A lo largo de la de la década de 1971-1980, lo que supuso un escándalo para los más tradicionalistas, surgieron diversas formas de hablar acerca del cine. Esas nuevas posturas recibieron diversas denominaciones: "estructuralista", "semiológica", "marxista", "psicoanalista"... Debido a que algunas expresiones de esas nuevas posiciones críticas resultaban difíciles de entender, se les acusó de excesivamente "teóricas" y, algunas, abiertamente "abstrusas". Pero su aparación tuvo que ver con la incapacidad de la crítica tradicional para reflejar los diversos procesos que estaban interviniendo en el cine. Uno de los ejemplos más clarificadores de las nuevas posiciones es el análisis de una película de tanto éxito taquillero y popular como fue Tiburón.
En el mejor de los casos, la crítica cinematográfica tradicional tendía a fragmentar la experiencia y significado global de Tiburón, abordando sólo uno de sus aspectos, el técnico (los efectos especiales), el económico (como fenómeno taquillero), el sociológico (la relación entre la película y temas de la época como el escándalo Watergate, con la supresión de información, el triunfo final de la decencia, etc.), o el psicológico (la persecución del enemigo hasta darle muerte).
La fuerza de la postura estructuralista/semiológica/marxista/psicoanalista radicaba en que intentó abarcar todas las dimensiones de una película determinada: la industrial, la económica, la sociológica y la artística o cultural.
Éste análisis global era engorroso, pero razonablemente preciso, pues seguia el desarrollo de la postura y seguía sus cambiantes definiciones. En el primero de sus componentes, el estructuralismo, resultó útil para contrarrestar la tendencia periodística de la crítica a considerar que la principal cualidad de una película era su relación con el mundo "real", es decir, hasta que punto era fiel a la auténtica vida . Así, una lectura estructuralista de Tiburón abordaba la película como una variante particular de una estructura perceptible en una amplia gama de películas. Se concentraba en cómo Tiburón seguía la forma narrativa clásica de Hollywood de estabilidad/ruptura/vuelta a la estabilidad, mostrando la ciudad veraniega antes de la aparición del animal, el caos en los repetidos ataques del mismo, y su muerte final a manos de Brody; otra lecturas estudiaba la figura de Martin Brody y su transformación de hombre medio y vulgar en héroe; otra trataba de revelar cómo Tiburón se construyó en torno a una serie de oposiciones, algunas temáticas (comunidad/anarquía) y otras formales (reposo/acción violenta).
El método semiológico concibe el cine (al igual que el lenguaje y otros fenómenos sociales) como un complejo sistema de signos. Su fuerza radica en su carácter sistemático, en su capacidad de revelar toda una gama de códigos en una película, y cómo las películas, consideradas individualmente, resultan más fácilmente comprensibles tomando otras como referencia. Por tanto, un análisis semiológico de Tiburón estudiaría sus códigos narrativos, musicales e interpretativos (por ejemplo, las actuaciones de Roy Scheider y Richard Dreyfuss eran muy representativas de un determinado estilo interpretativo de los años 1970, mientras que la de Robert Shaw remitía la película a tiempos históricamente distantes).
Tiburón en imágenes
1. Durante una fiesta nocturna en la playa, una pareja se aleja de los demás y, cuando el hombre se derrumba borracho sobre la arena, la chica se mete en el agua y es salvajemente atacada.
2. A la mañana siguiente se encuentran en la playa los restos de su cuerpo completamente destrozado. Seguro de que ha sido victima de un tiburón, el jefe de la policía local Martin Brody (Roy Scheider), decide cerrar las playas. No obstante el ayuntamiento se opone a dichas medidas, por considerar que perjudican la imagen de la ciudad como centro turístico.
3. Sólo permitirla la colocación de señales de advertencia y la contratación de bañistas que ofrezcan seguridad. Después de que una falsa alarma provoque la histeria en la playa, un muchacho es asesinado por el mismo tiburón por lo que las playas de Amity Island se cierran al público.
4. Los deportistas locales se lanza a intentar capturar al peligrosos animal. No obstante, su triunfante vuelta con el cadáver de un tiburón se desinfla cuando un oceanógrafo, Hooper (Richard Dreyfuss), demuestra que no puede pertenecer al causante de las muertes.
5. Un capitán obsesionado por los tiburones, Quint (Robert Shaw), se muestra de acuerdo con dar caza al gran tiburón blanco por 10.000 dólares de recompensa, y se lanza a la tarea con Hooper y Brody.
6. Este último tiene que luchar con su temor al mar mientras batallan contra el gigantesco animal.
7. Que ataca continuamente a su barco.
8. Hooper desaparece cuando se mete dentro dentro del agua en una jaula, en un desesperado intento por tranquilizar al animal.
9. Quint es asesinado por el monstruo en una escena que recuerda a la caza de la ballena blanca de Moby Dick por el capitán Ahab.
10. Finalmente, tras dominar su miedo al mar, Brody consigue dar muerte al monstruoso animal y Hooper reaparece desde las profundidades.
11. Las horas de terror y angustia han desaparecido.
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