El 29 de julio de 1952 se estrenó la película estadounidense La dama de Trinidad (Affair in Trinidad), dirigida por Vincent Sherman. Protagonizada por Rita Hayworth, Glenn Ford, Alexander Scourby, Valerie Bettis, Torin Thatcher, Howard Wendell, Karel Stepanek, Steven Geray, Juanita Moore. Productora y distribuidora: Columbia Pictures.
Sinopsis argumental: Steve Emery (Glen Ford) no cree ni por un momento que su hermano se haya suicidado en Trinidad, así que intenta averiguar la verdad sobre su muerte, actitud que lo enfrenta con su cuñada Chris Emery (Hayworth), cantante en un club nocturno. Desesperado, al verla coquetear con un espía que supone que es el asesino de su hermano, Steve tendrá que actuar con rapidez si quiere impedir que Chris se convierta en la siguiente víctima...
Nominaciones y premios: Nominada al Oscar: Mejor vestuario (blanco y negro).
Comentario: La película supuso el regreso al cine de R. Hayworth, tras 4 años de ausencia por su matrimonio con Alí Aga Khan. La dirección de Columbia decidió realizar una película a medida de su lucimiento personal. El guión contiene calcos de Gilda (1946), como el entorno exótico, la cantante de cabaret, canciones sensuales, bailes tórridos, la bofetada y la presencia de Glenn Ford como galán. El argumento, propio de una película de serie B, se centra en las maquinaciones de un oscuro personaje, enriquecido misteriosamente, y de su estrafalaria pandilla, que suma matones, profesores, ingenieros y conspiradores. El arco dramático aúna dos líneas de tensión. Las investigaciones de Steve y de la policía, que avanzan con dificultad, y los planes de la banda, que se mueve febrilmente al amparo de falsas apariencias. En el epicentro del drama está la bella Chris, que asume riesgos innecesarios, coquetea con Max, suscita los celos de Steve y es presionada por Smyte. La película se beneficia del brillo de los protagonistas, la emoción de ver de nuevo a la pareja estelar de Gilda, un vestuario de gran nivel y una banda musical adecuada. Pese a la época de la obra, los personajes de color son tratados con respeto y simpatía, como en el caso de Dominique (Juanita Moore), que es quien saca de la perplejidad y del error a Steve.
La música ofrece ritmos de calypso, fragmentos orquestales románticos y dos canciones originales: I've Been Kissed Before y Trinidad Lady. La fotografía, en espléndido blanco y negro, proyecta sombras, ofrece escenas nocturnas de excelente contraste e imágenes de proximidad que acarician el rostro seductor de Hayworth, de 34 años. El guión, ambientado en la Guerra fría, se basa en un argumento ingenuo, exagerado y poco convincente. La interpretación de Hayworth es espléndida, aunque algo insegura. Destaca la buena química que se establece entre ella y Ford. La dirección, en los últimos años de profesión, ofrece una obra interesante y grata.
La película es la cuarta colaboración de Hayworth y Ford.
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