La condesa Alexandra (Knight Without Armour) es una película británica, estrenada el 1 de mayo de 1937, dirigida por Jacques Feyder y protagonizada por Marlene Dietrich, Robert Donat, Irene Vanbrugh, Herbert Lomas, Austin Trevor, Basil Gill, David Tree, John Clements, Frederick Culley, Laurence Hanray. Productora: London Film Productions.
Sinopsis argumental: Fotheringill, un joven periodista inglés expulsado de Rusia por escribir un artículo antizarista, es persuadido por un agente del Servicio Secreto Británico para unirse a los miembros del movimiento revolucionario. Bajo el nombre de Peter Ouranov, Fotheringill participa en un complot para asesinar al Ministro del Interior, pero es descubierto y deportado a Siberia. Un año más tarde, Fotheringill interroga a la bella prisionera Alexandra, que resulta ser la hija del ministro zarista por cuyo asesinato sufrió destierro en Siberia. Ambos se enamora perdidamente y deciden escapar juntos.
Comentario: Basada en la novela de James Hilton. Film británico de corte histórico realizado por el director belga Jacques Feyder, uno de los pioneros del denominado realismo poético cinematográfico que recompone románticamente el alzamiento revolucionario de los bolcheviques en la antigua Rusia de los zares.
El lujo derrochado por la producción de Alexander Korda y el brillo estelar de la espléndida figura de Marlene Dietrich, quien resplandece gracias a la magnífica fotografía de Jack Cardiff y Harry Strandling, son los dos aspectos más destacados de la película.
La utilización de la Revolución Rusa como contexto temporal sirve a Feyder para tratar los conflictos ideológicos con el peligro del extremismo arbitrario-demagógico combinando con habilidad los géneros de espionaje, acción y melodrama.
Sobresale la exquisita capacidad estético-narrativa con acierto descriptivo en las situaciones de corte más romántico. Sin embargo la intriga carece en algunos momentos de excitación, lo que perjudica a la enjundia final del conjunto.
El lujo derrochado por la producción de Alexander Korda y el brillo estelar de la espléndida figura de Marlene Dietrich, quien resplandece gracias a la magnífica fotografía de Jack Cardiff y Harry Strandling, son los dos aspectos más destacados de la película.
La utilización de la Revolución Rusa como contexto temporal sirve a Feyder para tratar los conflictos ideológicos con el peligro del extremismo arbitrario-demagógico combinando con habilidad los géneros de espionaje, acción y melodrama.
Sobresale la exquisita capacidad estético-narrativa con acierto descriptivo en las situaciones de corte más romántico. Sin embargo la intriga carece en algunos momentos de excitación, lo que perjudica a la enjundia final del conjunto.
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