viernes, 21 de noviembre de 2014

Efemérides de cine: El muchacho de los cabellos verdes

El 16 de noviembre de 1948 se estrenó la película estadounidense El muchacho de los cabellos verdes, dirigida por Joseph Losey. Protagonizada por Pat O'Brien, Robert Ryan, Barbara Hale, Dean Stockwell, Richard Lyon, Walter Catlett, Samuel S. Hinds, Regis Toomey. Productora y distribuidora: RKO Radio Pictures.
Sinopsis argumentalEn un pequeño pueblo inglés, la policía recoge a Peter (Dean Stockwell), un chaval con la cabeza afeitada que rehúsa hablar ante las preguntas de los agentes. El Dr. Evans, el psiquiatra que colabora con la policía, será con quién el chico cogerá confianza y será el elegido para escuchar su increíble historia: Peter vivía con sus abuelos, unos antiguos feriantes de circo. Un día, mientras ayudaba en el colmado donde trabajaba, se entera que una nueva guerra está a punto de estallar. Ahí es cuando se entera que sus padres murieron en un raid aéreo durante uno de los bombardeos sobre Londres. A la mañana siguiente, Peter se despertó con el cabello completamente verde. Todos los chavales se reían de él, por lo que Peter huye al bosque, lugar donde tendrá una visión: Él ha sido el elegido. Y él, el muchacho de los cabellos verdes, será el encargado de comunicar al resto del pueblo los horrores y los peligros de la guerra...
ComentarioLa película explica una historia vista a través de los ojos de un niño. Se desarrolla como una fábula sencilla, no exenta de simpatía, sobre temas en relación a los que el autor desea mover a la reflexión. Le preocupa la carrera nuclear, los temores asociados a la Guerra Fría, los horrores de la guerra y la intolerancia social de la diferencia (raza, religión, enfermedad). Hace hincapié en tres lineas argumentales: los peligros de las armas nucleares, la tragedia de la guerra y la intolerancia contra las personas diferentes (pelirrojos, los que usan gafas gruesas, los huérfanos de guerra, etc.). En términos didácticos, defiende las actitudes antibelicistas y antinuclearistas y exalta el valor de la tolerancia social de la diferencia. El caudal argumental que hoy se tiene en relación a los temas indicados se halla en un nivel mucho más elevado que el disponible en 1948. Visto con ojos actuales, la película es ingenua en sus planteamientos, pese a la vigencia de los cuestiones propuestas. El color verde, como símbolo del medio natural y de la vida, es hoy conocido, aceptado y respetado por todos. La sinrazón de la intolerancia contra los diferentes dispone de argumentos más potentes y sofisticados, como el desarrollo del Derecho Internacional Humanitario, el avance de la multiculturalidad, la realidad multiétnica de las sociedades desarrolladas, el avance científico y otros referentes, que señalan que la diferencia no justifica la desigualdad. Es enternecedora la descripción del personaje del abuelo de adopción y relación parternofilial entre éste y el niño.

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