El 29 de septiembre de 1948 se estrenó la película estadounidense Sed de dominio (The Saxon Charm), dirigida por Claude Binyon. Con Robert Montgomery, Susan Hayward, John Payne, Audrey Totter, Cara Williams, Harry von Zell, Harry Morgan, Chill Wills, Heather Angel. Productora y distribuidora: Universal Pictures.
Sinopsis argumental: Nada más terminar su última obra, el famoso escritor Eric Buch la entrega a Matt Saxon, el mejor director teatral de la ciudad; pero Saxon es un hombre arrogante y soberbio, cuyo único talento consiste en dominar a las personas, hacer que se sientan inferiores y, después, destruirlas humana y profesionalmente.
Comentario: Segundo largo de Claude Binyon sobre un total de ocho películas. Adapta la novela The Saxon Charm (1947), de Frederic Wakeman.
La película construye un retrato de un productor teatral de Broadway, de gran fama y escasos recursos, poseído por un afán desmedido de dominar a los que le rodean. Encarna la figura de un personaje que detenta una cuota pequeña de poder, que lo ejerce sin miramientos y sin escrúpulos. El personaje está inspirado en casos reales del mundo del teatro del momento, pero es válido para un universo más amplio, que no ha perdido actualidad. Saxon no es Macbeth, ni su transposición en el tiempo, sino una reproducción de su espíritu a la escala del pequeño poder. El arco dramático se asienta en las relaciones que establece con Eric y con personas de su entorno, a las que somete, humilla, insulta y cuando no las necesita hace lo posible para hundirlas mediante la mentira, la traición, la difamación y la inducción al suicidio. La tensión entre sus pretensiones y la resistencia de sus víctimas alimenta el clima dramático, que se desarrolla a un ritmo rápido, intenso y acelerado, gracias al uso acertado de elipsis y sobreentendidos. La estructura de la obra se compone de cuadros sucesivos, cada uno de los cuales aporta un acontecimiento imprevisto, con el que Saxon busca desconcertar a sus amigos/adversarios. El juego de destrucción se degrada hasta límites en los que es inevitable la amenaza de autodestrucción. Contiene referencias cultas, como la de "La metamórfosis" de Kafka y las de Moliere.
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