El 24 de mayo de 1996 se estrenó Bienvenido a la casa de muñecas (Welcome to the Dollhouse), dirigida por Todd Solondz. Protagonizada por Heather Matarazzo, Matthew Faber, Daria Kalinina, Angela Pietropinto, Dimitri DeFresco, Brendan Sexton Jr., Eric Mabius, Christina Vidal, Ken Leung. Producción: Suburban Pictures/Sony Pictures Classics.
Sinopsis argumental: Dawn Wiener es una tímida, poco agraciada e impopular chica de 7º grado. Su hermano mayor, Mark, es un nerd de secundaria que toca el clarinete en una banda de garaje. La hermana menor de Dawn, Missy, es una niña muy bonita que baila con tutú y la molesta sin parar. La madre de ambas tiene como favorita a Missy, siempre está de su lado en sus peleas con Dawn. El único amigo de Dawn es un niño afeminado de 5º grado llamado Ralphy, con quién comparte una casa-club en el patio trasero de Dawn, el "Club de la Gente Especial".
La vida escolar de Dawn es horrible: todos los niños del colegio la llaman "cara de perro" o "perrito caliente", su casillero siempre lo pintan con graffiti, la llaman lesbiana, su odiosa profesora la castiga, otra chica la obliga a usar el inodoro mientras la mira y es acosada sexualmente por un bravucón llamado Brandon McCarthy, quién tampoco es muy social. Los intentos de Dawn por sacar a fuera sus frustraciones la meten en más problemas: en casa su madre la castiga por llamar lesbiana a Missy y no ser amable con ella, o en el colegio accidentalmente lanza una bola de papel escupida a una profesora; pero no todo es negativo, su madre quiere que vaya de excursión con el colegio a Disney World, ya que considera que será una buena experiencia para ella.
Los intentos de Brandon por abusar de Dawn fallan, tan sólo consigue besarla. Se siente incapaz de violarla tras de que ella le llamase "retrasado", ya que él tiene un hermano que padece un retraso mental. Por otro lado, a la banda de Mark se une Steve Rodgers, quien es guapo e intenta ser una esrella de rock. Dawn se enamora de él y decide estar con el, incluso después que una de sus novias le diga que ella no tiene posibilidades. Sin embargo, ella sigue teniendo la esperanza de que él se enamore de ella y la saque de la ciudad en la que vive.
La relación de Dawn y Brandon va mejorando, él se queda en su casa-club después de que una chica lo rechazara; pero ella acaba por rechazarlo también, confesándole su amor por Steve. Steve le deja claro a Dawn que no quiere nada con ella y es entonces cuándo ella vuelve a por Brandon. Sin embargo, Brandon es expulsado por presunta posesión de drogas y huye, aunque intenta que Dawn lo acompañe. Ella se niega, quedándose sola, ya que ella ha ofendido e insultado a Ralphy.
Los problemas de Dawn van empeorando en el aniversario de sus padres. Cuando se niega a tirar su casa-club para hacer más espacio para la fiesta, su madre ordena a Missy y Mark y les da la pieza de pastel que era para Dawn, que Missy le ha pedido que repartan entre ambos, mientras ella se queda sentada a la mesa viéndolo. En la fiesta Steve juega con Missy, volviendo loca de celos a Dawn. Dawn sale a buscar a Steve, y descubre que se está acostando con una chica en el garaje. Esa tarde la familia mira un vídeo de la celebración y ven la caída de Dawn a la piscina, el único momento en el que Dawn aparece en la cinta. Toda la familia se ríe e incluso la propia Missy propone que lo vean de nuevo. La madre comenta que deben de hacer copias de la cinta. Es por es por lo que por la noche Dawn destruye la cinta con un martillo, llegando incluso a dudar de si hacer lo mismo con Missy.
El último desastre de Dawn ocurre cuando el coche de su padre se avería y su madre tiene que ir a buscarlo, por lo que Missy tendrá que volver de clase de ballet con una vecina. La madre le dice a Dawn que se lo comunique a su hermana y que le ha dejado una nota en la mesa de la cocina. Dawn coge el papel, pero como se ha peleado con Missy no le da el recado. Missy no vuelve, la han secuestrado. El tutú de Missy aparece en Times Square, Dawn va por él de noche, desapareciendo ella también. Cuándo llama a casa, a la mañana siguiente, encontraron ya a Missy en el sótano de un vecino. Su madre está muy ocupada tanto para notar que Dawn se ha ido como para ponerse al teléfono con ella. Tras esto, Dawn tiene que dar un discurso sobre el rapto y sus compañeros se burlan de ella. Mark le dice que tendrá una mejor vida cuando entre a secundaria. La película termina con Dawn cantando el himno del colegio en el autobús de camino a Disney World.
Nominaciones y premios: Festival de Berlín: Premio C.I.C.A.E. Sundance: Gran Premio del Jurado. National Board of Review: Reconocimiento especial. Festival de Valladolid - Seminci: Sección oficial. Independent Spirit Awards: Mejor debut (Matarazzo). 4 nominaciones, incluyendo mejor película. Satellite Awards: Nominada a Mejor actriz en comedia/musical (Matarazzo).
Comentario: Película independiente, segundo largo de Todd Solondz. El guión incluye referencias autobiográficas.
La película constituye un relato ácido de la sociedad americana, que sobrevalora la presencia física, la popularidad y la normalidad social. Las personas poco agraciadas, tímidas y retraídas, son rechazadas, sin tener en cuenta sus valores menos aparentes. Dawn es objeto de burlas, maltrato verbal e insultos, como "cara de perro", "perro Wiener", "fea", "puta" y otros. Entre los insultos más frecuentas del colegio se cuentan las referencias a la orientación sexual: ella es tachada de lesbiana y su compañero Ralphie, de 5º grado, es tratado de gay y es agredido físicamente por compañeros que hacen exhibición de fuerza, insolencia y superioridad. La protagonista es víctima de ejercicios de dominación/sumisión por parte de compañeras (escena del lavabo) y de compañeros (escena de la zona de salida de basuras del colegio). Además, Dawn es hija de una familia disfuncional, en la que el cariño, las atenciones y el afecto a los hijos se reparten caprichosamente y de modo discriminatorio. Una familia respetable, amiga de los Wiener, es el marco en el que el padre secuestra a una chiquilla de 8 años, movido por afanes de pedofilia. Abundan los toques de humor negro y negro/marrón. La película es, sobre todo, un retrato apasionado en favor de los débiles, los sufridores, las víctimas, los marginados y los humillados. Es una catarsis de sentimientos amargos de infancia del realizador, de quien Dawn es su "alter ego". La imagen de ella guarda gran parecido con la de él.
La música suma composiciones rítmicas y vibrantes del momento y melodías clásicas asociadas a la infancia/pubertad, como El festival de los animales de Saint Saens, El lago de los cisnes de Tchaikovsky y otras. La obra comienza con un fragmento del Concierto nº 1 de Chopin, que contrasta intencionadamente con el contenido del film. La fotografía, de estética expresionista, prodiga imágenes crueles, sombrías y sórdidas. El guión incluye algunas de las constantes del autor: inadaptación, marginación, infelicidad, etc. La interpretación de Matarazzo es magnífica. La dirección construye un relato incómodo, de gran interés para aficionados al cine independiente.
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