El 2 de mayo de 1946 se estrenó la película estadounidense El cartero siempre llama dos veces (The Postman Always Rings Twice), dirigida por Tay Garnett. Protagonizada por Lana Turner, John Garfield, Cecil Kellaway, Hume Cronyn, Leon Ames, Audrey Totter, Alan Reed. Producción y distribución: Metro Goldwin Mayer (MGM).
Sinopsis argumental: Durante la Gran Depresión de los años 30, Frank Chambers (John Garfield), un hombre que vaga sin rumbo, comienza a trabajar en un bar de carretera, regentado por un hombre mayor y por Cora (Lana Turner), su joven, bella e infeliz esposa. Pronto Frank y Cora comienzan a sentirse atraídos el uno por el otro.
Comentario: Adapta con notable fidelidad la novela negra homónima de éxito de James M. Cain, publicada 12 años antes, inspirada lejanamente en La bestia humana (1890), de Émile Zola. La novela de Cain traslada el mundo de maldad, crimen, codicia, deseo y fatalismo de la obra de Zola al ambiente de la Gran Depresión. El guión de la película lo traslada a la posguerra que viven los EEUU tras la finalización (agosto 1945) de la II Guerra Mundial. De la novela citada se han realizado 4 adaptaciones al cine: Le dernier tournant (1939), de Pierre Chaval, y Ossessione (1942), de Luchino Visconti fueron las dos primeras. La tercera es la de Garnett. Posteriormente se rueda una nueva versión (Rafelson, 1981). La cinta de Garnett es del mismo año que “Gilda” (Vidor, 1946), con la que comparte algunos rasgos comunes (tensión sexual, mujer deslumbrante...).
Dotado de buen ritmo y de fluidez narrativa, el film presenta una mujer fatal, de espléndida y seductora belleza, que ocupa el centro visual y dramático de la obra. Vestida de blanco impecable, de cabello rubio platino y de potente sensualidad, teje a su alrededor una inquietante atmósfera de violencia pasional, erotismo, deseo, sexo y autodestrucción. La Turner compone una figura singular de mujer fatal, atractiva, seductora, manipuladora y perversa, que con el tiempo se ha convertido en una de las más conocidas y mejor recordadas del cine negro clásico.
Comentario: Adapta con notable fidelidad la novela negra homónima de éxito de James M. Cain, publicada 12 años antes, inspirada lejanamente en La bestia humana (1890), de Émile Zola. La novela de Cain traslada el mundo de maldad, crimen, codicia, deseo y fatalismo de la obra de Zola al ambiente de la Gran Depresión. El guión de la película lo traslada a la posguerra que viven los EEUU tras la finalización (agosto 1945) de la II Guerra Mundial. De la novela citada se han realizado 4 adaptaciones al cine: Le dernier tournant (1939), de Pierre Chaval, y Ossessione (1942), de Luchino Visconti fueron las dos primeras. La tercera es la de Garnett. Posteriormente se rueda una nueva versión (Rafelson, 1981). La cinta de Garnett es del mismo año que “Gilda” (Vidor, 1946), con la que comparte algunos rasgos comunes (tensión sexual, mujer deslumbrante...).
Dotado de buen ritmo y de fluidez narrativa, el film presenta una mujer fatal, de espléndida y seductora belleza, que ocupa el centro visual y dramático de la obra. Vestida de blanco impecable, de cabello rubio platino y de potente sensualidad, teje a su alrededor una inquietante atmósfera de violencia pasional, erotismo, deseo, sexo y autodestrucción. La Turner compone una figura singular de mujer fatal, atractiva, seductora, manipuladora y perversa, que con el tiempo se ha convertido en una de las más conocidas y mejor recordadas del cine negro clásico.
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