El 28 de septiembre de 1946 se estrenó la película estadounidense Clandestino y caballero (Cloak and Dagger), dirigida por Fritz Lang. Protagonizada por Gary Cooper, Lilli Palmer, Robert Alda, Vladimir Sokoloff, J. Edward Bromberg, Marjorie Hoshelle, Helen Thimig, Dan Seymour, James Flavin. Productora y distribuidora: Warner Bros. Pictures.
Sinopsis argumental: A punto de terminar la II Guerra Mundial (1939-1945), los aliados tratan de impedir que los alemanes fabriquen la bomba atómica. Con este fin, la Organización de Servicios Estratégicos (OSS) recluta al físico nuclear Jesper y le encarga que busque a su colega Katerin Lodor y la saque de Suiza para interrogarla. Pero, cuando la encuentra, una enfermera nazi impide que la rescate. A continuación, la misión de Jesper consiste en ir a Italia y convencer al doctor Polda, otro físico nuclear, para que abandone a los alemanes y colabore con los aliados. Pero Polda no podrá hacerlo mientras no libere a su hija.
Comentario: Último de las cuatro películas antinazis realizados por Fritz Lang en los años 1940. Se basa en la novela Cloak And Dagger (1943) de Alastair MacBain y Corey Ford, inspirada en un hecho real (misión de Morris "Moe" Berg, agente secreto de la OSS).
El mal se hace presente en la película de modo palpable y agobiante. Lo encarnan los nazis, que identifica con el engaño y la mentira, el chantaje, la crueldad y la muerte. Su actuación se extiende por el tejido social y afecta a todos, a través de una tupida red de delatores y un sistema policial sanguinario. En la descripción no distingue entre Gestapo, policía, militares, etc. Deliberadamente, todos forman un conjunto compacto y único, exento de diferencias y matices, como corresponde a la idea del mal absoluto, omnipresente y vigorosamente activo.
La mujer ocupa una posición central dentro de los grupos en los que se mueve y dentro de la película. Éste es el caso de la bella americana que trabaja como eficiente espía nazi y de la partisana que mueve la historia de amor. Las relaciones hombre/mujer, tanto en la lucha partisana como en las relaciones personales, está marcada por la igualdad. Gina (Lilli Palmer) es culta, sensible, inteligente y no se arredra a la hora de reprochar al varón su falta de sensibilidad y sensatez. En boca de una mujer pone las palabras más inteligentes sobre el futuro y el valor del compromiso.
Escenifica la lucha entre el Bien y el Mal en una pelea cuerpo a cuerpo, ruda e inmisericorde, entre el americano Alvah (Gary Cooper) y un agente de la Gestapo. Rodada en primeros planos y montada de modo trepidante, explica la dificultad de herir al Mal y la facilidad de morir en sus manos. Hace uso de recursos visuales sorpendentes, como los ojos del gato en la oscuridad, la aparición de Gina cuando Alvah enciende una cerilla. Se sirve de toques mordaces, como la inmensa fotografía de Mussolini con sombrero tirolés, la prisa del agente de control de carretera a causa de la lluvia, la pana del vehículo en medio del dispositivo de vigilancia nazi. Ofrece tomas de gran fuerza expresiva, como la huida del asesino de Katerin Lodor y la posición de la cámara bajo la ala del avión, protegiéndose instintivamente de amenazas y peligros inminentes. La música, de Max Steiner, solemne y briosa, da profundidad y brillo al relato.
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