El 1 de junio de 1956 se estrenó la película estadounidense El hombre que sabía demasiado (The Man Who Knew Too Much), dirigida por Alfred Hitchcock. Protagonizada por James Stewart, Doris Day, Brenda de Banzie, Bernard Miles, Ralph Truman, Daniel Gélin, Alan Mowbray. Producción y distribución: Paramount Pictures.
Sinopsis argumental: Una familia americana, compuesta por el doctor Ben MacKenna (James Stewart), su mujer (Doris Day) y su hijo Hank, está pasando unas vacaciones en Marruecos. Tras la muerte de un espía en brazos de Ben, mientras visitaban el mercado de Marrakech, el matrimonio descubre que su hijo ha sido secuestrado. Sin saber en quién confiar, los MacKenna se ven envueltos en una angustiosa pesadilla que tiene que ver con una operación de espionaje internacional.
Nominaciones y premios: Oscar: Mejor canción. Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película).
Comentario: Película nº 48 de Hitchcock. Escrito por John Michael Hayes, desarrolla un argumento original de Charles Bennett y D. B. Wyndham-Lewis.
La película explica una historia dramática de misterio e intriga que deviene en un thriller de espionaje. Retoma el tema de la persona normal que, sin buscarlo, se ve envuelta en asuntos peligrosos y enfrentada a un misterio que le supera. Reitera sus manifestaciones de simpatía por la mujer rubia, desenvuelta y guapa, como había puesto de relieve con anterioridad (Joan Fontaine, Rebeca, 1940; Ingrid Bergman, Encadenados, 1946) y reitera posteriormente con Grace Kelly (La ventana indiscreta, 1954), Kim Novak (Vértigo, 1958), Janet Leigh (Psicosis, 1960), Tippi Hedren (Marnie, 1964). Los problemas familiares de Ben y Jo reflejan los de Hitchcock y su mujer y el viaje intercontinental que realizaron huyendo de la II Guerra Mundial. Si en las películas del realizador siempre es importante la música, éste es uno de los más musicales: incluye 13 minutos de la Storm Clouds Cantata, de Arthur Benjamin, y 10 minutos de recital en la embajada. El núcleo de la intriga está constuido con la ayuda de pistas falsas, malentendidos, simulaciones, conspiraciones, traiciones e imprevistos, que elevan el film al nivel de atractiva pieza de misterio y suspense, con momentos culminantes como la llegada de Ben al local de los taxidermistas y los incidentes que se producen en el interior del mismo. Como de costumbre, la cinta está salpicada de humor. Formó parte del grupo de 5 films de Hitchcock que permanecieron retirados del mercado durante unos 30 años a causa de litigios por los derechos de autor. Es el "remake" de uno de las primeras película británicas (1934) del director, con el mismo título.
La música, de Bernard Herrmann, añade una canción original, ganadora del Oscar, que Jo canta y tararea en varias ocasiones: Wathever Will Be, Will Be (Qué será, será), de Jay Livingston y Ray Evans. La fotografía, de Robert Burks, ofrece encuadres torcidos, planos cenitales y travellings de muy buena factura. Rodada en vistavisión y color, realza la intensidad de la acción, su ritmo rápido y la grandeza de la odisea familiar de los McKenna. Los diálogos son excelentes y la interpretación de Stewart es notable. Película envolvente y entretenido.
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