El 4 de mayo de 1943 se estrenó la película estadounidense Cinco tumbas al Cairo (Five Graves to Cairo), dirigida por Billy Wilder. Protagonizada por Franchot Tone, Erich von Stroheim, Anne Baxter, Akim Tamiroff, Peter Van Eyck, Fortunio Bonanova, Konstantin Shayne, Fred Nurney, Miles Mander. Producción y distribución: Paramount Pictures.
Sinopsis argumental: Durante la Segunda Guerra Mundial, en Junio de 1942, el ejército británico se retira del Norte de África ante el victorioso avance de Rommel, dejando un único hombre detrás de sus líneas, en el desierto entre Libia y Egipto. John Bramle, el único superviviente se refugia en un remoto hotel perdido en pleno desierto...
Nominaciones y premios: 3 nominaciones al Oscar: mejor fotografía (Blanco y negro), mejor dirección artística (Blanco y negro), mejor montaje.
Comentario:T ercera realización de Billy Wilder. Se basa en la comedia Hotel Imperial, de Lajos Biró.
La película construye un absorbente relato de intriga, espionaje y acciones bélicas (sin combates). Sitúa la acción en un hotel del desierto, aislado y claustrofóbico. En su interior se desarrolla la vida de un conjunto de personas amorales, cínicas, crueles y enigmáticas, que satura el ambiente de cobardía, traiciones, engaños y perversidad. La intriga va en aumento con el doble robo de una pistola, la pulsación de un secreto militar nazi, el odio que suscita la personalidad de Rommel, la suplantación de identidades y los sentimientos crecientres de venganza. El espionaje alemán y el británico añaden elementos de tensión, duda e incertidumbre. El relato está salpicado de mordacidad y sarcasmo, que se ceba en la descripción de la personalidad de Rommel, en contraste con la de Mouche. La ironía suma elementos absurdos y de humor negro. El general italiano Sebastiano (Fortunio Bonanova) es objeto de ridiculización por parte del mariscal y de los guionistas. Son memorables la secuencia inicial, la escena fuera de campo (un foco de luz deslumbra al espectador para que no vea lo que ocurre en el escenario), la ronda de 20 preguntas a Rommel y otras.
La música, de M. Rozsa, ofrece composiciones de aire marcial, solemne, épico y romántico, integradas en la acción. La fotografía, de John F. Seitz, crea ambientes sórdidos y siniestros, de luces tenues contrastadas con negros intensos. Hace uso de una acertada iluminación y de inquisitivos movimientos de cámara. El guión construye un ambiente perturbador, mortífero y rechazable, que anima la moral cívica y militar aliada. La interpretación de Stroheim es antológica. La dirección apunta la fuerza que desarrollará unos meses después en Perdición (Double Indemnity, 1944).
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