Crime perfecto (Dial M for Murder), es una película estadounidense, estrenada el 29 de mayo de 1954, dirigida por Alfred Hitchcock. Protagonizada por Grace Kelly, Ray Milland, Robert Cummings, John Williams, Anthony Dawson, Leo Britt, Patrick Allen, George Leigh. Producción y distribución: Warner Bros.
Sinopsis argumental: Tony Wendice (Ray Milland), un frío y calculador ex tenista profesional, quiere asesinar a su bella y rica esposa Margot (Grace Kelly), porque sospecha que le es infiel, aunque lo que más le interesa es quedarse con su fortuna. Para llevar a cabo su plan, chantajea a un antiguo camarada del ejército para que entre en la casa en su ausencia y estrangule a Margot.
Nominaciones y premios: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor actriz (Grace Kelly). BAFTA: Nominada a mejor actriz extranjera (Grace Kelly).
Comentario: El guión, del dramaturgo inglés Frederick Knott (1916-2002) y Alfred Hitchcock (no acreditado), adapta la obra de teatro escrita para la televisión Dial M for Murder (1952), del proio Knott.
La película fue rodada en 1954 utilizando la cámara de "visión natural" de M.L. Gunzberg, poseedora de la misma tecnología que otras películas que iniciaron el boom por el 3-D en 1953, como Los crímenes del museo de la cera (House of Wax), de André De Toth). Inicialmente se planteó estrenarla en 3D y 2D, pero finalmente se optó por estrenarla sólo en este último formato debido a la pérdida de popularidad del 3-D en el momento de su lanzamiento. En 1980, sin embargo, el sistema 3D fue resucitado en el Teatro York de San Francisco, lo que permitió a la Warner Bros. reestrenar la versión 3D de la película en febrero de 1982.
La película suma crimen, misterio, suspense, romance y thriller. Aficionado a la experimentación y a la asunción de retos, Hitchcock decide llevarla al cine. Es una de las tres películas que rueda para la Warner dedicadas a homenajear a los tres medios de representación dramática: el teatro (Pánico en la escena), el cine (Extraños en un tren) y la televisión (Crimen perfecto). La primera comienza alzando un telón, la segunda se inicia con una metáfora del cine (tren en movimiento) y la tercera se parece voluntariamente a una obra de teatro filmada para la TV.
La película trata una de las grandes obsesiones del realizador, el crimen indescifrable tras el que se oculta una inteligencia superior capaz de sembrar en torno de los hechos el desconcierto, la confusión y la imposibilidad de identificar al autor y probar su responsabilidad. Se dice que el crimen es perfecto porque está tan lúcidamente planificado y rigurosamente ejecutado que no deja huellas y nadie puede descubrir al culpable. Los personajes de Hitchcock tratan el tema en Sospecha, La sombra de una duda, Extraños en un tren, Crimen perfecto, etc.
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