lunes, 4 de mayo de 2015

Noticias de libro: El paisaje total

El paisaje total

Carlos Javier Morales
Biblioteca Nueva
Madrid 
2014
80 págs. 
Séptimo poemario del autor en el que se reúnen poemas escritos en Madrid y en Tenerife entre los años 2006 y 2012. El libro se inicia con una invocación a la “canción pura”, no siempre captada con acierto por el poeta. Los demás poemas se agrupan en dos partes: “Paseos y excursiones” y “El paisaje de fondo”. A partir de acontecimientos cotidianos, la casa donde vive, una excursión, el trabajo docente, el campo, las calles de Madrid, ecos de viajes a otros países (Holanda, Bélgica, Irlanda) y el regreso a su Tenerife natal y al mar… el poeta va descubriendo “¡Cómo enamora el tiempo / y se hace tiempo nuestro para siempre!” y cómo la verdad y la belleza se revelan en lo ordinario, a través de las luces y sombras que el paso del tiempo va modelando. Se podría decir que se trata paisajes con figuras o humanizados, porque en bastantes poemas hay referencias a personas y circunstancias concretas, y en otros la contemplación de la naturaleza lleva a trascender hacia lo divino. Magnífico, por ejemplo, el poema escrito ante la tumba de su padre, lleno de serenidad y de ternura.
La segunda parte se inicia con unos versos contundentes: “Cuando uno se enamora, / ¿qué queda de uno mismo?”; y aunque guarda unidad con la primera, tiene un tono festivo, de gratitud, de éxtasis que se quiere comunicar –aquí prevalece el tú–, de encuentro con los orígenes y de apertura a lo más alto, a los bienes del espíritu, a la eternidad, que da sentido a lo material y al tiempo: “¡Cómo resuena en mí lo perdurable, / cómo logro escuchar el estribillo / que cantan estos álamos en plena carretera! / ¡Cómo siento vibrar entre sus ramas, / entre sus gruesos brazos, sus huesudos / dedos acariciados por el cielo, / el íntimo cantar que los levanta, / un día y otro día, hacia lo alto / de un mundo que no cesa!”
En El paisaje total se invita también al lector a buscar el sentido de la existencia con valentía, a no dejarse deslumbrar por lo aparente, lo superficial, lo vistoso. Hay que “escarbar”, martillear con valentía hasta hallar el vivir y el decir exactos. Libro de madurez, con el que se confirma que Carlos Javier Morales (1967) va elaborando sin prisas una poesía coherente, precisa, muy personal, intensa tanto en los aspectos formales como en los significativos.

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