar la entereza, el espíritu de sacrificio, el sentido del deber, el coraje y la generosidad del héroe. Rubrica, además, la solvencia y el vigor de los ideales humanos y cívicos que le mueven.
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